Un nuevo Frances Tiafoe: "Quiere su primer Grand Slam"

Roddick alaba la evolución de su compatriota y destaca las grandes cualidades del de Maryland. ¿Será el indicado para liderar el tenis de su país en los próximos años?

Carlos Navarro | 2 Nov 2022 | 11.39
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Frances Tiafoe. Fuente: Getty
Frances Tiafoe. Fuente: Getty

Frances Tiafoe se ha ganado de facto ser uno de los grandes nombres (y animadores) del circuito ATP. Su actuación en el pasado US Open 2022 sorprendió a propios y extraños y podría servir como punto de inflexión en la carrera de un tipo excéntrico, marcado por el innegable carisma que le rodea pero también por los constantes altibajos que ha sufrido su carrera tenística. Alguien capaz de lo mejor y de lo peor que fue capaz de canalizar su energía en Flushing Meadows, y que quiere seguir demostrando al mundo que ese es su verdadero nivel, en su lucha por colarse entre los mejores y llegar a las rondas finales de grandes torneos de manera consistente.

El 2022 del de Maryland llega a su fin y podríamos pensar que ha sido un año irregular, pero su segunda mitad de temporada muestra la evolución de un tipo que dejó de estar contento con simplemente plantar cara de forma ocasional. No fue capaz Frances de dar rienda suelta a su magnífico nivel de finales de 2021, cuando derrotó a Jannik Sinner y llegó a la final de Viena en uno de los mejores partidos del año: los problemas físicos y su irregularidad pusieron en entredicho aquella actuación, situándola más en el espectro de "flor de un día". Sin embargo, el ecuador de temporada nos mostró a un nuevo Tiafoe, finalista en Tokio y semifinalista de un US Open 2022 en el que derrotó a Rafa Nadal y dejó el mejor torneo de su carrera. Pero, ¿algo ha cambiado en él? ¿Puede liderar la generación norteamericana del futuro? Tracy Austin y Andy Roddick trataron de dar respuesta a estas preguntas en Tennis Channel.

"Creo que ha mostrado mucha más profesionalidad a lo largo de todo el año, además de que por fin ha sido capaz de jugar punto a punto, evitando muchos de los lapsos que tenía en cada partido. Todo eso hace que construya su confianza poco a poco, va ganando más partidos. Ganarle a Nadal en el US Open no vino nada mal, pero lo confirmó derrotando a Andrey Rublev: ese quizás era un partido en el que el antiguo Frances se hubiese dejado ir, pero no quitó el pie del acelerador. Más tarde fue capaz de llevar a Alcaraz a cinco mangas. Creo que quizás él antes estaba un poco satisfecho, no era tan profesional como podía ser... pero ahora ya sabe lo que es jugar esos partidos nocturnos en el US Open, llegar a las semifinales de un gran torneo, y quiere más de eso, creo que quiere su primer Grand Slam", afirma convencida Austin.

Por otro lado, Andy Roddick destacaba el papel fundamental del tipo que ha moldeado a Frances en las sombras: Wayne Ferreira, el entrenador con el que por fin ha encontrando la anhelada regularidad. "Hay que darle méritos a Wayne Ferreira, porque ya llevan un par de años juntos. Wayne fue muy duro intentando convencer a Frances de que debía comprometerse al 100% con el proceso, de que debía tratar cada día como si fuese un trabajo, comiendo bien, descansando bien, llegando a tiempo a los entrenos. Todas esas cosas se van añadiendo y ahora Frances ya ha conseguido que sean un hábito. Lo que más me convence y más me gusta de él es que ya no se parece a un monitor de la frecuencia cardíaca: antes firmaba muchos winners y cometía muchos errores, ganaba un set 6-2 y perdía el siguiente 1-6. Ahora los errores no llegan a montones, como solían llegar: los partidos son más igualados, pero mantiene el saque mucho más y puede aprovechar las oportunidades".

CONSISTENCIA Y PROFESIONALIDAD

No hay que ir muy allá para entender todo lo que comenta un Roddick muy impresionado con la evolución de su compatriota. La irregularidad de Frances, un tipo capaz de lo mejor y de lo peor, dejaba luces y sombras en una personalidad de grandes contrastes. Ahora, el trabajo estricto fuera de la pista y la disciplina que le ha conseguido transmitir Ferreira se reproducen en patrones más ordenados, en menos vaivenes en mitad de cada partido y, en definitiva, un Tiafoe capaz de preservar energía y más inteligente a la hora de 'programar', si es que se puede, sus momentos de ebullición en cada encuentro. En 2023, el estadounidense tratará de asaltar nuevas metas (top-15, top-10)... y nosotros estaremos aquí para verlo y disfrutarlo.