El tenis francés sigue sin levantar cabeza y su futuro continúa estancado

Gran crisis la que vive en estos momentos una federación que ha tenido auténticos referentes a lo largo de la historia pero que ahora no tiene ningún joven prometedor.

Jesús Urdiola Giner | 18 Oct 2022 | 19.37
facebook twitter whatsapp Comentarios
Copa Davis 2017, la última gran gesta del tenis francés. Foto: Getty
Copa Davis 2017, la última gran gesta del tenis francés. Foto: Getty

Noviembre de 2017. Francia y Bélgica empataban a dos en la final de la Copa Davis y Lucas Pouille y Steve Darcis eran los encargados de jugar el punto definitivo para tratar de llevarse la ensaladera. En un partido sin prácticamente historia, el tenista francés se hizo con la victoria y lograba la décima Copa Davis para Francia en lo que sería la última gran gesta de una generación dorada con tenistas como Tsonga, Monfils, Gasquet o Simon.

Estos jugadores no han conseguido nunca un Grand Slam, pero sin duda hicieron que Francia fuese una potencia tenística y muy probablemente de no haber coincidido con el ‘Big 3’ alguno de ellos hoy tendría más de un ‘major’ en sus vitrinas. Sin embargo, esa falta de resultados hizo que por momentos fuesen muy criticados en el país galo, unas críticas que ahora resultan paradójicas, pues los aficionados franceses añoran los grandes momentos que les brindaron estos jugadores.

Francia vive en estos momentos la que probablemente sea su peor época en la historia del tenis, ya que, aunque tengan varios tenistas jóvenes que apuntan maneras, ninguno termina de despuntar y la anterior generación ya se está apagando, pues en estos momentos su tenista mejor ubicado en el ranking es Mannarino que está en el puesto 42 del ranking ATP.

LA ESCUELA FRANCESA NO FUNCIONA

Uno de los principales problemas que vive en estos momentos la Federación Francesa está en que su idea de juego ya no funciona. En Francia se busca siempre que sus tenistas desarrollen un juego muy vistoso, pero no consiguen que el jugar bonito se transforme en resultados. Jugadores como Hugo Gaston o Courentin Moutet por poner dos ejemplos, son considerados muy talentosos y sin duda ver un rato de sus partidos puede resultar muy entretenido para el espectador, aunque por desgracia para estos jugadores, destacan más por sus highlights que por sus logros.

En los últimos años son numerosas las jóvenes promesas que ha sacado Francia, sin embargo, ninguna de ellas ha conseguido ir más allá y todas están estancadas entre el circuito ITF y el circuito Challenger. De los muchos jugadores franceses que están empezando sus carreras, destacan por encima del resto Harold Mayot, ganador del Open de Australia Junior, Luca Van Assche y Arthur Fils. Mayot en el año 2020 apuntaba maneras, sin embargo una lesión a finales de ese año le hizo estar más de 8 meses parados, ahora ha podido completar una temporada y está cerca de entrar entre los 250 mejores del mundo. Por su parte Van Aschee es un jugador con mucho control en sus golpes y un magnífico revés, sin embargo, todavía le falta fuerza para poder competir con los mejores del mundo, ya que tiene un servicio muy vulnerable. Por último Fils, destaca por su potencia en los tiros, pero todavía necesita gestionar mejor los momentos calientes de los partidos, pues su juego le hace cometer muchos errores no forzados.

Otros dos tenistas que también están destacando en estos momentos son Arthur Cazaux, que apuntaba maneras hace unos años, pero nunca ha sido capaz de dar el salto y le sucede similar a Gaston y Moutet y Mpetshi Giovanni Perricard, un tenista de más de dos metros con un servicio espectacular y un muy buen revés a una mano, por lo que si logra mejorar sus movimientos podremos verle pronto en el top 100.

A pesar de que todos estos jugadores quizás tengan una buena carrera, a ninguno de ellos se le ve con madera de campeón, pues todos en cuanto se les ha puesto un ojo encima han defraudado. Ni las wildcards en los torneos franceses, ni el apoyo de la federación, han conseguido que alguno consiga dar el paso adelante que necesita su gente para volver a ilusionarse con el deporte rey de la raqueta. Francia está ausente de un jugador de primer nivel y parece que mucho tendrían que cambiar las cosas para que aparezca uno en los próximos años.

TALENTOS TARDÍOS

Otra cosa que también está resultando sorprendente en Francia es como muchos de sus jugadores comienzan a destacar pasados los 25 años, una situación que han vivido en las últimas temporadas tenistas como Arhur Rinderknech, Constant Lestienne o Quentin Halys. Estos casos, no tienen explicación aparente, pero es cierto que la presión en Francia por hacer bien las cosas suelen ser muy fuerte y posiblemente hasta que no consiguen liberarse de ella no logren desplegar su mejor tenis.

La realidad de todo esto, es que mucho debe cambiar la forma de hacer las cosas en la Federación Francesa si quieren cortar de una vez por todas la racha de casi 40 años que llevan sin ver a uno de los suyos ganar un Grand Slam. La infraestructura la tienen, pues el país galo es uno de los que más torneos Challenger alberga en sus tierras, además de la segunda federación que más torneos ATP organiza. Sin embargo, las cosas no les terminan de salir y ven como el resto de potencias tenísticas cuentan ya con algún joven jugador entre los 100 mejores o al menos cerca de conseguirlo.