Rafael Nadal podrá decir siempre que formó parte ineludible de la despedida de Roger Federer. El adiós profesional del suizo fue tan bonito como su manera de jugar al tenis, y puso a sus pies no solo a gran parte de la comunidad tenística, sino a los que han sido sus mayores rivales a lo largo de su trayectoria. Millones de imágenes han dado la vuelta al mundo, en especial una en la que Rafa y Roger, justo tras finalizar el partido de dobles en la Laver Cup 2022, se dan la mano en un gesto de unión y fraternidad que pone los vellos de punta. La emoción y sensibilidad de Rafa ha sido un tema a tratar en las últimas horas, y de él habló con toda la naturalidad del mundo en conversación con El Partidazo de COPE, rememorando grandes momentos junto a Roger y analizando al detalle una rivalidad que, finalmente, ha evolucionado a una amistad consolidada y consagrada.
Emoción en la despedida de Roger
"Fue un momento de muchas emociones juntas. Son muchos años en los que hemos disfrutado de uno de los mejores deportistas de siempre, no solo por sus títulos, sino también por su forma de conseguirlos. En la historia no se ha visto casi nunca hacer algo de una forma tan elegante, tan majestuosa y con tanta facilidad. Es difícil de repetir ganar tanto haciéndolo tan bonito".
Análisis de una rivalidad convertida en amistad
"Como todo, la rivalidad ha tenido sus etapas. Ha sido una relación que desde el principio fue buena, y que con el paso de los años se ha fortalecido. Creo que las personas normales aprecian al rival, siempre y cuando el rival sea una persona buena gente. Con los años uno se da cuenta, o al menos en nuestro caso, que se ha vivido algo especial. Así lo hemos vivido nosotros y así creo que lo ha percibido el mundo del tenis, y gracias a eso algunas personas se han interesado por nuestro deporte. Al final, nuestra forma de ver el mundo y la rivalidad en sí ha hecho que nuestra relación personal haya sido probablemente más importante que la profesional.
Desde hace años nuestra amistad se ha fortalecido, por diferentes motivos hemos tenido que estar más unidos que en los primeros años, y gracias a ello hemos hecho muchas cosas buenas y bonitas. Además, el hecho de estar juntos en el Consejo de Jugadores, para intentar dejar al tenis en una mejor posición que cuando llegamos, ha hecho que hayamos tenido muchas conversaciones y mucho contacto, muchas horas juntos; aparte, nos entendemos bien. A veces tenemos opiniones diferentes, pero siempre con la intención de mejorar nuestro deporte. A través de eso y de todas las horas que hemos pasado juntos en la pista se ha creado un vínculo de amistad que creo que va a perdurar".
¿Apreciaba a Federer de la misma manera en su primera etapa en el circuito?
"Nuestra rivalidad ha evolucionado de la misma manera que ha evolucionado nuestra relación personal. Al principio, cuando eres joven, solo estás pendiente de ganar, de querer ser mejor que el otro. Con los años, tanto uno como otro, más allá de que somos deportistas e intentamos ganar, creo que una vez hemos tenido vivencias juntos y hemos compartido momentos de tristeza compitiendo, en los últimos diez o doce años hemos llegado a apreciar especialmente todos estos partidos".
El partido más importante entre Nadal y Federer
"[Wimbledon] 2008 fue el más importante, por todo lo que significó, y [Open de Australia] 2017 fue el segundo más importante, ya que después de un tiempo lesionados volvimos a posicionarnos en un lugar de privilegio".
Emociones desbordadas
"Soy una persona sensible. Cuando ves a alguien que aprecias es difícil no emocionarse, se me fue un poquito de las manos (risas), porque fue un momento difícil de gestionar, y lo peor es que cuando llegué a la habitación, solo, me volví a emocionar".
¿Parte de sus lágrimas fueron porque pensó en una posible retirada cercana?
"No, cero. De verdad que no. Sé que ese momento llegará dentro de x, o de x y un poquito más, sabemos todos que con 36 años y medio estamos en la recta final de mi carrera deportiva, pero es algo que ni me planteo ni me he llegado a plantear. Mi emoción era simplemente por el momento, por la persona que se retiraba y por el aprecio y admiración que siento hacia Federer".
Exhibición en el Bernabéu
"No tengo ni idea de eso y no creo que el Madrid esté obsesionado con eso. Si en algún momento llega una petición de este tipo, es evidente que a mí me haría muchísima ilusión, habría que trasladárselo a él y ya se vería".
Roland Garros 2009
"En aquel momento yo no quería que ganara Federer esa final, esa es la realidad (risas). En aquel momento, en mitad de una rivalidad, yo tenía opciones de ser número uno y muy probablemente si ganaba él me iba a pasar. Por otro lado, yo soy una persona que ama el deporte principalmente. Yo le había ganado a Federer las finales de 2006, 2007 y 2008; creo que cuando alguien está tan cerca de ganar, es que lo merece verdaderamente. Iba a completar los cuatro Grandes, y cuando él termina ganando ese partido, yo me emociono y lloro en casa. Lloro por ver a alguien como Federer, al que tengo un gran aprecio y admiración más allá de la rivalidad deportiva, ganar en ese momento después de buscarlo tantos años. Eso me hace emocionarme y llorar: lo veo lógico y, al final, deportivamente me iba mal que ganara, pero me parecía que era el momento justo y lo que tocaba, que él completara el Grand Slam".