Pocas veces la caída de una referencia histórica a nivel deportivo trae consigo un relevo de igual consistencia y solidez, pero esto es lo que ha ocurrido en el circuito femenino. Ashleigh Barty decidía retirarse del tenis profesional estando en lo más alto, y nadie podía sospechar en ese momento que Iga Swiatek adquiriría el relevo con la naturalidad y firmeza que lleva meses mostrando. La australiana acumuló la friolera de 121 semanas en lo más alto del ranking WTA, erigiéndose en la séptima tenista de la historia que más tiempo pasó en esa posición de honor, pero la proyección de la polaca no es menor. Y es que aventaja en más de 500 puntos a su inmediata perseguidora, que en estos momentos es Ons Jabeur, y en los próximos meses tendrá mucho margen para seguir sumando.
Resulta preciso recordar que la gran eclosión de Swiatek llegó a partir del mes de febrero, cuando encadenó títulos en Doha, Indian Wells y Miami, antes de prolongar su racha con una inmaculada gira sobre tierra. Se da por hecho que sufrirá mucho para, en 2023, equiparar su rendimiento al de la presente campaña, pero hasta que llegue ese momento tiene semanas que pueden erigirse en una fuente de puntos que le otorgue mayor ventaja en la clasificación. Tan solo defenderá las semifinales en el WTA 500 Ostrava y una victoria cosechada en las WTA Finals del pasado año. Esta edición llegará como gran favorita al evento que reúne a las ocho mejores de la temporada y antes tendrá oportunidades de seguir sumando, como en el WTA 500 San Diego o en el WTA 1000 Guadalajara.
Swiatek llegó al número 1 el 4 de abril de 2022 y no ha abandonado esa posición
Incluso los compases iniciales de 2023 pueden proveer a la polaca de más alegrías en forma de adición de puntos al ranking, ya que defenderá semifinales en Adelaida y en el Open de Australia, así como segunda ronda en Dubái. Si a todo esto le sumamos la inconsistencia manifiesta de todas sus perseguidoras, salta a la vista que Iga puede legitimarse en la cima de manera prácticamente sempiterna. Únicamente una eclosión inesperada por parte de alguna jugadora del top-5 entre este tramo final de año y el arranque del siguiente, así como un hundimiento de dimensiones bíblicas por su parte, podrían amenazar su estatus de número 1 del mundo antes del mes de marzo de 2023. Además, Kontaveit y Badosa perderán muchos puntos en las próximas semanas, siendo Pegula y la mencionada Jabeur las únicas con verdadera proyección de crecimiento en sus respectivos casilleros de la clasificación.
Iga Swiatek no ha abandonado el número 1 del ranking WTA desde que lo conquistó el 4 de abril de 2022. Posiblemente, nadie podría esperar que su permanencia se dilatara tanto en el tiempo que la opción un relevo se difuminara por completo en un horizonte temporal donde solo se intuye a la polaca en lo más alto. El lunes posterior al Open de Australia 2023 cumpliría 41 semanas en la cima, siendo esto algo realmente factible, como ya hemos comentado. Eso la situaría aún lejos de meterse en el top-10 histórico de jugadoras con más semanas en el número 1, del que actualmente marca el corte Wozniacki, con 71 apariciones. Lo que está claro es que estamos asistiendo a la forja de un imperio en el que no hay una oposición clara y, por tanto, todo parece depender del propio rendimiento de Swiatek.
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