Cervara, sí al coaching: “Había que parar tanta hipocresía”

El técnico de Daniil Medvedev ve con buenos ojos la llegada del coaching a la ATP. “Que el entrenador hable no significa que el jugador vaya a hacerlo mejor”.

Fernando Murciego | 23 Jun 2022 | 09.09
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Gilles Cervara en un entrenamiento en Roland Garros. Fuente: Getty
Gilles Cervara en un entrenamiento en Roland Garros. Fuente: Getty

Hace dos días que saltó la gran noticia, la regulación del coaching en la ATP a partir del 11 de julio. Un periodo de prueba que se prolongará hasta finales de temporada y del que todo el mundo quiere comentar. Ayer lo hizo Carlos Moyá en Eurosport, poniéndote totalmente en contra de esta medida, así que hoy toca escuchar las palabras de Gilles Cervara, quien está a favor del cambio. En una entrevista con Tennis Majors, el francés valora los aspectos positivos de esta práctica y subraya que no habrá un cambio demasiado grande de cara al futuro.

¿A favor o en contra?

“Yo estoy más bien a favor, sobre todo para romper esta hipocresía en el ambiente y falta de consistencia con las sanciones a los entrenadores. A veces el juez de silla no se atreve, de repente al día siguiente se atreve por un coaching menos llamativo. Luego hay entrenadores que son multados por decir simplemente ‘¡vamos!’ durante el juego. No era una situación estable, no estaba bien regulada”.

Una idea que viene de atrás

“Llevábamos un tiempo esperando el anuncio. Según tengo entendido, la decisión nace después de hacer una consulta a varios entrenadores. A mí me consultó Daniel Vallverdú, que llevaba desde hace algunos años intentando poner esta iniciativa en marcha. Le indiqué que teníamos que parar ya con esta hipocresía, ya que todos los entrenadores hacen coaching en algún momento, ya sea con palabras o gestos. A partir de ahora, por fin queda autorizado como una práctica que existe”.

Lejos de ser una revolución

“No creo que cambie mucho, ya que la regla no permitirá que se produzca una diálogo reposado, como puede haber en un entrenamiento. Al final, el tema del coaching depende mucho de la relación personal que haya entre el jugador y el entrenador, el tenis es un deporte muy interno, ciertos jugadores ven al entrenador que habla demasiado como un parásito. Me ha pasado en partidos de Daniil, ver al entrenador del rival hacer coaching y tener el efecto contrario, o sea que a veces hasta me ha venido bien”.

Coaching verbal y no verbal

“Existen los dos tipos de coaching, pero no siempre se pueden llevar a cabo. En canchas grandes, por ejemplo, los palcos están lejos y los entrenadores son inaudibles, así que la segunda opción es preparar otro tipo de códigos, como pueden ser gestos u otros movimientos simples. Se trata de transmitir un mensaje en un segundo, así que lo tienes que tener muy bien estudiado. Luego habrá otros momentos improvisados que se vayan dado con el desarrollo del partido”.

La pureza del uno contra uno

“Eso no va mucho conmigo, todos los deportes individuales son deportes donde los atletas tienen que encontrar soluciones y donde los entrenadores puedes hacer coaching, no veo por qué en el tenis tiene que ser diferente. ¿Por qué, siendo tenis, el entrenador no puede enviar un mensaje a su jugador cuando lo tiene a cuatro metros de distancia en la pista? No lo entiendo”.

El origen de hacer coaching

“Para mí, siempre nace del jugador, por eso no cambiará nada de mi trabajo con Daniil. No haré más que antes, simplemente seguiré haciendo cosas para estar a la altura de lo que proponga el rival. Con esta regla quizá el entrenador tome más la iniciativa, pero tendrá que medir si es bueno para su jugador, si realmente lo necesita. Que el entrenador hable no significa que el jugador vaya a ser mejor, tendrá que dar la información correcta, en el momento correcto y de la manera correcta. Es todo un arte, a veces es como caminar por la cuerda floja”.

Huida en el último partido en Halle

“En este caso, se trata sobre todo de los deslices que tengo con Daniil. Simplemente, pierde los nervios por un detalle o porque el rival es mejor, no se calma y entonces la cosa se incendia. Cuando la cosa llega tan lejos ya no hay nada que hacer, la única forma de mejorar es irse. En mi caso, abandono la pista porque no acepto esa situación”.