El nuevo desafío de Javier Martí
Tras cerrar su etapa con Paula Badosa, el madrileño trabaja desde finales del 2021 con Nicolás Moreno de Alborán, su nueva ilusión como entrenador.


Caminando por el Club de Tenis Chamartín, unos gritos me llevan hasta la Pista 3 del recinto. Las vallas y los arbustos me impiden ver lo que hay dentro, pero no escucharlo: dos jugadores se están matando a palos. La intensidad del entrenamiento es tan alta que uno espera que de allí salgan dos tenistas en activo, pero solamente hay uno. Es Nicolás Moreno de Alborán (Nueva York, 1997), un hombre que por primera vez esta semana pisa el top300 del ranking ATP. A continuación, aparece su entrenador.
El hombre que guía sus pasos no es otro que Javier Martí (Madrid, 1992), una de las perlas que el tenis español no pudo disfrutar debido a las múltiples lesiones y operaciones que sufrió en su juventud. El madrileño no pudo cumplir sus sueños dentro de la pista, así que apostó por llevarlo a cabo desde fuera. Primero con Paula Badosa, a quien situó en el top30 en poco más de un año trabajando juntos. Hoy su desafío arranca de mucho más atrás, por lo que la motivación es todavía mayor. Sin soltar la raqueta y con las revoluciones ya controladas, Martí se sienta con Punto de Break para hablar de su presente y futuro en los banquillos.
¿Es muy común jugar contra tu jugador?
No es lo normal, pero por edad (30) yo tampoco soy un coach normal. Me retiré hace poco, me sigue encantando jugar y mantener la forma. Aquí en Madrid quizá estamos un poco faltos de jugadores de ranking alto, así que le propuse esta idea a Nico y le pareció bien desde un principio. Yo me encargo de mantener un ritmo alto para que él pueda aprovecharse de esto.
Antes que nada, ¿estás retirado oficialmente?
Yo nunca he dicho que me haya retirado, aunque lo estoy. Quizá esté mal, pero no he sido capaz de afrontar ese momento. Alguna vez lo he pensado, sé que nunca tuve un ranking de top100 ni gané grandes torneos, pero la mayoría de jugadores suelen colgar algún mensaje de despedida cuando tomas esa decisión. Yo no he sido capaz. Mi manera de dejar el tenis ha sido convertirme en entrenador y seguir disfrutándolo desde otra perspectiva, pero sin hablar mucho del tema.
Retirarte teniendo el nivel debe ser de las cosas más duras que le puedan pasar a un deportista.
Es algo terrible, quizá por eso se me hace tan duro. Es muy doloroso pensar que tu carrera está acabada. En días donde me veo bien de nivel y el codo me aguanta, todavía me dan ganas de ir y apuntarme a un Challenger. Intento no pensarlo, ahora estoy muy centrado en mi etapa como entrenador, en eso voy a basar mi futuro.
¿Sigues teniendo dolor?
Si solamente peloteo 40-50 minutos, estoy bien. Pero ahora que vengo de jugar un set entero con Nico ya empiezo a sentir dolor, mañana sé que ese mismo set ya no lo podría jugar. Mi codo da para jugar 3-4 días, más es imposible. Por eso lo dejé hace dos años y medio, en un torneo donde además me fue bien, pero ahí me di cuenta que no podía jugar las próximas semanas. Para tener un buen año tienes que jugar unas 25-30 semanas, algo totalmente imposible para mí.
Cuéntame la historia de Nico.
Nico es americano, llegó al Club de Tenis Chamartín hace cuatro años después de competir en la Universidad y quedar el sexto de Estados Unidos, tiene mucho potencial. En aquella etapa yo todavía competía, así que nos veíamos por aquí, entrenábamos juntos, cuajamos una buena amistad. El año pasado, cuando dejé de trabajar con Paula, él se pone en contacto conmigo y me propone un nuevo proyecto. Ahí vimos que coincidíamos en la manera de ver el tenis y en los valores que se necesitan para ello. Llevamos tres meses trabajando y estoy muy contento.
¿Cómo es sobre la pista?
Es un jugador muy agresivo, explosivo, con mucha fuerza. Su tenis se basa en su saque y su derecha, si logra manejar bien esa potencia creo que puede tener una de las mejores derechas del mundo en tierra batida. Es alguien muy trabajador, te lucha siempre hasta la última bola, un perfil de jugador que da gusto entrenar por su nivel de sacrificio, esfuerzo, compromiso y respeto. Está mejorando cada día, pero todavía queda un camino muy largo.
¿Qué techo le ves como jugador?
Ahora mismo tiene un ranking más de Futures, en los Challenger de momento tiene poca experiencia. El objetivo es competir lo máximo posible en el circuito Challenger e ir tocando cada vez menos los Futures, es todo un periodo de adaptación. La primera gira del año ha sido bastante positiva en cuanto a nivel, hemos tenido algún resultado ilusionante, así que el objetivo esta temporada es meternos entre el #150 y el #250 del mundo.
Dicen que el circuito está más duro que nunca.
El circuito está muy duro ahora mismo, pero yo cuando empiezo a trabajar con él es porque realmente le veo un potencial muy alto. Sé que queda un camino muy largo, pero estoy seguro de que puede ser top100. Paso a paso, hay que ir sumando día a día.
Con 24 años, mucho dirían que ya es tarde para explotar.
El tenis ha cambiado totalmente en ese sentido. Hay gente que con 24 años ya está quemada por estar 300º del mundo, que ha perdido la ilusión, pero él no. Nico tiene la ilusión de un infantil debido a que viene de la Universidad, durante esos años no compitió en Futures, así que lleva relativamente poco en el circuito. La tendencia ha cambiado, sabemos que hoy se dan casos de jugadores que en un año pueden pasar de ser 300º a estar 80º, así que nos apoyamos mucho en esos ejemplos, siempre con humildad.
Mentalmente, ¿le ves preparado para dar el salto?
Justo estos días lo hemos estado hablando. Nico a veces peca de tener exceso de ganas, eso le produce un poco de ansiedad, por ahí le intento enseñar de mi experiencia e invitarle a que disfrute del tenis. Que disfrute de ir un día al club por tener un buen entrenamiento, tan simple como eso. Luego es súper importante tener un buen equipo detrás, rodearte de buena gente. Sobre todo, que cada día que se meta en la cama sienta que ha mejorado un 1%. Si logra este objetivo, a final de año puede ser un jugador totalmente distinto.
De Badosa a Nicolás, nada que ver.
En los dos casos había un margen importante de mejora en el ranking, a mí como entrenador me gustan esos retos. Si coges a alguien que ya esté #15 del mundo, está claro que es un gran proyecto, pero quizá tengo menos margen para dejar mi sello en ese jugador. Con Nico me ilusiona eso, ver que está 300º y saber que puede estar más arriba.
¿Qué proyecto te parece más complicado?
Diría que el de Nico es más complicado. En el caso de Paula, ella ya había tenido una carrera muy buena de joven, era una jugadora muy talentosa. Nico es un jugador que, ahora mismo, nadie cuenta con él para hacer grandes cosas, está 300º del ranking y lo máximo que ha hecho es ganar algunos Futures.
¿Cambia mucho de entrenar en el circuito ATP a hacerlo en WTA?
Mi manera de entrenar no es muy distinta. Está claro que en el circuito masculino se ve un juego más potente, eso es obvio, hay un poco más de variedad, pero a mí me gustan entrenar las mismas cosas. No me ha cambiado tanto en ese aspecto.
Lo que está claro es que el entrenador español siempre está de moda.
Hay muy buena materia prima en España con entrenadores jóvenes que además han dejado de jugar hace poco, eso te ayuda a tenerlo todo bastante reciente en la cabeza. Por ejemplo, el trabajo que ha hecho Carlos Boluda con Núria Párrizas es espectacular. Recuerdo coincidir con ellos en un torneo, estando Núria 150º del mundo, donde escuché coachear a Carlos y pensé: ‘Es imposible que no acabe el año top100’. Me sorprendió mucho, ahora mismo es uno de los mejores. Luego está Guille (Alcaide) que también está con Verdasco y seguro que le va a ayudar muchísimo, o los hermanos Pulgar en Estados Unidos. Es un perfil de entrenador al que le gusta mucho el tenis, es la única fórmula para dejar jugar y enseguida volver a viajar.
¿Es verdad que estás todo el día viendo partidos?
Nada más despertarme, lo primero que hago es ver todos los resúmenes de ATP y WTA, es imposible que me pilles con un resultado. Luego cuando estoy en casa y tengo tiempo entro a Youtube y chequeo todo. Es mi vida, mi pasión.
¿Alguna web que me puedas recomendar?
Punto de Break, no fallo. Todos los días del año (risas).
Ahora tendrás que ponerte las pilas con el circuito Challenger.
Claro, a mí me gusta seguir todos los circuitos en general, pero me enfoco sobre todo en el rango de ranking del jugador al que entreno. Antes estaba muy centrado en el top100 de la WTA y ahora me estoy empapando de los tenistas que hay del 200 al 300 del mundo. Me paso el día en Challenger TV, intento controlarlo todo, lo necesito para recolectar la información y preparar la táctica adecuada antes de cada partido.
¿Qué sueño te gustaría cumplir esta temporada?
Me gustaría que mi jugador cumpliera sus objetivos, esa es mi prioridad. Que hayamos disfrutado, que se mantenga esta buena conexión y que su nivel, aparte del ranking, haya subido.
¿Nada más?
[…] Que el codo me deje un poco tranquilo para jugar un par de torneos, volver a disfrutar de esa sensación.