Ale Tabilo, la perla chilena nacida en Canadá que ya es top-100

El chileno ha deslumbrado en este inicio de 2022. Detrás de su llegada a la primera línea del circuito existe una historia plagada de trabajo y sacrificios.

Alejandro Tabilo. Fuente: Getty
Alejandro Tabilo. Fuente: Getty

Varios jugadores del circuito ATP han conseguido dar el salto al top-100 en este inicio de 2022. Pocos, quizás, tengan tras de sí una historia tan rica y compleja como la de Alejandro Tabilo. De primeras, hablar de alguien que compite bajo bandera chilena pero nacido en Toronto, Canadá, puede resultar extraño. ¿Cómo es posible que ese alguien se haya decidido a representar a un país en el que no nació y, que, sobre todo, carece de las infraestructuras y seguridad que puede aportar una Federación tan potente como la canadiense? El amor de "Jano" por el país sudamericano, del que son originarios sus padres, no conoce fronteras. Y no podía ser en otro sitio que en Santiago, la capital de Chile, donde por fin rompiese la barrera que siempre ansió.

En efecto, Tabilo nació y creció en Toronto, uno de los centros neurálgicos de la mejorada y en constante desarrollo Federación de Tenis de Canadá. Más tarde, cuando llegó a la Academia de Nick Bollettieri, en Estados Unidos, donde se formó durante varias temporadas, ya había tomado su decisión: si algún día lo llamaban desde Chile, jugaría para ellos. "Canadá me ha ofrecido de todo. Cada año que gano los Nacionales me invitan a su centro de alto rendimiento a entrenar. Me han tentado con ayuda y viajes, pero mis padres no lo han aceptado por mi interés de jugar con Chile: ellos lo saben. De hecho, mi apodo es 'Tabilo El Chileno'". Estas declaraciones tuvieron lugar en 2013, cuando Canadá contaba con Milos Raonic como principal estrella (#11 del mundo en aquel instante) y Chile tenía como punta de lanza a Paul Capdeville... el #143 del mundo.

Cuando Bollettieri le vio jugar por primera vez, le dijo sin tapujos a Ale que le recordaba "a Marcelo Ríos". Palabras mayores: la exquista zurda del Chino es patrimonio mundial tenístico, no solo chileno. En cierto modo, ver jugar a Tabilo sí que te hace recordar épocas pasadas y, sobre todo, a patrones de juego que se alejan del típico terrícola sudamericano. Cercano al 1'90 de altura, Tabilo siempre está predispuesto a dominar y, en caso de defenderse, a pasar al ataque en apenas un par de golpes. Su derecha es su mejor arma: le corre una barbaridad y la acelera con una facilidad pasmosa, permitiéndole entrar en pista. Maneja la paralela sin problemas y su revés cruzado es raso, pasando a escasos centímetros de la red. Su planta y sus efectos de zurdo le permiten apoyarse con el saque, especialmente en el abierto. Es un jugador que quiere mezclar lo mejor de los dos mundos, pero al que aún se le nota, como es lógico, su experiencia en pistas duras durante su adolescencia.

Pero las cosas no siempre fluyeron de forma tan natural. Cuando tocaba dar el salto al profesionalismo, allá por los inicios del 2018, Alejandro Tabilo tenía problemas de sobrepeso. La limitada movilidad le impedía ni tan siquiera acercarse al circuito Challenger, donde caía fácilmente ante tenistas en mucha mejor forma. Ya se había nacionalizado chileno, allá por 2016, justo tras derrotar en un torneo Futures a su compañero generacional Nicolás Jarry (curiosamente en suelo canadiense). Pero ahora los problemas no tenían que ver ni con su tenis ni con su identidad. Aquí apareció una especie de ángel de la guardia, el tipo que instauró en "Jano" una mentalidad guerrera y un régimen que continúa a día de hoy: Guillermo Gómez.

DEL SOBREPESO A SER UN PESO PLUMA

Gómez llegó al equipo de Tabilo en mayo de 2018. En apenas meses, Alejandro había pasado de los 100 kilos... a los 65. Se había convertido en todo un peso pluma a pesar de su imponente altura. Su cuerpo estaba descompensado, además de que en lo mental faltaba confianza por todas partes. Como confesó en Emol, Gómez "obligó" a su pupilo a dejar de competir durante cuatro meses. "Fue un cambio físico importante el que vivimos, un cambio que supo llevar con el profesionalismo que muy pocos tienen. Ha sido un proceso muy largo", confesaba Guillermo desde Melbourne, a inicios de 2020. Tras meses y semanas de arduo trabajo, el preparador chileno consiguió aproximar a Tabilo a su marca perfecta, un peso ideal que hoy en día se coloca entre los 80 y 83 kilos, como confesaba recientemente en una entrevista en AS Chile. "Hoy está en una mejor forma, desde luego, aunque no todo está solucionado. Tenemos un historial de altas y bajas con el peso considerables, así que siempre es una preocupación para nosotros. Ahora estamos tratando de meterle carbohidratos: intentamos que su masa muscular aumente, pero no su peso".

Cuando Tabilo ganó su primer partido en Grand Slam, en la primera ronda del Open de Australia 2020, confesó que anteriormente le costaba llegar al tercer set de los partidos. Su mayor disciplina y rigor se manifiesta no solo en lo físico, sino también en su madurez a la hora de construir los puntos. La tierra de esta gira sudamericana suponía un verdadero desafío para él: había vuelto a hacer ruido en la ATP Cup, poniendo en dificultades a Filip Krajinovic y a Pablo Carreño y ganando un partido ante Viktor Durasovic, además de volver a ingresar en el cuadro final de Melbourne. Tras cambiar su hoja de ruta (en principio iba a jugar en Dallas, Delray Beach y Acapulco), la arcilla fue el mejor amuleto para él.

Porque llegaba a la misma fuera del top-140 y con un claro objetivo de cara a 2022: romper la barrera de los cien mejores. Los habituales del circuito Challenger, entre los que me incluyo, ya sabíamos de la versatilidad y potencia del tenis de Tabilo: la temporada pasada creció en pistas duras (primera final en Lexington) y triunfó en clay (primer título Challenger en Guayaquil). Entre medias, buenas apariciones en el circuito ATP, con un parejo partido ante Matteo Berrettini en Indian Wells. 2022, con un equipo de trabajo establecido y sin presiones externas, era el año de dar un paso hacia delante. La primera parada fue Córdoba, en una semana inmaculada que solamente se vio truncada por la falta de experiencia y jerarquía en el partido por el título. A pesar de ser superado por Albert Ramos en la final, Tabilo no iba a desperdiciar una nueva oportunidad de meterse entre los cien mejores.

Y cuando esta oportunidad llegó, en el duelo de cuartos de final del ATP Santiago 2022 ante Miomir Kecmanovic, el "Jano" la abrazó con fuerzas, con una actuación estelar que levantó al público de sus asientos. Ya se los había metido en el bolsillo, puesto que el día anterior había derrotado al #1 de su país, un Cristian Garin que nada pudo hacer ante el festival de palazos desde el fondo de su compatriota. A pesar de perder en semifinales ante Pedro Martínez, Tabilo puede estar contento con la ruta que está siguiendo, con pasos cortos pero seguros que ya le hacen ser partícipe de la primera línea de batalla del circuito ATP.

LA BENDICIÓN DEL CHINO RÍOS

Si al principio de este análisis hablábamos de las similitudes entre el tenista nacido en Toronto y el único número uno de la historia del tenis chileno, es el propio Marcelo quien es capaz de radiografiar a Tabilo como prácticamente ningún otro. Así lo confesaba Alejandro en una entrevista con La Tercera: "Me dijo que le gustaba la forma en que jugaba, que no jugaba tanto como sudamericanos y españoles, que no estaba metido tan atrás de la pista. Siempre le ha gustado el tenista que juega más adentro de la cancha. Me aconsejó a la hora de tomarme mis tiempos, con detalles que me podrían ayudar a manejar situaciones complejas". Esa gestión de las ventajas o de los momentos culminantes fue su único lunar en el partido frente a Ramos, pero si algo tiene Tabilo es tiempo (solo 24 años) para remediarlo. De tenis va sobrado, de personalidad y humildad también, y no será por falta de sacrificio, desde luego. Un talento natural que quiere alcanzar en el ranking a su buen amigo Denis Shapovalov (crecieron juntos en el sistema formativo canadiense), con quien se habla con asiduidad y comparte ciertas similitudes tenísticas. Un zurdo de oro que ilusiona a toda Chile. Su techo solo nos lo dirá el tiempo.

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