Timofey Skatov, el kazajo más 'español' que busca su gran salto en 2022

Kazajo pero asentado en Valencia, este ex nº 1 júnior lleva tiempo peleando por hacerse un nombre y parece que 2022 es el año de su irrupción. Enorme potencial.

Rubén Pérez Serrano | 7 Feb 2022 | 18.32
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Skatov, durante el Open de Australia 2022. Foto: Getty
Skatov, durante el Open de Australia 2022. Foto: Getty

Cuán complicado es el salto del mundo júnior al mundo profesional. En cualquier deporte y el tenis no escapa a esa realidad. Multitud de chavales enormemente prometedores que luego se disipan y se pierden entre crisis personales, deportivas por la presión que deben soportar y lesiones varias. Y qué poquitos escapan a eso. El tenista kazajo Timofey Skatov tenía muchas papeletas de ser de los del primer grupo citado. Llegó a ser número uno del mundo júnior allá por 2017. Jugador bajito (173 cm) pero muy rápido, peleón, con mucha consistencia de fondo de pista y una base española muy prometedora. Las lesiones y la presión lo lastraron varios años y le ha costado una barbaridad asomar la cabeza entre los 300 mejores del mundo. Ahora, empieza a ver claro su progreso y el salto a los mejores torneos parece toda una realidad para él.

Hacía tres años, nuestro compañero Fernando Murciego entrevistaba a José Altur, que en su afamada academia de Valencia forja a grandes campeones. Uno de esos proyectos, uno muy ambicioso, era y es el de Timofey Skatov. Nacido en un pequeño pueblo de Kazajstán cerca de Rusia, pero que se vino muy joven a España, donde por sus condiciones de jugar aguerrido y de mucha movilidad, podía explotar al máximo su tenis. Le veían no como al prototípico tenista ruso o de la antigua URSS, desordenado, anárquico incluso, impenitente pegador.... Skatov era más bien un chico que se asemejaba con Igor Andreev o Svetlana Kuznetsova. Un trabajador del tenis, un constructor de puntos, más que destructor de juego. Su padre quiso que fuera futbolista pero no le aceptaron y Skatov se acabó decantando por el tenis.

Ahora Timofey tiene 21 añitos, aún es muy joven, y más teniendo en cuenta en qué ritmos de madurez se mueve el tenis hoy en día. Si bien algunos de su generación ya están en la élite bien asentados, no tiene porqué ser ese el único camino hacia el éxito. En su día estaba por encima de gente como Sebastian Korda o Emil Ruusuvuori. El salto al profesionalismo le ha costado más de lo que él hubiera deseado, pero aquí le tenemos en 2022. En su primera tentativa en un Grand Slam, Skatov superaba la siempre complicadísima criba de la fase previa y accedía al cuadro final del Open de Australia 2022. No tuvo ya tanta suerte ahí y el eslovaco Norbert Gombos lo despachaba en cuatro mangas.

Es el cuarto kazajo ahora mismo en la clasificación, alojado en el puesto 253 del mundo. Su magnífica progresión en los últimos tiempos (acabó 2020 como 440º), le han hecho merecedor de recibir una importante subvención de la ITF en virtud de su renombrado programa Grand Slam Player Development Programme. Será uno de los 44 jugadores que se beneficien de esta inyección económica cifrada en 25.000 dólares. Como el mismo Skatov reconoce en la web de la ITF, supondrá para él un gran empujón en sus viajes que en enero y febrero le llevan por India, Sudamérica y Europa, propiciando así que pueda disputar un gran número de torneos.

Dura transición al mundo profesional

El joven kazajo habla sobre la responsabilidad y la presión que se instalan en uno cuando alcanza la cima en la época júnior. "Por un lado es fantástico ver todos los Grand Slams, sentir ese ambiente, ver a los grandes jugadores... pero por otro lado se me hizo muy complicado todo cuando llegué al número uno. Me puse mucha presión sobre mí mismo y no me vino nada bien eso", admite 'Timo', que es como le llaman sus más allegados. "Tuve algunas lesiones, no pude jugar ciertos torneos, en total estuve un año lidiando con todo esto. Luego traté de jugar algunos Futures. Fue un largo viaje hasta que pude regresar a un Grand Slam. Cuatro años después, he estado de nuevo en Australia. Se siente increíble estar de vuelta", cuenta el kazajo.

Muchas ambiciones y aspiraciones se le abren y presentan ahora a Skatov, que quiere seguir progresando en el circuitoo masculino y también aportar su granito de arena al combinado kazajo de Copa Davis que viaja a Noruega en marzo por la fase de clasificación para las finales. Sabe que es complicado jugar pero ante todo busca ganar experiencia. "Quiero ser parte del equipo, ya veremos si tengo alguna oportunidad de jugar", dice. Lo que es seguro es Skatov ha llegado para quedarse y que iremos oyendo cada vez más su nombre. Este sí, kazajo de Kazajstán y no de Rusia, aunque español de formación y residencia y de alma tenística.