El apasionante viaje de Paula Badosa al top-5 del ranking WTA
Repasamos el recorrido tenístico y emocional que ha llevado a la carismática tenista español al lugar que le corresponde: la élite del tenis femenino mundial.


Dicen que lo más díficil no es llegar sino mantenerse, pero Paula Badosa ha experimentado en sus propias carnes la dureza del ascenso a los altares del circuito femenino. El tiempo se escapara entre los dedos y en la mente se mezclan fechas, recuerdos, resultados. Pero por encima de todo eso, perdura en todo aquel que haya visto jugar a la española una sensación única de encontrarse ante una deportista especial, una mujer forjada a sí misma que ha tenido que enfrentarse a obstáculos mucho más complicados y numerosos de los esperados, y que ha salido reforzada de cada uno de ellos. Todo aquel que atraviesa malos momentos valora mucho más lo positivo, pero Paula no se va a conformar.
Las elevadas expectativas en torno a ella desde que era una adolescente y su evidente potencial tenístico fueron su peor enemigo, pero esa niña tímida y asustadiza que recorría los pasillos del Mutua Madrid Open hace más de un lustro, comparando con su fiereza competitiva, se ha convertido en una de las mejores tenistas del mundo. Esa joven que desafió a Errani y Cornet, que cada año sufría problemas físicos y se veía superada por unos nervios que apenas podían esconder el caudal inagotable de tenis que derrochaba, ha tornado en un animal competitivo indomable en la pista, repleta de ambición y consciente tanto de que vendrán malos momentos como de que estará preparada para superarlos.
Badosa ha pasado de ser la 70 del mundo al top-5 del ranking WTA en 52 semanas
Todo aquel que ha visto de cerca los fantasmas que suponen problemas de salud mental como la ansiedad o la depresión sabe que si se logra salir de ese agujero, la vida se ve desde otra perspectiva. Pero no podemos limitar la eclosión de la española a su espectacular fuerza mental, ni siquiera a un talento innato que de tan evidente y notable se convirtió en una desventaja cuando no sabía manejarlo. Y es que el trabajo duro, el amor por el tenis y las ganas de ser mejor cada día son los motores de una Paula que cuenta con los ingredientes necesarios para grandes éxitos. Puede conseguirlos o no, pero lo que es seguro es que todo aficionado detecta ya a la nacida en Nueva York como una de las tenistas por las que merece la pena pagar una entrada para verla en directo.
Entre la tenista que entró al top-100 con una sensación de liberación y alivio, y la que ha alcanzado hoy el top-5 del ranking WTA con el aplomo que da saber que se tiene todo lo necesario para construir un legado triunfal, solo esos intangibles permanecen, pero imbuidos de un aura de aprendizaje y madurez absolutas. Paula ha sabido aprender de todos sus entrenadores, ha roto con ellos sin estridencias y cada etapa nueva que abre la afronta con ilusión y sin miedo a salir de su zona de confort. El cambio fisico que ha hecho es tan evidente como meritorio, alcanzando un equilibrio utópico entre velocidad en sus desplazamientos sin que ello haya supuesto pérdida de potencia en sus tiros.
Muchas piedras en el camino, pero la ilusión y la fe nunca se perdió. El sueño siempre fue más grande que todo. Gracias a los que me apoyáis y habéis apoyado siempre❤️.
Y a los que no, también porque me habéis hecho aún más fuerte--.
Seguimos…--#top5 pic.twitter.com/8cUR7W4X8u— Paula Badosa (@paulabadosa) February 7, 2022
Mejoró el saque, mejoró la derecha, mejoró el revés, mejoró absolutamente todo. Y lo mejor de todo es que aún parece haber margen de mejora en esos aspectos. Puede resultar paradójico, pero da la sensación de que toda esa presión mediática que llegó a asfixiar a Paula en su paso de joven promesa a realidad del tenis profesional, le permitirá manejar mucho mejor todo lo que acarrea ser una de las mejores del mundo. Nadie lo ha tenido más difícil para llegar aquí y pocas desean tanto como ella perpetuarse en la élite y disfrutar de una carrera esplendorosa. Lo consiga o no, Badosa es una tenista especial, una deportista con todas las letras que hará vibrar a los aficionados con su capacidad de lucha y pasión por lo que hace.