
La figura del juez de línea está cada vez más amenazada por los avances tecnológicos y la justificación de reducir el personal en la pista debido a la necesaria distancia social por la pandemia. Tennis Australia ha decidido dar continuidad a la corriente iniciada hace ya dos años en Nueva York, por la que todas las bolas serían arbitradas por el sistema electrónico empleado antes para las revisiones del ojo de halcón. Así pues, la automatización de los cantos estará vigente en todos los torneos de la gira, así como en el Open de Australia 2022, donde también se mantendrá la imposibilidad de que los recogepelotas acerquen la toalla a los jugadores, siendo ellos los que tengan que cogerla en todo momento que la deseen, como informa heraldsun.com.