Dominic Thiem vuelve a sus orígenes

Después de estar medio año sin competir, la receta para volver a la élite por parte del austriaco es muy clara: jugarlo prácticamente todo, como antes.

Carlos Navarro | 23 Dec 2021 | 17.52
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Dominic Thiem, tras ganar en Buenos Aires en 2016. Fuente: Getty
Dominic Thiem, tras ganar en Buenos Aires en 2016. Fuente: Getty

Dominic Thiem quiere ser uno de los nombres propios de la temporada 2022. No en vano, el austriaco estuvo prácticamente desaparecido a lo largo del año: después de vivir el momento profesional más especial de su carrera, conquistando su primer Grand Slam en Flushing Meadows y siendo, en aquel momento, el más joven en tener un título de Major, los problemas a nivel psicológico se vieron sucedidos por complicaciones físicas que dejaron su temporada en jaque. La presión y la ansiedad de las expectativas tras triunfar en Nueva York fueron el caldo de cultivo para que, una vez descansado tras una desastrosa derrota en primera ronda de Roland Garros, surgiese una inconveniente lesión de muñeca de la que trató de recuperarse en la segunda parte del año.

Ahora Thiem vuelve a escena y parece hacerlo de forma muy consciente, con un plan prediseñado que recuerda al Dominic Thiem de antaño, aquel joven alocado que aparecía prácticamente cada semana. Muchos le exigían un calendario más dosificado, una hoja de ruta que le permitiese dar sus máximos picos en los torneos señalados. Pero el de Wiener Neustadt se empeñaba en jugar torneos menores, en acumular semanas y semanas de juego que, al estilo de lo que le pasó a Andrey Rublev este año, acababan por dejarle con un desgaste físico brutal en determinados momentos de la temporada. Una vez Dominic supo encontrar el equilibrio, fue campeón... pero, ¿a qué costo?

Su vuelta al circuito, así pues, parece tener como objetivo recuperar al Thiem de antaño. Ese jugador sobre el que empezaban a recaer miradas. Afirmaba jugar de forma tan constante por un único motivo: su amor por la competición y por el deporte, unas ganas locas de medirse a la élite que se demostraban, a su vez, en su propio estilo de juego (no son pocos los que afirmaban de Dominic que parecía golpear cada pelota como si fuese la última, dándole una cantidad de potencia, en ocasiones, exagerada). Tras estar seis meses sin jugar un torneo profesional, parece haber aflorado, de nuevo, ese Thiem que busca aparecer en cada semana del calendario. Literalmente.

OCHO SEMANAS SEGUIDAS DE TENIS

En estos momentos, Dominic se ha comprometido a jugar en las ocho primeras semanas del calendario. Sí, como lo oyen. El caso, claro, es que ya se ha bajado de los que, en teoría, eran sus dos primeras citas de la temporada: la ATP Cup (primera semana del año) y el torneo de Sydney (segunda). Todo ello se debe a un resfriado que parece haber retrasado sus plazos de recuperación, dejando un mensaje que mezcla el optimismo (el Open de Australia 2022 sigue en pie) y la cautela (aún no ha alcanzado el 100% de confianza en sus golpes, especialmente con su derecha). Como decía el propio Thiem, apunta ya al Open de Australia, una cita de máxima exigencia en la que volver al circuito. Quizás sea un poco precipitado...

Y, en caso de que finalmente piense exactamente eso, el austriaco ya se ha cubierto las espaldas. Incluso si volviese en el torneo australiano, Dominic ya tiene hoja de ruta a continuación, una hoja de ruta que parará en todos los destinos posibles. Thiem se ha comprometido a disputar la gira sudamericana de arcilla, una época del año que puede ser muy beneficiosa para su tenis y que contiene torneos en los que ya ha triunfado. El caso es que Thiem se ha apuntado a jugar, literalmente, todo. En primer lugar, el 250 de Córdoba, donde llevará a cabo su debut; a continuación, los ATP 250 de Buenos Aires (donde ya fue campeón) y el ATP 500 de Río (el que sería el torneo de mayor exigencia de toda la gira), finalizando con el ATP 250 de Santiago, en Chile. Si no se baja de ninguno de estos eventos, Thiem acumularía, así pues, cuatro semanas seguidas de competición, un auténtico Tourmalet tras tanto tiempo fuera de las pistas.

Así pues, ha vuelto el Thiem de Gunter Bresnik, el joven rebelde que quería competir en todos los torneos. La pregunta es... ¿será el enfoque correcto? ¿Sufrirá las consecuencias de esta planificación? Solo el tiempo lo dirá.