Más allá de la paliza recibida por Australia en el primer día de competición en la Copa Davis 2021 (perdió 0-3 ante Croacia), la rueda de prensa de los australianos fue noticia por la rajada que Lleyton Hewitt, capitán del equipo, profirió al conocer que este evento se mudará a Abu Dhabi por los próximos cinco años. El otrora tenista no se cortó ni un pelo al decir todo lo que piensa acerca de los distintos cambios que está teniendo la Copa Davis, tanto en su formato como en las sedes donde se juega.
“Solo había escuchado el rumor, por lo que no sé si se ha confirmado o no”, comienza diciendo Lleyton, no demasiado contento. “Pienso que es ridículo. Esta no es la Copa Davis. Ya he hablado sobre esto en los últimos tres o cuatro años. Sí, este es un maravilloso estadio, pero no hay un púbico masivo. Esta no es la Copa Davis. Algunos de mis mejores recuerdos son jugando este torneo, semifinales o final, delante de una grada hasta arriba. No importaba si era en Australia o Hawaii. El ambiente era increíble. Incluso con el público en contra, eso también era especial”, continua.
Hewitt, muy decepcionado
“Tony Roche y yo, nos sentamos delante de estos chicos y les contamos historias de cuando tuvimos la ocasión de jugar en aquellas situaciones y estoy realmente decepcionado, sobre todo por un chico como Alex (De Miñaur), que hubiera dado lo que fuera por vivir un partido de aquellos”, señala Lleyton.
“La Davis se celebraba dentro del mayor de los respetos porque se jugaba al mejor de cinco sets, como los Slams. Ya tiramos abajo esa puerta y, ahora, además, nos hemos cargado el jugar en casa o de visitante. Jugar fases previas o al mejor de tres sets no es lo mismo. Para mí, es ridículo que vendan el alma de la Davis a Oriente Medio por cinco años. Están matando la competición”, apunta.
Lleyton comenta que nadie les ha preguntado acerca de posibles ideas, tanto para la competición como para las posibles sedes organizadoras. “Hace cuatro años que no nos piden opinión. Esto está liderado por un jugador de fútbol y su empresa. Es algo totalmente distinto a lo que se ha visto en el tenis para un torneo así de grande. La ITF no ha venido y me ha preguntado mi opinión, ni a mí ni a ningún australiano, que ha tenido la mayor de las tradiciones aquí, junto a otros dos o tres países más durante más de 100 años. Esto ha cambiado a peor. Hemos perdido algo especial”, sentencia.