Las lágrimas de Martina
Barbora Krejcikova sorprendió a todo el mundo en Guadalajara hablando del pasado de la República Checa. El speech que emocionó a Navratilova.


El 17 de noviembre no es una fecha cualquiera para los habitantes de la Republica Checa. Hace dos días, en las WTA Finals de Guadalajara, Barbora Krejcikova y Katerina Siniakova se convertían en la primera pareja checa en coronarse maestras del tenis mundial. Pero es que hace 32 años, en esa misma fecha, la Revolución de Terciopelo acabó para siempre con el Partido Comunista de Checoslovaquia, dando la bienvenida a una era de libertad e independencia. Estas dos realidades confluyeron en la entrega de trofeos gracias a un discurso memorable por parte de Krejciokva que terminó provocando las lágrimas de la mismísima Martina Navratilova.
No lo esperaba Martina, no lo esperaba nadie, pero desde el momento en el que Barbora Krejcikova agarró el micrófono la sensación era que algo iba a pasar. Ya empezó a notarse en el momento de la celebración del título, donde pudimos ver a la checa con un rostro helado, casi sin expresión, parecía que lo último que acabara de hacer fuera conquistar unas WTA Finals. Pero en su cabeza ya estaba en marcha el siguiente paso, el de honrar a su pueblo a través de un discurso donde homenajear a la gente de la República Checa, justo en la fecha del aniversario donde cambió el curso la historia de un país.
“Esa mañana, mirando en Internet, vi que todos estaban recordando el 17 de noviembre, uno de los días más importantes de nuestra historia. Pensé que sería agradable recordar a la gente fuera de la República Checa lo que significa para nosotras este día, una celebración de libertad. Estuve preparando el discurso, de hecho estaba bastante preocupada y muy nerviosa. El inglés no es mi primer idioma y el discurso no era el habitual, pero tenía muchas ganas de compartirlo y hacerlo bien”, reconoció Barbora luego en rueda de prensa, tras convertirse en la gran protagonista de la ceremonia.
EL CASO NAVRATILOVA
Claro, que toda la escena cobra otra dimensión si tenemos en cuenta que, apenas un metro detrás de ella, Martina Navratilova observaba entre lágrimas a su compatriota relatar una realidad que ella conoce bien. Una mujer que sufrió la tiranía del Bloque del Este como pocas, cuando con tan solo 18 años abandonó su país pidiendo asilo político a Estados Unidos, quienes aceptaron su residencia temporal. En 1981 conseguiría la ciudadanía estadounidense, pero en su mente siempre quedó la herida de tener que huir de su tierra debido a las falta de libertades y otros yugos que había impuesto la Unión Soviética, quienes controlaron Checoslovaquia durante tantos años.
“Yo todavía no había nacido cuando pasó todo aquello, así que tampoco puedo decir que lo recuerdo”, señaló Krejcikova. “Lo que sí recuerdo es la imagen de mis padres hablando mucho del tema, de todo lo que sufrieron con aquel régimen. Estoy orgullosa de que tuviéramos a tanta gente valiente, estudiantes y ciudadanos que lucharon por todos nosotros. Cuando trabajé con Jana (Novotna), ella también hablaba mucho de eso. Ahora es momento de apreciar lo que tenemos, ahora podemos viajar, podemos hacer todo lo que amamos, algo que por entonces fue muy difícil para esas generaciones”.
The incredible Krejcikova speech yesterday that made Martina (and everyone tbh) cry. Sport! pic.twitter.com/okDy20oJOW
— Aditya Shrikrishna (@gradwolf) November 18, 2021
A su lado, Katerina Siniakova la miraba con orgullo, un orgullo de amiga pero también de compatriota, pensando que seguramente ella no lo podría estar expresando mejor. “Fue un discurso increíble, Barbora es una mujer muy valiente, quería hacerlo porque era un día realmente especial para nosotras. Como ya dijo ella, este día representa una fecha fundamental para los checos, el recuerdo de una etapa muy complicada para nuestro país. Debemos sentirnos inmensamente felices de la vida que tenemos ahora, donde todo va bien. Estoy muy orgullosa de mis orígenes y de representar a la República Checa”, expresó la número 1 del mundo de dobles.
Navratilova, mientras tanto, seguía llorando tras ellas. Recordando la etapa más difícil de su vida, el dolor de tener que dejar atrás sus orígenes, obligada por un contexto que hubiese terminado con ella, y empujada hacia un nuevo lugar donde sí abrazasen la libertad de expresión. Un homenaje precioso para ella y para todas las personas que lograron quitarse las cadenas en aquel mes de noviembre de 1989. “Para nosotras es muy especial conseguir el trofeo estando aquí Martina, alguien a quien admiramos tanto. Ella es nuestra gran heroína, así que fue un día inolvidable e increíble, concluyó Krejcikova.