Liam Broady y la maldición de las finales: una tortura acabada

Tras su consagración en Biel, el británico pudo acabar con una racha de siete definiciones perdidas en el circuito Challenger. "Fue mi venganza personal", aseguró.

Broady venció a Hurkacz esta temporada. Foto: Twitter Liam Broady
Broady venció a Hurkacz esta temporada. Foto: Twitter Liam Broady

Andrey Kuznetsov, Hugo Grenier, Ramkumar Ramanathan, Dominic Stricker y Marc-Andrea Huesler. Cinco partidos, cinco triunfos. 10 sets disputados, 10 ganados. Liam Broady vivió unos días atrás la semana de sus sueños. Luego de tantas dificultades atravesadas en una carrera con muchos altibajos, el británico de 27 años pudo romper con la maldición de las finales: se consagró campeón del Challenger de Biel en su octavo intento por alzar un título en la categoría. Tanto persistir, dio sus frutos. "Fue mi venganza personal", aseguró en una extensa charla con la web de la ATP.

Broady no es el primer caso de un jugador que tiene un exitoso inicio de trayectoria en su etapa como Junior y que después sufre la transición hacia el profesionalismo. Finalista de dos Grand Slams en juveniles, no logró encontrar regularidad en las grandes ligas. Tanto es así que, a pesar de contar con el apoyo de la federación de su país para participar de algunos torneos importantes, no terminaba de hacer clic necesario para romper una barrera tenística y mental. En ese sentido, se pudo sacar un peso de encima al imponerse en el Challenger suizo, subió a su mejor ranking personal (126º) y confirmó que se encuentra en su momento de mayor crecimiento tanto dentro como fuera de la pista. De hecho, en 2021 consiguió victorias de renombre ante Marco Cecchinato (R1 de Wimbledon), contra Frances Tiafoe (R1 de Eastbourne) y frente a Hubert Hurkacz (R2 JJ.OO. de Tokio).

"No parecía, pero en el último game me encontraba muy nervioso. Cuando mi rival falló su golpe final, me pasó una sensación extraña por mi cabeza como de decir 'wow, sucedió'. Después de tantas finales perdidas, sólo quería poder darme la oportunidad de jugarla y eso es lo que hice", expresó horas después de su coronación y antes de viajar a Manchester para tomarse unos días de descanso junto a su familia. "Quiero tomar una copa de vino o una cerveza, lo que sería bastante lindo", contó -entre risas- cuando fue consultado sobre la celebración.

"Siento mucho orgullo y ahora entiendo todos mis años luchando por esto. Hubo varias veces en las que pude dejar de jugar: había caído en el ranking, tuve que bajar a disputar torneos M15 y, además, no ganaba casi partidos. Pero seguí adelante, me mantuve firme incluso en los malos momentos y lo logré. Fue mi venganza personal durante tanto tiempo", afirmó. Y agregó: "Siempre me dije a mi mismo que una vez que sea lo suficientemente bueno como jugador ganaría un Challenger y ahora sucedió. Tienes que tener ese nivel para hacerlo y, a pesar de haber llegado a varias finales, nunca jugué como debía para convertirlo en un título".

SACAR FUERZA DE LAS CRÍTICAS

Las redes sociales sirven para distenderse, para conocer la vida de otros y para compartir momentos de cada uno. Sin embargo, muchas personas las utilizan para atacar a otros. En efecto, Broady sostuvo que cambió su mentalidad sobre el tema: en lugar de ponerse mal por los mensajes de odio recibidos prefería utilizarlos a su favor. "Muchos me decían, a través de las redes, que no había posibilidad alguna de ganar una final luego de perder tantas finales, pero eso solo logró que me motivara más. Era el desafío más trascendental de mi carrera y es por eso que me siento tan bien", dijo.

EL GRAN AÑO DE BROADY

El británico obtuvo varios resultados destacados a lo largo de 2021. De hecho, escaló más de 60 puestos en la clasificación gracias a sus actuaciones entre las que se destacan el ya mencionado y reciente título en Biel, las finales en los Challengers de Potchefstroom 1 y Biella 3, otras tres semifinales en Challenger, la tercera ronda en los Juegos Olímpicos de Tokio y la segunda ronda en Wimbledon y Eastbourne.

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