De primero, un Grand Slam

Cinco tenistas en la Era Open lograron estrenar su palmarés profesional en el mayor escenario posible, un torneo de Grand Slam.

Fernando Murciego | 18 Sep 2021 | 10.33
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Emma Raducanu, campeona del US Open 2021. Fuente: Getty
Emma Raducanu, campeona del US Open 2021. Fuente: Getty

Dice el refrán que las cosas no son como empiezan, sino como acaban. No digo que no siempre se cumpla, pero estarán conmigo en que hay veces que las cosas ya empiezan rematadamente bien. Por ejemplo, ¿se imaginan que el primer título de un tenista profesional llegase en un torneo de Grand Slam? Lo sé, parece una locura, pero es una realidad que ha sucedido en cinco ocasiones en la Era Open. Curiosamente, las tres últimos casos se han dado en los últimos cinco años, todas en la WTA. ¿Vamos hacia un futuro cargado de sorpresas? De momento, estas fueron las que sonaron con más fuerza en los últimos tiempos.

MATS WILANDER

El sueco tuvo un gran impacto en la era moderna del tenis al dar la campanada en Roland Garros 1982. Todavía sin cumplir los 18 años, el bueno de Mats ya sabía lo que era quedarse un par de veces a las puertas de la gloria (Bangkok 1981 y Bruselas 1982), pero su estrella no brillaría hasta llegar a París, uno de los cuatro grandes escenarios del tour. Allí, siendo ya el Nº18 mundial, se las apañó para derrotar a Lendl, Gerulaitis, Clerc o el mismísimo Guillermo Vilas en la final. Era el primer trofeo de su carrera y fue en un evento de Grand Slam.

GUSTAVO KUERTEN

Quince años después, de nuevo la Philippe Chatrier tendría el privilegio de ver el nacimiento de otro gran talento de nuestro deporte. Eso sí, esta nadie la vio venir. ‘Guga’ tenía 20 años y jamás había superado la ronda de los cuartos de final en ningún torneo profesional. De hecho, la gira previa a Roland Garros 1997 había sido terrible, con dos victorias en cinco torneos ATP. ¿Qué hizo el brasileño? Se fue a casa, a Curitiba, y conquistó un Challenger la semana previa al Grand Slam, aunque allí no se enfrentó a ningún jugador con ranking por debajo del top150. Esa espina se la quitaría en Francia, donde sentó a Muster, Kafelnikov y Bruguera en la final. Era el Nº66 del mundo y aquel triunfo ya le señalaba como el futuro dominado del vestuario masculino.

JELENA OSTAPENKO

Cambiamos de banda y nos vamos al circuito WTA, lugar donde hemos visto los tres últimos casos de de campeonas debutantes en torneos de Grand Slam. Ostapenko, 19 años y número 47 del ranking, empezaba a ganar fama de pierde finales pese a su juventud. Se le escapó la de Quebec 2015, Doha 2016 y Charleston 2017. No había manera de verla posar con la copa, pero en Roland Garros 2017 se vio el verdadero potencial de la letona. Fueron quince días inolvidables donde apartó a Stosur, Wozniacki o Simona Halep en el partido por el título. Jamás había ganado un partido en París, pero eso no le impidió quitarle el polvo a su vitrina con la mayor recompensa posible.

IGA SWIATEK

De nuevo la arcilla gala se convertía en el escenario perfecto para ver a un campeón debutante de Grand Slam. En este caso, con una mujer que, hasta aquel mes de octubre, solamente había llegado a una final profesional en su carrera (Lugano 2019. Iga Swiatek tenía 19 años, pero en 2019 ya sintió el dolor de verse superada por Simona Halep en los octavos de final de París, en una soberana paliza de la rumana. Doce meses después, la polaca volvería a verse las caras con Simo, aunque esta vez el desenlace sería muy distinto. Aquel impulso le llevó a vestirse de campeona en Roland Garros 2020 sin ceder un solo set en todo el trayecto, una auténtica barbaridad teniendo en cuenta su poca experiencia y que todavía era la número 54 de la clasificación.

EMMA RADUCANU

Llegamos a la última gran historia de la Era Open, la primera que se da lejos de la tierra batida parisina. Emma Raducanu, 18 años y #150 del ranking WTA, ha supuesto la explosión más salvaje de todas las que se recuerdan. Habiendo jugado apenas cuatro eventos del circuito profesional –uno de ellos, los octavos de final en Wimbledon–, la británica solamente necesitó dos presencias en cuadros finales de Grand Slam para conquistar el primero. Lo hizo al estilo Swiatek, sin ceder un set en los diez partidos que disputó en el US Open 2021. ¿Diez? Sí, lo hizo partiendo desde la fase previa. Un sinsentido que tampoco pudieron frenar Bencic, Sakkari o Leylah Fernandez. La manera más prematura, sorprendente e inolvidable de ganar el primer título de su carrera.

¿Qué historia recordáis con más cariño? ¿Cuál pensáis que fue la más sorprendente? ¡Os escuchamos!