Elena-Gabriela Ruse, la nueva joya del tenis rumano

A sus 23 años, la tenista de Bucarest rompió el cascarón este verano con un salto de cien posiciones. “Hace dos años pensé en dejar el tenis, no me gustaba jugar”.

Elena-Gabriela Ruse durante un partido. Fuente. Getty
Elena-Gabriela Ruse durante un partido. Fuente. Getty

Ver el aterrizaje de un nuevo tenista en la élite siempre es embaucador, sobre todo cuando ya le llevas siguiendo de hace tiempo. En el caso de Elena-Gabriela Ruse, jugadora que hoy nos ocupa, no diremos que le seguimos el rastro durante años, pero sí es verdad que nos ha encantado su rendimiento este verano. Fuera del top200 mundial, esta rumana de 23 años firmó dos semanas de escándalo en Hamburgo (campeona) y en Palermo (finalista), lo que le sirvió para dividir su clasificación por la mitad. Hoy, a tan solo ocho puestos de las cien primeras, la de Bucarest celebra haber superado la fase previa del US Open 2021, donde la veremos compartir pista con las grandes. Pero antes, rescatamos esta entrevista que dio con el portal 30-0 para ir conociendo un poco más de ella.

Éxitos recientes

“Creo que las experiencias que tuve recientemente me han ayudado a ser mucho más fuerte dentro de la pista, aunque ahora siento que todo el mundo tiene muchas expectativas puestas sobre mí. En el WTA 250 de Cluj, recuerdo llegar el primer día y escuchar a gente decir que tenía que llegar a la final, pero no es tan simple como ellos piensan. Cuando una está en el puesto 200 no está preparada para algo así, sobre todo mentalmente, pero poco a poco me he ido fortaleciendo. Lo único que me gustaría transmitir es que el éxito no es lo más importante dentro del deporte”.

Título en Hamburgo, final en Palermo

“El torneo de Palermo fue más importante que el de Hamburgo, porque fue la confirmación de lo que había logrado la semana anterior, no era una coincidencia. Muchos rumanos habían dicho que fue suerte, pero no era así, nada en la vida es accidental, especialmente en la vida de un deportista. Todo depende de la perspectiva del trabajo que cada uno tenga, ese trabajo al final tiene recompensar. El buen trabajo siempre se venga, ese es mi lema ahora mismo”.

Un click mental

“Los resultados están estrictamente relacionados con el trabajo realizado en los últimos años. En el pasado, las victorias no significaban tanto, no entendía al 100% todo lo que pasaba a mi alrededor, pero ahora siento que ha llegado mi momento. Si esto me hubiera sucedido con 18 años, cuando tuve seis bolas de partido ante Radwanska en Wimbledon, probablemente no hubiera entendido nada. Estos resultados han llegado en el momento donde menos estaba pensando en ganar, lo único que quería era permanecer en los torneos. Cuando uno pierde muchos partidos seguidos, se le van las ganas hasta de volver a jugar”.

Estar sola, a veces es necesario

“El cambio más grande nació dentro de mí. Un entrenador puede ayudarte, puede cuidarte, pero todo depende de ti. Una semana antes de Hamburgo decidí que ya no necesitaba ayuda de nadie, que debía centrarme en los que quería, no dejarme en manos de otros, tomar mis propias decisiones. Seguía esperando que el secreto del éxito llegase de la mano de otra persona, pero detuve ese pensamiento, lo mejor era entrenar por mi cuenta hasta lograrlo. Hoy disfruto del placer de estar sola en la pista, de jugar al 100% cada golpe o de estar sana. Hace años ni siquiera me gustaba jugar al tenis, incluso pensé en dejarlo varias veces este año”.

Sin objetivos numéricos

“No siento ninguna presión de momento. Pasé por un período tan difícil que me llegue a la conclusión de que los puntos, los rankings y todas esas cosas no son importantes en mi vida. El hecho de estar sana es lo más importante, poder estar al 100%. Ya no tengo la presión de la clasificación porque me he demostrado a mí misma que, aun estando en el puesto 200, puedo jugar súper bien en cualquier momento y hacer grandes resultados. Si trabajas, claro”.

Dos espejos donde mirarse

“Hubo grandes jugadoras que se acercaron a mí cuando pasé por mis momentos más difíciles. Jugadoras como Simona Halep o Monica Niculescu me recordaron lo bien que jugaba, me recordaron que debía tener paciencia y confianza en que llegarían los resultados. Pensé mucho en sus palabras, lo valoraba muchísimo viniendo de ellas. Cuando vi la felicitación de Simona en Twitter después de ganar el torneo sentí que tocaba el cielo, tenemos una muy buena relación y me emocionó que escribiera eso. Con Monica hablo casi todos los días, es nuestra capitana, de hecho en el US Open jugaremos el dobles juntas”.

Visión a medio plazo

“Al no jugar ya torneos ITF, los objetivos son totalmente distintos, ahora quiero competir los torneos importantes. Sigo sin pensar en el ranking, porque ya estoy ahí, sé con otro buen torneo me puedo meter 70-80. Ahora lo fundamental es llegar al nivel que mostré en Hamburgo y Palermo, un estado de jugadora campeona, donde te olvidas de cualquier dolor y solo quieres estar en la pista, haciendo que todas las personas que te ayudaron estén orgullosas. Sigo entrenando igual, pienso que los entrenamientos más importantes son los partidos, ahí es donde alcanzo mi mejor nivel”.

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