
Naomi Osaka es una de las deportistas del año. Si bien los lectores se preguntarán, en qué Grand Slam se consagró o cuántos títulos sumó a su palmarés, la realidad es que la japonesa consiguió un reconocimiento que excede el éxito deportivo: se ganó el respeto de la gran mayoría de sus colegas y de personalidades del ámbito deportivo y extra deportivo, a partir de sus declaraciones sobre la salud mental. A pesar de que el tema da para debate y ninguna opinión contiene la fórmula secreta de qué está bien y qué mal (toda mirada personal justamente es subjetiva), hay algo que traspasa los límites de las críticas: haberse abierto a contar lo que le estaba sucediendo, permitió que otros atletas y también personas no relacionadas a este ambiente pudieran expresar sus sentimientos. A tres meses de lo ocurrido en Roland Garros, la actual Nº3 del ranking internacional brindó una entrevista a corazón abierto para contar varios detalles desconocidos de su vida.
"Vivimos en un mundo en el que la gente habla y comenta con tanta rapidez y facilidad. Entonces, el silencio es casi incómodo", aseguró en diálogo con la revista Women's Health. Además, agregó: "Saber que un gesto o una acción puede impactar y cambiar una vida, es realmente poderoso para mí. De todas las cosas que hago, encuentro que cuando realizo mi mejor esfuerzo para ayudar a los demás es la acción que mayor satisfacción me deja".
En ese sentido, su objetivo pasa por trascender más lejos que lo que delimita la pista de tenis o algún certamen en particular. De hecho, es consciente que actualmente las redes sociales eliminaron cualquier tipo de barreras y cada persona es su propio medio de comunicación. En ese sentido, su imagen es sumamente positiva dado que las marcas confían en ella (tuvo ingresos publicitarios de aproximadamente unos 55 millones de dólares en el último año -período mayo 2020 a mayo 2021-). "No quiero ser únicamente una persona que juega al tenis", afirmó. Y comentó: "Espero haber podido ayudar a algunas personas y que vean que los atletas siguen siendo humanos como el resto de la gente y que todos estamos lidiando con algo en nuestras vidas".
MEDITACIÓN, LIBERTAD PARA HABLAR Y LA MÚSICA COMO PILAR DE VIDA
Durante la estricta cuarentena que vivió el mundo apenas la Organización Mundial de la Salud anunció que el coronavirus ya tenía carácter de pandemia, la mayoría encontró un vía de escape a las dificultades. Tanto es así que aprovecharon el tiempo libre para redescubrirse interiormente o para llevar a cabo esas actividades que habían sido relegadas a causa de sus vidas rutinarias. En consecuencia, Osaka contó que aprovechó ese tiempo para instruirse un poco más en la meditación y que construyó un espacio destinado exclusivamente para practicar esa actividad cada mañana en su casa ubicada en Los Ángeles. No obstante, no es su único cable a tierra: la música es el otro canal que busca sintonizar cuando necesita calmar la ansiedad. "La música me calma, es inspiradora y edificante", confesó la amante de artistas como Beyoncé, Rihanna y Saweetie, a quienes escucha antes de ingresar a los partidos.
Finalmente, la gran polémica de sus últimos meses tuvo que ver con la intención de no acudir a las ruedas de prensa. Si bien detalló que podría aprenderse un discurso típico, prefiere sincerarse cada vez que le toca sentarse frente a un micrófono. "Nunca quise capacitarme en medios porque no quería cambiar mi personalidad para ofrecer una respuesta enlatada que no se sentía como si fuera yo la que estuviera hablando".