El calvario sin fin de Fernando Verdasco

El madrileño descubrió cinco minutos antes de su partido que podría tener una rotura en el codo. Fer cargó contra los fisios del torneo por cómo llevaron la situación.

Carlos Navarro | 28 May 2021 | 00.49
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Fernando Verdasco, en el torneo de Belgrado. Fuente: Getty
Fernando Verdasco, en el torneo de Belgrado. Fuente: Getty

Volver a empezar, en ocasiones, resulta terriblemente complicado. Cuando tus mejores días en el circuito han pasado, eres padre y tus obligaciones y perspectiva empiezan a cambiar, resetear a nivel mental es un complicado ejercicio de mucho mérito si se realiza adecuadamente. Fernando Verdasco parecía haberlo conseguido: había dejado atrás una lesión de rodilla, operación mediante, que lo había mantenido fuera de las pistas durante más de seis meses.

Tras una vuelta al circuito complicada, el madrileño parecía empezar a coger ritmo en el torneo de Belgrado. Lo que el mundo no sabía es que más allá de las pistas se empezaba a gestar un nuevo problema de cierta gravedad. Tras perder su duelo de cuartos de final por 6-2 y 6-0 ante el eslovaco Alex Molcan, Fernando dio una rueda de prensa muy complicada. Absolutamente destrozado, el jugador de 37 años se abría para contar la intrahistoria de esta semana en tierra serbia. Merece la pena escuchar de su propia voz una historia que incluye una posible retirada de Roland Garros, una lesión que nada tiene que ver con sus problemas de rodilla y una desesperación a nivel mental muy complicada de manejar.

"Hace cuatro días sentí cierto dolor en el codo. Me dijeron que no era nada, que era una especie de contractura, algo que estaba ahí y que se notaba por los entrenamientos, pero no era nada grave. Sin embargo, día tras día empezó a empeorar y a empeorar. No podía pegar mi derecha, no podía sacar, ya que era incapaz de extender el codo. Las últimas 48 horas han sido muy duras. Esta mañana me comentaron lo que tenía y ha sido prácticamente imposible calentar para el partido, estaba totalmente dolorido. Fui al fisio, le dije que no podía sacar ni cortar mis golpes: ¿cómo podía jugar el partido?

No conocía demasiado a mi rival, pero si está en cuartos de final significa que está jugando bien, nadie llega a unos cuartos de final sin jugar bien. Me dijo que ahora podía tener una microrrotura en el cartílago, en mis nervios, y que quizás no podría llegar a Roland Garros por mi situación en el codo, cuando cuatro días me dijo que no era nada... ¿cómo manejo yo esa situación? ¿Cómo puedo salir a la pista y jugar al 100% contra un tipo ante el que sé que tengo que jugar al 100%? No me importa su ranking, hoy en día el ranking no es importante, no me importa si es top-200 o top-300. Lo poco que vi de él, sabía que era sólido, así que sabía que si no estaba al 100% iba a ser imposible ganarle.

Salí a la pista completamente derrotado. La hora que duró el partido la pasé sufriendo por dentro, pensando en lo que me acababan de comentar. No pensaba contra quién jugaba, no pensaba en nada más: solo pensaba en el codo, en la posibilidad de perderme Roland Garros, en todo lo que he dejado atrás por la lesión de rodilla y lo bien que me estaba sintiendo. Volver a la competición ha sido una sensación increíble: poder correr, jugar, pelear sin sentir ningún dolor en la rodilla... y ahora me dicen esto antes de un partido de cuartos de final. Estuve muy decepcionado. Me rompió mentalmente.

Me lo dijeron cinco minutos antes de salir a la pista. No tuve tiempo de pensar en retirarme. Ya llevaba teniendo estos problemas en los últimos días, había ido a más, no entiendo cómo me dejaron entrenar ayer, que supuestamente era mi día de descanso y no me dijeron que tratase de recuperar mi codo para el día de hoy. Es algo que todavía no entiendo. Acabé el partido totalmente confundido. ¿Cómo es que hace cinco días me comentaron que no era nada serio y resulta que ahora tengo una microrrotura y me voy a perder Roland Garros?

No podía calentar: estaba tan dolorido que simplemente estaba empujando la bola. Si ves mis estadísticas, verás que me he retirado poquísimas veces en diecisiete años de carrera, no soy un tipo al que le guste retirarse. Pensé que quizás calentaría y el dolor iría remitiendo, pero lo que me dijeron antes del partido me destruyó mentalmente. Cada vez que pegaba una derecha la mandaba fuera, no podía sacar fuerte. Ahora mismo quiero olvidarme de todo, hacerme la resonancia magnética y ver cuáles son los resultados. Si no puedo jugar París, pues es muy triste, pero es lo que hay, no podré jugar París. Que después de estar seis meses tratando de recuperarme de la rodilla pase esto... no se puede hacer nada. Espero poder recuperarme pronto y volver a competir lo más pronto posible".