El arte de salvar bolas de partido, por Novak Djokovic

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Cada partido es un mundo y está compuesto de propios 'minipartidos'. El tenis, en eso, es una metáfora de la vida. Lo dijo Andre Agassi en su libro, pero se ratifica cada semana en la que el circuito viaja a un nuevo lugar del mundo y centenares de guerreros luchan por sobrevivir en la jungla. En los momentos culminantes de cada duelo se mide la confianza, solidez y valentía de los mejores jugadores del mundo: en ese 'minipartido' que puede estar compuesto por solo unos puntos. ¿Cuántas veces la historia del tenis ha quedado marcada por apenas unos centímetros?

Piénsenlo bien. Imaginen que, yendo 7-8 y 40-15 abajo, Novak Djokovic golpea el passing de derecha con el marco de la raqueta y no con su punto dulce. Imaginen que Rafael Nadal no hubiese salvado dos pelotas de partido en aquel histórico duelo que marcó su rivalidad vs Federer en Roma 2006; quizás Roger habría hecho de tripas corazón e hubiese jugado con la inercia mental positiva en su próximo duelo en Roland Garros. Todos estos escenarios pertenecen al tenis ficción, pero mirar a las bolas de partido salvadas y desperdiciadas crea un interesante relato acerca de la fortaleza mental en estos momentos por parte de cada jugador. Y, ahí, la figura de Novak Djokovic emerge por encima del resto.

El histórico récord de semanas como número uno no podría explicarse sin hacer mención a la capacidad, casi sobrenatural, que posee el serbio para recomponerse y recuperarse de momentos en los que la balanza está totalmente inclinada a favor de su rival. Ya saben: los deportes son cuestión de momentos, de confianza. La capacidad de Novak para neutralizar las inercias negativas se materializa cuando echamos un vistazo a su historial cuando enfrenta o posee bolas de partido. Atención al balance:

NOVAK DJOKOVIC EN BOLAS DE PARTIDO

• Partidos ganados salvando bolas de partido - Partidos perdidos teniendo bolas de partido: 15-3
• Bolas de partido salvadas - Bolas de partido desperdiciadas: 47-7
• Balance en partidos de Grand Slam con bolas de partido a favor o en contra: 3-0
• Balance contra jugadores del top-10: 8-2

El porcentaje ganador cuando el serbio enfrenta estas situaciones es escandalosamente alto. Ninguno de los otros miembros del Big-3, que también analizaremos a continuación, se acerca a tener un ratio de victorias tan positivo. Pero no es esta la estadística más relevante, dado que por su longevidad, más años en el circuito y una capacidad de emerger de estas situaciones que pocas veces se tiene en cuenta, Roger Federer es el jugador de los tres tenores que más veces ha ganado salvando bolas de partido (hasta en 22 ocasiones).

Es en su balance contra los jugadores dentro del top-10 en el que el serbio se destaca por encima del resto. Hasta ocho victorias ha acumulado contra las mejores raquetas después de esquivar el abismo, una marca espectacular que está compuesta de actuaciones absolutamente memorables. Las más recordadas para el gran público probablemente tengan como denominador común la presencia de Federer al otro lado de la red: las semifinales en Us Open 2010 y Us Open 2011, salvando dos bolas de partido en ambas (e incluyendo ese legendario resto ganador de derecha que le hizo pedir el gesto de aprobación del público, como si aquello fuese el inicio de la relación de amor-odio con una gran parte de los aficionados) y la icónica final de Wimbledon 2019, donde volvió a salvar otras dos.

El partido en el que más bolas para ganar salvó se produjo en la final del Masters 1000 de Shanghai 2012 ante Andy Murray, un partido emocionante en el que el serbio bailó sobre el precipicio en un tie-break del segundo set de absoluto infarto. Otro partido muy recordado se produjo en Roland Garros 2012, en el que Novak silenció la grada francesa tras remontar ante Jo-Wilfried Tsonga un compromiso que parecía absolutamente perdido. Los otros grandes 'escapes' del serbio ante el top-10 se dieron en las Finales ATP 2011 (vs Berdych), los cuartos de final de Roma 2019 (vs del Potro) y las semifinales de Dubai 2020 (vs Monfils).

ROGER FEDERER EN BOLAS DE PARTIDO:

• Partidos ganados salvando bolas de partido - Partidos perdidos teniendo bolas de partido: 22-22
• Bolas de partido salvadas - Bolas de partido desperdiciadas: 55-53
• Balance en partidos de Grand Slam con bolas de partido a favor o en contra: 4-5
• Balance contra jugadores del top-10: 4-12

Las estadísticas de Roger Federer dejan al jugador suizo como el miembro del Big-3 que ha conseguido un mayor número de victorias tras salvar bolas de partido. La última, sin ir más lejos, se produjo en el Open de Australia 2019, donde derrotó a Tennys Sandgren en un partido con desenlace no apto para cardíacos. Además, presenta un balance positivo en cuanto a las bolas de partido salvadas vs las desperdiciadas, y ha dejado otras actuaciones grandiosas, como contra Monfils en los cuartos de final del Us Open 2014 o contra Leo Mayer en aquel partido dramático en Shanghai 2014. Sin embargo, cuando la competición se hace más dura el suizo ha dejado ir más partidos de los que ha ganado

Muchos podrían afirmar que estas derrotas (hasta 12 tras tener bolas de partido) se dieron en la época más tierna de su carrera, cuando aún no estaba establecido en la élite. Nada más lejos de la realidad: solo 2 de las 12 derrotas fueron cuando hacía sus primeros pinitos en el circuito, ante Tim Henman en Viena 2000 y ante Patrick Rafter en Halle 2001. Fue en la década de los 2000, sin embargo, en la que consiguió tres de las cuatro victorias salvando bolas de partido ante el top-10: vs Lleyton Hewitt en Basilea 2000, vs Andre Agassi en las Finales ATP del 2003 y contra Andy Roddick en las Finales ATP del 2006. A partir de la década del 2010, tan solo pudo derrotar a Stan Wawrinka, lesionado y dejándose la piel hasta el último punto, en las semifinales de las Finales ATP de 2014.

Eso sí: el suizo puede presumir de ser el jugador del Big-3 que más bolas de partido ha conseguido salvar en un único encuentro. Lo consiguió, además, por partida doble: ante Scott Draper en Cincinnati 2003, y en el ya mencionado partido ante Sandgren. En ambos duelos consiguió levantar hasta siete pelotas de partido.

RAFAEL NADAL EN BOLAS DE PARTIDO:

• Partidos ganados salvando bolas de partido - Partidos perdidos teniendo bolas de partido: 14-8
• Bolas de partido salvadas - Bolas de partido desperdiciadas: 31-22
• Balance en partidos de Grand Slam con bolas de partido a favor o en contra: 0-0
• Balance contra jugadores del top-10: 3-2

Mucho se ha hablado en las últimas semanas, en especial tras su derrota ante Stefanos Tsitsipas, de que Nadal empieza a tambalear en los momentos claves de cada duelo. Su balance en tie-breaks empieza a no ser tan positivo, pero a la hora de jugar para ganar o perder, el manacorí sigue haciendo gala de un historial bastante bueno. Una particularidad destaca entre todas: Rafa nunca perdió con bola de partido a favor en un Grand Slam (al igual que Djokovic)... pero es que tampoco ha ganado con bola de partido en contra.

Todas las muestras proceden de torneos más allá de los Majors, si bien hay una victoria que todo el mundo recordará, que mencionamos en el segundo párrafo, en un duelo que sí se alargó hasta los cinco sets. Aquella final de Roma 2006 certificó el estatus de 'monstruo' del mallorquín, superando a una de las mejores versiones de Federer sobre una pista de arcilla de toda la historia. Destaca también una de las pocas manchas en el historial de Djokovic, infringida por el propio Rafa: las semifinales de Madrid 2009, aquel maratónico partido en el que Nadal levantó hasta tres pelotas de partido.

En definitiva, pocos pueden argumentar que la figura de Novak Djokovic se agranda cuando el duelo se aproxima a su final. Ya escribimos en su momento de su casi impoluto récord cuando el partido se marcha al quinto set, y es que aquel no es el único arte que domina el serbio: cuando el partido está a punto de finalizar, Novak se enfunde la capa de superhéroe para tirar de épica y cambiar el destino. Nadal y Federer, como gigantes y leyendas que son, también lo han hecho y muchas veces... pero ninguno fue tan efectivo con una oposición tan complicada. Eso es trabajo para el actual número uno.