Kvitova anula a Garbiñe en la final
La checa tumba a Muguruza en la final de Doha, como ya hiciera en 2018. Trofeo número 28 para Petra, que acumula una década ganando, al menos, un título por temporada.


A Petra Kvitova le sobraron cinco minutos para cerrar la final del WTA 500 de Doha en una hora exacta. Triunfo sobresaliente de la checa sobre Garbiñe Muguruza (6-2, 6-1) para levantar por segunda vez el título en el Medio Oriente. Curiosamente la primera fue en 2018 y también con la española en la final. En aquella ocasión el duelo fue un poco más dramático, con remontada en el tercer parcial de la tenista de Bilovec. Todo lo contrario que lo de este sábado, donde la campeona apenas cedió tres juegos.
Venía la española de librar en el día de ayer y esto, aunque siempre viene bien para el cuerpo, le privó a Garbiñe de una final anticipada con Azarenka. Un duelo que le hubiera servido para llegar todavía con mejor temperatura al sábado, con más confianza, con la seguridad de estar preparada. No fue así, pero el destino le tenía ya reservada una cita con Kvitova en la central de Doha. La checa, que había jugado el mismo número de partidos esta semana, tampoco es que llegara ofreciendo un tenis de infarto, pero sí sabíamos lo fiable que suele ser en este tipo de rondas. Eso sí, lo último que esperábamos era una paliza.
De hecho, hasta los cinco primeros juegos del primer set, la igualdad estaba ahí, se palpaba. Ambas se habían roto el servicio, de ida y de vuelta, pero algo estaba a punto de suceder. Lo que pasó es que Petra puso la directa, se olvidó de los errores no forzados y metió a Muguruza en una prisión mental de la que ya no pudo escapar. Se le hizo gigante la red a la española, que vio cómo la primera manga se fundía a negro. Por su parte, Petra empezó a poner esa cara de campeona tan característica, la de una jugadora que ha ganado 27 de las 37 finales que ha disputado. Toda una garantía cada vez que hay cosas importantes en juego.
El segundo set, sin embargo, comenzó con break a favor de la pupila de Conchita Martínez, un indicio de que la película podría cambiar de un momento a otro, aunque se iba a quedar en un amago de susto. Kvitova tomó aire y empezó a luchar por cada bola, a correr como si fuera Sara Errani, a ganar los puntos importantes aunque no fuera de la manera que ella quería. Aceptó el momento de dificultad y lo afrontó con su mejor cara. El resultado no pudo ser mejor, ya que no volvería a perder un solo juego más en el partido.
Se trata del título número 28 en la carrera de la checa, que justo esta semana cumplía un año entero sin ganar a una top20, desde que lo hiciera en este mismo torneo el año pasado ante Barty. Tenía ganas de quitarse esa losa de encima y quizá por eso sacó su mejor tenis en el último acto. Ganando los seis últimos juegos del partido para abrochar su primer título del año, el segundo en Doha y el número 28 de su palmarés. Hoy todo estuvo de su lado, aunque las prisas de su rival en momento cumbre se lo pusieron un poquito más fácil. Garibiñe, con dos finales perdidas en dos meses, sigue en el camino correcto. Llegará su momento.