Les Petits As, la primera experiencia profesional

Este año el torneo cambia sus fechas y se disputará en septiembre. Hablamos con Carlos Boluda, el único jugador que consiguió ganar dos veces el título.

Fernando Murciego | 28 Jan 2021 | 16.29
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Torneo de Les Petits As. Fuente: Les Petits As
Torneo de Les Petits As. Fuente: Les Petits As

De no haber sido por la pandemia, esta semana se hubiera celebrado en Tarbes uno de los torneos más especiales del calendario junior: Les Petits As. Creado en 1983 por una pareja de apasionados del deporte de la raqueta, el certamen francés es una de las piedras angulares más significativas donde descubrir a las futuras estrellas del mañana. No todo el que gana allí acaba siendo número 1, eso sería una fantasía, pero sí que todos salen de allí con la sensación de haber vivido una experiencia inolvidable.

Jean-Claude y Claudine Knaebel, con ellos empezó todo hace casi más de cuarenta años. Su amor por el tenis les llevó a crear un súper torneo en una localidad de 50.000 personas pensado para la competición de los mejores jugadores sub12 y sub14. ¿Y por qué en Tarbes? Según los estudios, esta región cercana a los Pirineos es el cuarto lugar de toda Francia con más tradición deportiva. “Nos encanta el tenis y este torneo es pura pasión. Nos gusta ponerle al evento todo aquello que esté en nuestras manos para que la gente disfrute. Siempre hemos querido dar a los jugadores la mayor experiencia posible”, comentan en un reportaje elaborado por Tennis Europe.

¿Y qué significa dar la mayor experiencia posible a los jugadores? Para empezar, ver cómo toda la ciudad se vuelca con el evento, un despliegue masivo a la altura de cualquier torneo profesional. Desde el primer día cuentan con prensa, estadísticas diarias de los partidos, entrevistas, vídeos, social media, livescores, gradas en las pistas y un montón de lujos más. Además de una larga lista de actividades recreativas con la intención de divertir al público presente. Para entender un poco mejor la verdadera esencia de Les Petits As, lo mejor es hablar con alguien que no solamente jugó el torneo, sino que lo ganó en dos años consecutivos.

Carlos Boluda (Alicante, 1993) sigue siendo a día de hoy el único jugador capaz de conquistar el torneo en más de una ocasión (2006, 2007). Un hito histórico que le saca una sonrisa cada vez que le pedimos que regrese a aquellos buenos tiempos. “Les Petits As es EL TORNEO. Todos los torneos europeos son buenos, sobre todo los que hay en Francia, ya sean de categoría sub12, sub14 o sub16. Pero este es otro nivel, está todo pensado a lo grande. Desde el primer día te montan las pistas con palcos, tribunas, gradas gigantes, todo como si fue un torneo profesional. Luego a partir de cuartos de final empiezan las ruedas de prensa, fotógrafos, te llevan y te sacan con guardaespaldas, es una locura. Además se trata de un torneo mundial, no europeo como los demás, por eso se le considera como si fuera un campeonato del mundo”, afirma el hombre que anunció su retirada en Punto de Break hace unas semanas, con tan solo 27 años.

“La primera vez que jugué tenía 13 años, así que todos tenían un año más que yo. Todo lo que vi me sorprendió, no es fácil gestionar aquello, tanto lujo desde primera ronda, las gradas llenas, varios pabellones de entrenamiento, es un despliegue grandioso. Aunque seas un niño, allí te tratan como un profesional. Luego en la pista el nivel es durísimo, encima se juega en indoor rápida, donde los españoles no estamos tan acostumbrados”, sostiene el último de los nuestros capaz de levantar el título. Antes de Carlos, solamente Juan Carlos Ferrero (1994) y Rafa Nadal (2000) habían dejado su huella en lo más alto.

Precisamente en Tarbes fue donde se cumplió uno de los sueños de Boluda, y esta no vez no hablamos de ganar el torneo. “Normalmente cada año suelen hacer exhibiciones con jugadores que han ganado el torneo o han hecho un buen resultado y que luego se han convertido en profesionales, alcanzando un buen ranking. El primer año que yo gané, me acuerdo que el día antes de jugar la final vino Rafa Nadal a hacer la exhibición. Imagínate, estaba súper nervioso por conocerlo, además sabía que iba a tener trato con él. Compartimos un rato en el vestuario, luego jugamos juntos, fue inolvidable”, evoca el alicantino con emoción.

Pero el ‘Fun Slam’ –así lo llaman– dejó de ser tan divertido al año siguiente, cuando a Carlos le tocó pelear por un registro inédito. “En mi segundo año ya sabía lo que era, tenía la experiencia del curso anterior, pero estaba en el ambiente esa expectativa de ver si podía ganar por segundo año consecutivo, algo que no había hecho nadie. Me tocó competir con la presión de cualquier profesional, recuerdo tener que dar ruedas de prensa a diario, moverme siempre con guardaespaldas, a veces resultaba excesivo”. Pero lo hizo, volvió a ganar. En 2006 superó en la final a Sebastian Lavie y en 2007 a Christian Harrison. Un doblete histórico que todavía ningún hombre pudo igualar. En mujeres, sin embargo, lo lograron Martina Hingis (1991, 1992) y Timea Bacsinszky (2002, 2003).

Actualmente, ya con su etapa profesional finiquitada, Boluda hace balance de lo que significó aquel torneo para él. “Es una experiencia muy positiva por un hecho muy simple: allí están los mejores. Te sirve para conocer cuál es tu nivel. En aquella época mi entrenador me decía: ‘Carlos, yo no conozco al resto, solo sé el nivel que tienes tú, así que no sé a lo que nos enfrentamos. Pero sé que si juegas a tu nivel puedes ganar’. Luego se reflejó que sí tenía el nivel para ganar. Por ejemplo, tú puedes ser el mejor de Espala, pero dependerá también de tu generación, algunas salen muy buenas y otras no tanto. Sin embargo, si ganas un torneo mundial, entonces sabes que eres bueno sí o sí. Luego, si tienes una progresión normal, sueles acabar teniendo un buen ranking. Igual no todos llegan al top100, pero la mayoría sí”, señala Carlos, quien acabó siendo una de esas excepciones (254º del ranking ATP).

Este año habrá que esperar a septiembre para disfrutar del evento, para descubrir a esos nuevos talentos que sueñan con convertirse en grandes campeones en un futuro. Mientras tanto, los que ya pasaron por allí soñarán con volver a ser niños y disfrutar de aquella magia por última vez. “Les Petits As es una pasada pero, si vas a cualquier torneo que montan en Francia, te darás cuenta de lo bien que hacen allí las cosas. Es otra dimensión, te tratan en todo momento como un profesional. Además, vivirlo todo siendo un niño lo hace todo más bonito”, subraya Boluda, un apellido que quedará por siempre grabado en Tarbes.