Wilson se defiende: "Las críticas hacia nuestra pelota han sido un poco injustas"

No había comenzado Roland Garros y ya se estaba hablando del tema de la pelota. El año pasado conocimos que el Grand Slam parisino cambiaba de marca de pelota después de tantos años y Wilson sería la nueva bola oficial. Con el paso de los meses conocimos que sería diferente a la Babolat que se venía usando y tras los primeros entrenamientos allí, los jugadores y entrenadores hablaban de esta pelota Wilson como “más lenta” y “de menor bote” que la anterior. Algunas críticas fueron incluso un paso más allá.

El propio Rafa Nadal las calificó de “peligrosas”. “No son adecuadas para jugar sobre tierra. La organización debería echar un vistazo a esto ya que pueden ser peligrosas para el codo y los hombros”, decía el mallorquín. Algún otro jugador como Shapovalov iba en esa misma dirección. “No debería ser tan pesada y tan difícil. Es irritante no poder conseguir golpes ganadores”, aseguraba el canadiense. Los jugadores expresaban así su disconformidad pero en todo este asunto nos faltaba conocer la opinión de Wilson.

Es por ello que nos pusimos en contacto directamente con ellos y Bertrand Blanc, Director Comercial Global de Wilson, accedió amablemente a atendernos en una entrevista exclusiva para nuestro canal de Youtube y en ella hemos hablado de cómo ha estado viviendo la marca todas estas críticas en las últimas semanas, así como también hemos sabido más detalles interesantes acerca de los requerimientos que la Federación Francesa de Tenis les pidió para su pelota cuando se firmó el acuerdo para que Wilson fuera la pelota oficial del torneo.

Hacía nueve años que Roland Garros tenía la misma pelota y los jugadores estaban habituados a ella. “Es un cambio importante, algo que ya vimos en el pasado con otros cambios de pelota. Nos lo esperábamos. A los jugadores no les suelen gustar los cambios”, comienza diciendo Bertrand, que cree que el cambio de fechas en el torneo tampoco les ha ayudado. “En estas condiciones de tanta lluvia y tanto frío… no hay ninguna pelota que se hubiera comportado de forma óptima en estas condiciones. Estamos seguros que el año que viene, cuando se vuelva a jugar en primavera, la pelota se comportará diferente a una temperatura más normal”, apunta.

Entre todas las críticas recibidas, aquella en las que se decía que las pelotas eran “peligrosas” fue la que más les sorprendió. “Las críticas han sido un poco injustas. Entendemos que a Rafa (Nadal) le guste más las pelotas de otras marcas pero en Wilson creamos pelotas de tenis desde hace muchos años y tenemos el know-how y tenemos credibilidad para ello. Podemos asegurar que las pelotas no son peligrosas y que no hacen daño. No es una pelota dura. Hacemos miles de tests de dureza y los resultados nos dicen que es una pelota normal. Esto se ha producido, como decimos, a causa de las condiciones”, explica.

Cuando un torneo como Roland Garros llega a un acuerdo con una marca, en este caso Wilson, para ser su pelota oficial, ellos les señalan una serie de requerimientos que les gustaría tener para su nueva bola. Le preguntamos a Bertrand si la Federación Francesa les pidió crear una pelota lenta. “No, para nada. Lo único que nos pidieron es desarrollar una pelota muy de tierra batida y que también fuera bien a todos los jugadores, que no le fuera bien solo a un jugador”, señala. “Recuerdo que hace años, Federer y Djokovic aseguraban que en Roland Garros, la pelota picaba muy alto y eso favorecía al tipo de juego español con un spin muy fuerte pero a los otros jugadores no les venía tan bien. Por eso, nos pidieron una pelota que fuera bien a todos y no a un jugador en particular”.

Estas son solo algunas frases destacadas de la entrevista con Bertrand pero la charla dio mucho más de sí. Si hacéis clic en ella, podéis ver del resto de cosas interesantes que hablamos con él. Así, en Wilson han querido defenderse de las críticas recibidas en las últimas semanas y se sienten seguros de haber desarrollado la pelota ideal para la tierra batida y que en 2021, bajo el sol de París en primavera, todo volverá a la normalidad y los tenistas terminarán acostumbrándose.