Más dura que nunca consigo misma, Serena Williams puso su punto y final al torneo de Cincinnati marchándose con muy mal sabor de boca de los octavos de final. Perdiendo contra una Maria Sakkari que llegó a estar a dos puntos de la derrota, pero que encontró oxígeno en las opciones que le entregó su rival. Tras el temporal, la estadounidense ofreció una rueda de prensa escueta pero cargada de rabia.
"Debería de haber ganado este partido, no hay excusas. Está claro que fue difícil, pero tuve muchas oportunidades de ganar, tengo que encontrar la manera de volver a ganar estos partidos nuevamente. Aprender a ganar los puntos importantes. Ahora mismo es complicado mantener la actitud positiva después de cómo he jugado estos partidos", subrayó.