El récord imposible de alcanzar en el tenis actual

Guillermo Vilas, Rod Laver e Ilie Nastase son los dueños de una estadística a la que el tenis moderno no puede acercarse. ¿Cuál es?

Carlos Navarro | 2 Aug 2020 | 19.38
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Guillermo Vilas con el título de Roland Garros 1977. Fuente: Getty
Guillermo Vilas con el título de Roland Garros 1977. Fuente: Getty

Vivimos una era donde los récords se rompen a un ritmo vertiginoso. El fascinante triunvirato de Federer, Nadal y Djokovic se ha convertido en una trituradora de estadísticas, en un constante ejercicio de establecer nuevas cotas insospechadas solo hace unos años atrás. Sin embargo, por increíble que parezca, aún hay récords que siguen vigentes en el circuito sin que el Big-3 ponga sus zarpas en ellos. Y este que os presentamos hoy no parece correr peligro, puesto que la disposición del tenis moderno actual hace que superarlo sea prácticamente imposible.

El tuit de nuestro buen amigo OnlyRogerCanFly nos dio que pensar y nos hizo desempolvar el registro histórico para, al menos, repasar la increíble marca que tres hombres han dejado. Se trata nada más y nada menos que de Guillermo Vilas, Rod Laver e Ilie Nastase. Estos tres mosqueteros mantienen un récord inalterable en el tiempo, que perdura hasta varias décadas después: el de más títulos ganados en una sola temporada. Y es que los tres llegaron a conquistar 16 entorchados, en 1969, 1977 y 1973, respectivamente.

Antes de repasar estas tres magníficas temporadas, pongamos en contexto el por qué este récord no va a ser superado. Fijémonos en el número uno del mundo, Novak Djokovic, quien según dicta el ranking suele ser el favorito en la gran mayoría de los torneos a los que entra. ¿Cuántos eventos disputó el tenista serbio en su último año completo? Si contamos la Copa Davis... 16. Los mismos que Laver, Vilas y Nastase conquistaron en un solo año. Es decir, necesitaría ganar absoluta y literalmente todo para poder acercarse a estos registros.

La creciente importancia del físico y la preparación, el mayor desgaste y la absoluta profesionalización del juego han provocado que planificar el calendario y saber dosificar sea absolutamente capital para cualquier tenista. Y si no, que se lo digan a Dominic Thiem, el ejemplo perfecto de que lo importante no es la cantidad, sino la cantidad. Los tiempos han cambiado, y los tenistas actuales no llegan a las increíbles cifras de torneos jugados por año del pasado.

Dicho esto, empecemos por el jugador que puso el listón más alto. Tan alto que nunca pudo superarse. Nació la Era Open y, como tal, Rod Laver decidió darse un festín aquel año. En 1969, la primera temporada completa donde amateurs y profesionales compitieron, el australiano conquistó 16 títulos, entre los cuales destacan, claro... los cuatro Grand Slams. El único tenista de la historia en abrazar los cuatro mejores torneos del mundo en un mismo año natural, un hito al que muy pocos pueden acercarse.

Llegar tan arriba en las grandes citas no mermó para nada sus prestaciones fuera de ellas. Otro aspecto que merece una importante mención es la polivalencia de The Rocket: no falló a su cita con el título bajo ninguna superficie. Cuatro títulos sobre hierba (Us Open, Baltimore, Wimbledon y el Open de Australia; aquellos tiempos en los que tres Grand Slams se jugaban sobre césped), cinco títulos bajo moqueta (Wembley, Nueva York 2, Anaheim, Los Ángeles 1 y Philadelphia WCT), un entorchado en tierra batida (pero el más importante de todos: Roland Garros) y seis títulos en pista dura (Fort Worth, Binghamton, St Louis, Boston 1, Londres 2 y Johannesburgo).

Si aquella temporada de Laver fue histórica y podría ser catalogada como la mejor de todos los tiempos, el año natural de Guillermo Vilas en 1977 no se queda atrás. Es una temporada, además, no exenta de polémica: a pesar de su increíble zurrón de títulos, el ranking dictaminó que Jimmy Connors debía acabar el año como número 1. Aquelllo sigue siendo a día de hoy objeto de debate, puesto que si miramos los números nos damos cuenta que aquel 1977 tenía un gran dominador en la zurda del argentino.

16 torneos ganados de 31 disputados. 57 victorias seguidas sobre tierra batida. Dos baremos que indican hasta qué punto Vilas se adueñó del circuito, especialmente de los torneos en arcilla. Llevaban su nombre: la final de Roland Garros, por ejemplo, fue una de las mayores palizas en finales de Grand Slam (6-0, 6-3 y 6-0 a Brian Gottfried). 14 de los 16 títulos aquel año se dieron en su superficie predilecta, y agárrense porque hay grandes nombres en el palmarés.

Buenos Aires 2, Santiago, Bogotá, Teherán, París 1, Columbus, South Orange, Louisville, Washington 2, Kitzbühel, Virginia Beach y Buenos Aires 1. Ah, se me olvidaban: el ya mencionado Roland Garros... y el Us Open, en cuya final fue verdugo de Jimmy Connors. Casualidades del destino. Dos títulos más, en Johannesburgo y Springfield, completan una colección para enmarcar en lo que fue un año de película que, quizás, no tuviese el broche final que merecía.

Por último y no menos importante, el primer número uno de la historia del ránking oficial ATP también dejó su nombre en este récord. Ilie Nastase conquistó en 1973 16 títulos, aunque quizás cualitativamente se quede algo corto comparado con los años de Vilas y Laver: solo conquistó un Grand Slam aquella temporada (Roland Garros). Eso sí, al igual que Rod ganó en todas las superficies: cuatro títulos en pista dura (Kingston, Paris, Calgary y la Copa de Maestros), el torneo de Queen's sobre hierba, dos sobre moqueta (Washington 2 y Omaha) y una retahíla de los torneos más importantes sobre tierra batida:

Barcelona 2, Cincinnati, Gstaad, Roma, Florencia, Madrid 1, Monte Carlo, Barcelona 1 y la guinda de Roland Garros. Así dominó Nastase con puño de hierro el circuito. Este récord fue amenazado por dos grandes nombres: Jimmy Connors e Ivan Lendl, que conquistaron 15 títulos en 1974 y 1982, respectivamente. Lo que sí que parece claro es que este nivel de dominio en un solo año no se volverá a ver en mucho tiempo. Tres grandes temporadas, tres años históricos que tienen su lugar en los registros más increíbles de la historia del tenis. Y así permanecerán por un largo tiempo.