Existe una fina línea que separa la valentía de la temeridad y la organización del US Open 2020 hace equilibrismos sobre ella durante estos días. La propuesta del Grand Slam neoyorquino es oficial y aunque falte la confirmación de las autoridades sanitarias neoyorquinas para que pueda considerar asunto cerrado, las reacciones en el mundo del tenis no se han hecho esperar. A pesar de que una parte notable de jugadores, en especial grandes estrellas, mostraran reticencias a disputar el torneo, habrá tenis sin público en Flushing Meadows y se retomará el tenis de élite en unos términos que merece la pena repasar.
Tras hacer el anuncio, algunos miembros del comité organizador mantuvieron una reunión telemática con periodistas de medios estadounidense, como el NY Times, en la que desvelaron qué argumentos hay detrás de esta decisión. "Desde el principio hemos construido este plan de una manera colaborativa, hablando con muchos actores implicados y consultando con expertos en seguridad sanitaria. Queremos seguir adelante con el torneo porque consideramos que podemos hacerlo", declaró Chris Widmaier, portavoz de la USTA.
Desde dicha entidad saben que quedan más de dos meses para el arranque del torneo (31 de agosto) y que puede haber rebrotes que echen al traste su idea, pero confían ciegamente en que las cosas vayan bien. "Hemos trabajado 24 horas al día para descubrir la manera de celebrar el torneo de la manera más segura posible. Sentimos que si los jugadores son firmes a la hora de cumplir las medidas de distanciamiento social, el virus no podría propagarse de ningún modo. Nuestros especialistas en enfermedades infecciosas están convencidos de ello y de que las medidas planteadas son correctas", aseguró Patrick Galbraith, presidente de la USTA.
Cuestionado por los problemas que podrían derivarse en caso de tener que someter a los tenistas a una cuarentena, Galbraith se muestra contundente. "Eso sería un gran problema, pero tenemos mucha confianza. Europa está abriendo sus fronteras y lo principal es observar la evolución del virus; claramente, está remitiendo tanto en Europa como en Estados Unidos", aseguró el máximo mandatario de la USTA con un gran optimismo y negando la posibilidad de que se planteen someter a una cuarentena a los jugadores desplazados. Habrá que estar atentos a si el US Open 2020 finalmente puede celebrarse.