Solo tiene 19 años, pero Félix-Auger Aliassime siente en su interior una especie de responsabilidad o cuenta pendiente con el mundo del tenis. El jugador más joven del top50 hizo un salto de calidad espectacular la temporada pasada, batiendo récords de precocidad que ya no recordábamos, pero quiere más. Es la mentalidad de un deportista llamado a hacer grandes cosas, aunque de momento seguimos esperando para verle levantar un título. En una charla con Mats Wilander y Boris Becker en Tennis Legends, el de Montreal dejó constancia que ahora mismo el principal objetivo de los jóvenes tiene que ser apartar al Big3 para traer al mundo del tenis un nuevo discurso.
“Obviamente, la gente necesita ver caras nuevas para ganar grandes torneos. Como parte de esto, tanto yo como otros jugadores un poco más mayores estamos intentando acercarnos a ese objetivo, jugadores como Daniil Medvedev, Stefanos Tsitsipas, Alexander Zverev o Dominic Thiem. Por supuesto que tenemos que empujar, pero creo que la barrera más complicada es el nivel que tienen estos tres jugadores que todavía siguen compitiendo. El compromiso que tienen y el conocimiento que han adquirido dentro de la élite les está empujando a romper los límites en cuanto al tiempo que un tenista puede mantenerse en la cima”, refleja el actual Nº20 mundial.
Sincero y directo, Aliassime no pierde los anillos al afirmar que tanto Roger Federer, Novak Djokovic o Rafa Nadal siguen estando un paso por delante del resto. Claro, que mirando las estadísticas o el propio ranking sería absurdo negarlo. Pero si el canadiense presume de algo es de fe, aunque él no debería ser quien saliera a confesar estas palabras. Es verdad que su figura todavía está lejos de llegar al Olimpo, pero es que tampoco tuvo la oportunidad de medirse a los Dioses. Nunca se enfrentó a Federer, nunca se enfrentó a Djokovic, ni siquiera a Murray o Wawrinka. Solamente firmó una derrota ante Rafa en el último Masters 1000 de Madrid por un doble 6-3 que demostró lo difícil que es jugar ante el mejor del mundo en uno de sus torneos favoritos. Nada que reprochar.
Mientras Félix espera su oportunidad, algo que la cuarentena alargará más de la cuenta, también admite que los miembros del Big3 se han convertido en rivales y espejos al mismo tiempo. “Ellos están continuamente tirando abajo las barreras que dictaminan lo bien que puede jugar un tenista estando en una edad avanzada”, insiste el canadiense, un admirador real de este grupo de tenistas que han puesto la historia a su favor a base de rivalidades épicas, finales inolvidables, ceremonias de trofeos cargadas de emoción, vueltas al circuito tras lesiones incurables, en definitiva, mil y un factores que les ha llevado a a mirar a todos por encima del hombro.
Ellos son la historia del tenis reciente y de ahí es donde Aliassime puede empaparse, beber de las experiencias que nos han regalado, aunque a él le toque afrontar ahora una nueva época completamente distinta a la de hace veinte años. “Me gusta la historia del tenis, me gusta aprender cómo se juega y cómo se jugó en el pasado. Obviamente, siento la necesidad de traer cosas interesantes cada vez entro a la pista, pero no estoy seguro de la manera de hacerlo, ya que me encantan los duelos, disfruto mucho de la tensión de dos jugadores compitiendo frente a frente”, señala Aliassime, tan maduro como de costumbre. “Debe respetarse siempre la historia del deporte, la pelea entre dos gladiadores que entran juntos a la cancha. Creo que esa es la principal esencia del tenis, uno de los motivos los los que soy un gran admirador del tenis”.