Conocida la sanción de 11 meses por dopaje, Nicolas Jarry ha confirmado en 'La Tercera' que fue un acuerdo entre las partes el que impidió que tuviera que acudir a juicio. El tenista chileno acepta la sanción pero no su culpabilidad por doping, argumentando no haber hecho trampas y señalando a la mala suerte y a la contaminación cruzada de pastillas.
Jarry efiende su inocencia con respecto a la voluntad de hacer trampas. "La gente debe creerme porque son hechos claros y probados por el mismo organismo que dijo que hice trampa, algo que nunca sucedió. Fue mala suerte, por una contaminación cruzada de pastillas. Hay que conocer el tipo de sustancia que es y la cantidad que encontraron en mi cuerpo. Y yo no hice trampa porque las cantidades eran insuficientes, no creo que hicieran efecto. Por lo que decía mi abogado, es como una pelotita de sal en una piscina olímpica. Además tres días antes de mi positivo, pasé otro control y no di positivo. Es evidente que fueron estas pastillas."
Reconcoe que acepta la sanción pero no la culpabilidad. "No, yo no acepto mi culpabilidad de dopaje. Yo acepto la sanción que me han impuesto. Y en la sanción dice que yo nunca me dopé ni intenté hacer trampa. La sanción es así porque hay reglas que establecen que yo soy responsable de todo lo que haya en mi cuerpo. Y sí, tristemente las cosas son así. Uno debe ser perfecto. Pero la perfección no existe."
Hacer trampas va en contra de sus valores. "Lo que más queda dañada es la reputación. Soy totalmente contrario a hacer trampas. No he sacado ventaja en mi vida. Intento jugar siempre con fair play, es algo que mi abuelo me inculcó desde pequeño. Hacer trampa no te lleva a ningún sitio. Así que sí o sí, es la reputación lo que queda más dañado. Después, la sanción es parte del organismo responsable, que cree que hice algo que debe conllevar una sanción de 11 meses. Y dejar a un tenista 11 meses sin poder trabajar, diciéndole que hizo algo malo cuando en realidad no hice nada malo".
Nico confirma ela cuerdo privado para evitar el juicio. "Sí, es un acuerdo porque es de palabra entre las partes. No hay un tribunal de por medio. Lo acepté porque ante las circunstancias actuales, hay mucha incertidumbre. Uno no sabe qué puede ocurrir y además todo está parado ahora mismo. Pero once meses es mucho tiempo para alguien que no tuvo deseo de hacer trampa y que ni siquiera la hizo. Que no sacó provecho de ello. La contaminación era ínfima. Y sí, para el que quiera hacer trampa, el castigo debería ser ejemplar y mayor. Pero así son las normas."
La noticia, un jarro de agua fría en su día a día. "Se te viene el mundo encima en un momento. La trampa va en contra de mis valores. Me enfado cuando alguien trata de hacerse el listo. El tenis es el deporte blanco, el más educado, y que te acusen de hacer trampa es muy jodido. Cuando me enteré de la noticia, no me lo podía creer. Me puse a llorar."