El hombre que hay... 'Behind the racquet'

Noah Rubin, el hombre que está detrás del fantástico proyecto 'Behind the racquet', cuenta cómo nació la idea y lo que ha logrado con élla.

Alejandro Arroyo | 16 Apr 2020 | 18.02
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Noah Rubin.
Noah Rubin.

"Quiero que el tenis sea un lugar mejor". Es una frase tan ambiciosa como recelosa de caer en el cajón de los tópicos o frases 'corporativas', pero si lo dice Noah Rubin, la cosa cambia mucho. El norteamericano, quien sigue actualmente batallando en los Challenger para alcanzar su mejor nivel, es creador, entrevistador y guardián de un tesoro, un proyecto llamado 'Behind the racquet', donde ha conseguido que los jugadores no sólo cuenten experiencias personales y emocionales sino que además sean partícipes de entregas posteriores a las suyas. Tras cada historia, que se publican en la web y en la cuenta de Instagram del proyecto, es muy común ver a muchos jugadores y jugadoras que apoyan al tenista que de algún modo se abre emocionalmente para contar en primera persona su línea de vida, personal y profesional.

Está siendo este momento uno de mucha producción en el canal. Rubin dice haber realizado hasta 35 entrevistas en este confinamiento mundial, habiendo publicado recientemente las historias de Pablo Andújar o Roberto Bautista. Pero también queda por contar la suya. La de Noah Rubin, que ha atendido a 'Tour-Talk', cuenta muchas cosas del proyecto y de lo que ha buscado con él, señalando dos entrevistas concretas como las más impactantes.

"Es increíble ver en el último año lo lejos que ha llegado", comenta Rubin sobre el proyecto. “Durante la pandemia, solo, estando en casa, creo que he publicado 35 entrevistas nuevas. Es un momento increíble para mí, obviamente agotador, y también hacer entrevistas sobre mí como esta. He estado muy ocupado. No se trata tanto de la historia sino de la conversación: haber hecho que los hombres adultos lloren delante de mí, escuchar historias sobre personas que se abren cuando les das una plataforma. Quería resaltar la salud mental y abrir una conversación al respecto".

"Sandgren fue la entrevista más impactante: me abrazó y lloró"

Rubin reflexiona previamente sobre el momento actual, de lo que significa para el tenis. "Siempre nos quejamos de la duración de las temporadas (rara vez tenemos la capacidad de tomar un descanso), pero muchos de mis compañeros jugadores profesionales realmente no saben cómo vivir sin tenis. No hemos tenido la oportunidad de tomarnos un descanso sin sentir la ansiedad de que nos estamos perdiendo. Es importante que estos jugadores se tomen un tiempo y digan: "Oye, llevemos el cuerpo a un punto en el que no tengamos molestias. Está bien mantenerse activo y mantener la movilidad. Sin embargo, no hay necesidad de entrenar a un alto nivel en este momento. Este es un momento para tomarse un tiempo libre el uno para el otro."

"Creo que soy diferente porque esta vez casi ha estado más ocupado que mi horario normal de tenis. Estoy haciendo todo este trabajo de 'Behind The Racquet' (seis o siete entrevistas al día). Realmente no tengo tiempo para descansar con todo lo que estoy haciendo. Sumo cinco o seis horas de trabajo. Y tengo muchas ganas de pasar algún tiempo con familiares y amigos, pero creo que es hora de relajarse y hacer algo que siempre hemos querido hacer; disfruto alejándome del mundo del tenis".

Rubin cuenta finalmente qué dos entrevistas le han parecido las más impactantes e interesantes de todas. “Una, Tennys Sandgren, quien fue el primero en abrazarme realmente y llorar frente a mí en una conversación de una hora. Él me dijo: ‘Muchas gracias. Nunca he podido compartir mi historia completa. Gracias por darme esta oportunidad". Otro, Darian King, de quien soy muy buen amigo, el habló sobre la muerte de su madre. No tenía ni idea. Entonces, eso provocó algo en mí que decía: "Guau". Tengo la responsabilidad de abrirme. Tiene que haber tantos otros en la misma situación y tengo que ser capaz de arrojar luz si la gente quiere. Al final todos posan detrás de su raqueta de tenis. Todos están al mismo nivel. Hay jugadores prometedores y también está Daniil Medvedev, que es el número 4 del mundo. Todos están haciendo lo mismo: ser quienes son. Hay algo entre usted y ellos que no siempre conoce y hay una barrera que superar. Esa es la metáfora con la que jugaba y la raqueta representa una imagen genial. Obviamente, tengo la suerte de estar construyendo algo en este momento que será mi legado y, con suerte, crecerá y crecerá y crecerá. Hacerlo durante mis días de juego es una ventaja. Quiero hacer del tenis un mundo mejor".

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“There was always a little bit of a fight between my father and my mother. My mother wanted me to study more, which is why I was in school while playing tennis until I was 18. In Russia most professional athletes are done studying around 12 years old. It might have been the reason I wasn’t as good as my friends for some time, but I have no regrets. There were many tough times before the help from the federation and sponsors, when there wasn’t enough money. There were matches where I lost and all I was thinking about was the extra 100 dollars I could’ve made. The toughest period for me was the switch from juniors to pros. I ended at 13 in the world in junior tennis. I started to quickly understand, after playing futures, just how difficult it would be to get from 700 to 300 in the world. You needed to save as much money as possible while trying to win five or six futures as quickly as possible. At the time I was lost, didn’t know how to do that because there were so many other players trying to do the same thing. I remember talking to Bublik, playing a future thirty minutes away from where I lived in France. I was around 700 in the world and asked him, ‘How do you even become 300, it seems impossible?’ To this day he remembers that line and will joke when he sees me, ‘Come on, how did we become 300?!’ Even after reaching the top 100 for the first time, I knew deep down I wasn’t professional. When I was on court I would give 100%, but off the court I wouldn’t do the right things. I would go to bed late, play hours of PlayStation and just not worry about the small things. From 70 to top 5 in the world was the jump where I really decided to dedicate everything to tennis. I wanted to finally find my limits. I know people say there are none, but I want to test myself and find mine. That was the moment for me. I remember before that major jump where I would play one long match and I would lose the next day just because I couldn’t move. If you talk to anyone from juniors they would say I was one of the players in the worst shape, sometimes cramping after only thirty minutes...” Swipe pictures to continue reading @medwed33 story!

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