Hacer comparaciones es odioso, pero del mismo modo, para un país como Estados Unidos, no lograr que su presente esté a la altura de su historia lo aleja de marcar el camino. Eso lo hizo siempre, década tras década, pero ahora, a nivel masculino, cada vez le cuesta más generar un campeón de Grand Slam o sumar varios integrantes de una generación que pueble el top-20. Esta cuestión ha sido valorada por Michael Chang, quien en primera persona convivió con compatriotas que son hoy leyendas de la historia del tenis.
El norteamericano no esconde que comparar a los Tiafoe, Fritz, Harrison, Opelka, Sock, Mmoh y demás talentos surgidos en los últimos 5-10 años con quienes dominaron la década de los 90, no sería justo. "Probablemente fue un poco injusto compararlos con las generaciones anteriores porque no sé cuánto tiempo pasará antes de que salga otra generación como la nuestra. No solo teníamos a Jim Courier, André Agassi, Pete Sampras o a mí, sino que también podías incluir jugadores como Todd Martin o MaliVai Washington".
Con suerte, continuarán madurando, seguirán creciendo y seguirán mejorando
Chang por ello considera que ello les desliga de cualquier presión por gnar grandes campeonatos. Las expectativas no son ni deben ser tan altas sobre ellos, pues están lejos aún de acercarse a los mejores jugadores del mundo en potencial y rendimiento. Si bien Estados Unidos logró desde 2008 sacar algunos buenos jugadores, todavía está por salir quien rompa la sequía de grandes títulos, datada en 2003, cuando Andy Roddick conquistó el US Open.
“Teníamos una profundidad increíble en el tenis masculino estadounidense. Por eso ahora no hay presión sobre ellos, los jugadores actuales, para progresar. Nadie espera que salgan y ganen campeonatos. No hemos tenido una cosecha tan buena de jóvenes estadounidenses desde nuestra generación. Con suerte, continuarán madurando, seguirán creciendo y seguirán mejorando. Ha sido genial ver algunos de sus resultados y, con suerte, veremos más y más en esa dirección".