Berdych muestra su desconsuelo y deja entrever una retirada inmediata
El checo dijo sentir fuertes dolores en la cadera que le impiden continuar y se plantea seriamente no disputar más Grand Slams y retirarse.


Duele mucho ver sufrir tanto en la pista a cualquier jugador y choca especialmente en un referente de los últimos tiempos como ha sido Tomas Berdych. El checo no podrá despedirse del tenis como merece. Una espiral de lesiones en la que se ha visto imbuido en los últimos tiempos le ha alejado de las pistas y cada vez que intenta retornar, sufre una recaída. Explotó psicológicamente después de su derrota en la primera ronda del US Open 2019, frente al joven estadounidense Jenson Brooksby. Quien pudiera ver unos minutos del encuentro se percataría claramente de la incapacidad absoluta para desplazarse lateralmente del checo, totalmente rígido en sus movimientos. En palabas recogidas por un diario checo, Berdych confirmaba los peores presagios.
"No voy a valorar este partido porque bastante hice con no retirarme. Tuve que poner mucha fuerza de voluntad para terminar el encuentro. Es desesperante ver cómo surge de nuevo un problema físico. Me duele mucho la cadera, no puedo sacar bien, me resulta casi imposible flexionar y agacharme. No tiene sentido esto", aseveró el que fuera número 4 del mundo. A sus 33 años, el panorama de futuro para Tomas es desolador y así lo reconoce. "He peleado muchísimo en los últimos meses, entrené durísimo todo el verano y tenía plena confianza en que iba a recoger los frutos de ese sacrificio. Vine a Nueva York con serias aspiraciones, quizá por eso estoy especialmente dolido y lo único que se me pasa por la cabeza son decisiones drásticas y negativas", comentó.
Y es que la sombra de la retirada se cierne inexorablemente sobre Berdych, que lleva mucho tiempo sin encontrar un mínimo de continuidad. "Voy a tratar de tranquilizarme, no quiero tomar decisiones apresuradas. Amo el tenis, es como una droga para mí, no puedo comparar con nada en la vida lo que siento cuando estoy compitiendo en una cancha. Me encantaría volver a estar sano para disfrutar de ello, pero mis planes de futuro han desaparecido con el partido de hoy", declaró ante el estupor de los medios checos, que intentaban adivinar si la retirada estaba ya decidida. "Es poco realista pensar que puedo volver a jugar a buen nivel. Mucho tendría que cambiar todo, lo peor es que no sé qué puedo hacer para intentarlo, no depende de mi. Una operación me dejaría cinco meses fuera y me dicen que el porcentaje de éxito es de un 50% así que no es una solución", aseveró un hombre con la cadera muy maltrecha pero una lesión diferente a la de Andy Murray, que no le afecta en su día a día fuera de la pista.
"Es un problema crónico. Mi estilo de juego me ha llevado a que mis caderas sufran un gran desgaste. En septiembre voy a intentar jugar en San Petersburgo y Zhuhai, y luego iré a Tokio o Pekín. Lo más probable es que este haya sido mi último Grand Slam, pero ya veremos qué ocurre", señaló el checo, visiblemente afectado. Tomas Berdych no lo tiene nada fácil, pero seguirá exprimiendo cualquier mínimo atisbo de posibilidad para despedirse del tenis sintiéndose competitivo. Habrá que estar atentos a su progresión.