
Hace tiempo que no tenemos noticias del buen rendimiento de Kristina Mladenovic en terreno individual, pero eso no le ha impedido seguir abriéndose camino como doblista, categoría que ya le ha visto levantar cinco torneos de Grand Slam, dos de ellos en mixtos. Su última conquista se dio hace 24 horas en Roland Garros, su parada favorita del calendario, haciendo pareja con una Timea Babos que se ha confirmado como la pareja perfecta dentro de la pista para la francesa. Este triunfo la ha llevado a convertirse este lunes en la nueva Nº1 del mundo de dobles, provocando una felicidad permanente en su discurso.
“Cada título de Grand Slam es especial y memorable, cargado de cientos de emociones. Sin embargo, éste creo que asciende a lo más alto. Al menos por mi parte, significa algo muy especial. Es la segunda vez que gano Roland Garros en dobles, así que quiero compartirlo con Timea, con eso es suficiente, quiero que sepa todo el mundo lo importante que es esta chica para mí. No tengo palabras para describirlo, si alguien me preguntara con quién quiero compartir algo, sin duda sería con ella”, afirmó la jugadora gala tras la consecución de la corona.
“Cada torneo es una aventura, un viaje muy largo de dos semanas, es un privilegio haber llegado tan lejos. Esto me hace sentir muy orgullosa, ganar por tercera ocasión en Roland Garros. Cuando era una niña, recuerdo venir aquí muchas veces con mis padres, fue muy emotivo ganar el título siendo junior. Mi primera final fue en dobles mixtos pero perdimos, luego sí pude ganar en 2016 con Caroline. Ganar ahora significa todo, por hacerlo con una auténtica amiga, desde la infancia, es algo increíble. Cuando juegas en casa notas mucho más la adrenalina, una presión extra, quieres hacerlo bien, siente el calor de todo el box con tu familia, así que es una oportunidad increíble”, subrayó la jugadora de Saint Pol Sur.
Interesante es escuchar a Kiki hablar sobre su relación con Timea, tanto fuera cono dentro de pista. “Lo que tenemos en común es el deporte, nuestras carreras, el trabajo. Somos dos grandes trabajadoras, tenemos mucha ambición. Digamos que tenemos la misma filosofía en lo que concierne a nuestra relación dentro de la pista. Quizá suene extraño, pero nunca hemos entrenado dobles, simplemente hemos mejorado y evolucionado jugando partidos juntas, pensamos que así era la mejor manera de hacerlo. Nuestro juego se complementa más y más en pista con el paso de los años. Conocemos las debilidades de una y de otra, con el paso de los torneos hemos ido aprendiendo a manejar las situaciones, cómo protegernos, cómo usar nuestros puntos fuertes. Esto es lo que marca la diferencia. Luego, fuera de la pista, somos completamente diferentes”, manifiesta la actual líder del ranking.
Pero su torneo no solo ha estado en las pistas, también acompañando a Thiem desde el palco hasta la final. “Siento esos momentos como increíbles, me encantaría vivir muchos más. Me dan muchísimas fuerza, me hacen querer salir a pista con más ganas al día siguiente para hacerlo tan bien como él. Siempre he dicho que la prioridad en mi carrera está en el circuito individual, de hecho me sentía muy bien antes del torneo, pero me encontré con una jugadora (Martic) que volvió a demostrar que es muy peligrosa en este tipo de escenarios. Esto es deporte, todo tiene que ver con el cuadro y con los tiempos. Ahora quiero utilizar esta experiencia que me da el dobles para utilizarlo en singles”, declaró.
Quinto título de Grand Slam y un premio exquisito: ser número 1 del mundo. “Es algo absolutamente loco, no sabría decir lo que significa. Es complicado describir algo que me acompañará para el resto de mi vida, al lado de mi nombre siempre aparecerá que fui Nº1 del mundo, es increíble. La gente me habla mucho de este dato, pero la verdad es que no vinimos aquí pensando en el título. Este año habíamos jugado cinco torneos juntas, no jugamos cada semana, no buscamos puntos o ranking, así que somos muy afortunadas de tener tanto éxito y ser tan consistentes en nuestros resultados. Estoy muy orgullosa y lo seguiré estando en el futuro”.
Poe último Mladenovic también quiso dedicarle unas palabras a la otra gran protagonista, Ashleigh Barty. “Es una jugadora muy completa, me encanta su manera de jugar, varía mucho durante los partidos, tiene un gran toque de pelota, una grandísima volea. Todo lo que puedo decir de su juego es bueno, mereció el triunfo sin ninguna duda. Casi jugamos contra ella y Azarenka en cuartos, pero perdieron una ronda antes frente a Stosur y Zhang. Por suerte, estamos en una época donde algunas de las mejores jugadoras individuales también compiten en dobles. Por ejemplo, Mertens y Sabalenka estaban en semifinales”, concluye.