En pocas palabras

Badosa obtiene con brillantez el billete para el cuadro final

Diego Jiménez Rubio | 11 Jan 2019 | 01.43
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Puede ser el inicio de algo grande lo que ha conseguido Paula Badosa en la mañana de Melbourne. La española cuajó un partido imperial, repleto de inteligencia emocional, clarividencia táctica y mucho coraje, para derrocar a uno de los grandes diamantes en bruto del tenis actual, como es la ucraniana de 16 años Marta Kostyuk. Los altibajos fueron constantes entre dos tenistas de potencial ilimitado, pero aún faltas de consistencia. Badosa superó una desventaja de 3-1 en la primera manga y estuvo inconmensurable en los momentos cumbre, adjudicándose una primera manga que le dio mucho moral. El segundo set fue de rachas, y tras dominar 3-0, la española se vio 3-3 0-30; fue ahí donde sacó lo mejor de sí misma y se notó el punto de inflexión que está suponiendo su alianza con Xavier Budó. 7-6 (6) 6-3 fue el resultado final del partido que permite a Badosa disputar el primer cuadro final de Grand Slam de su carrera, el Open de Australia 2019, habiendo apeado a una joven que el pasado año alcanzó la tercera ronda en Melbourne.