La Copa Davis, 118 años después

Datos, curiosidades, historia, espíritu... Repasamos la singularidad de una competición que jugará este fin de semana su última edición tal y como se concibió.

Alejandro Arroyo | 21 Nov 2018 | 18.00
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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El próximo fin de semana se pondrá punto y final a la Copa Davis tal y como fue concebida y tal como se ha conocido hasta esta última edición que Francia y Croacia cerrarán en el estadio Pierre Mauroy de Lille. La próxima temporada, como todo aficionado al tenis conoce, el formato cambiará, se jugará en una única sede y concentrada en unos pocos días. Hasta que ese formato pueda argumentar haber calado en el aficionado pasará un tiempo, el que necesitó una competición que tuvo un prestigio inigualable en ciertas épocas del siglo XX y que generó un espíritu y una identidad del todo inconfundibles.

Ideada en 1900 entre un grupo de jugadores de Harvard para medirse a otros jugadores de Estados Unidos, la Copa no tardó en llamarse como el fundador del formato. Dwight Davis dio forma al enfrentamiento y fue el creador de lo que después sería la competición por equipos más representativa del tenis masculino. No pasó demasiado tiempo, cinco años, para que la competición sumara nuevo países al formato. La idea iba tomando forma y color, en la que fueron adhiriéndose naciones como Francia, Bélgica, Austria y Australasia (jugadores de Australia y Nueva Zelanda).

Ese progreso fue imparable, sumando más de 20 naciones participantes en la década de 1920. El torneo gozaba de un prestigio y reconocimiento creciente y con un margen para la expansión solamente frenado por las guerras. Así entre 1915-1918 y 1940-1945 no se disputó la competición, debido a las dos Guerras Mundiales. A partir de 1950, el tenis masculino va carburando hacia una etapa de ruptura, aperturista, que convierte al deporte de la raqueta en un potencial espectáculo de masas. Hasta 50 países participan en una Copa Davis que se organizaba por escalas de nivel y que formó en 1981 el hoy conocido como Grupo Mundial, con su sistema de ascensos y descensos y los Grupos Zonales.

Fue en 1972 donde se realizó un cambio importante en el formato. Hasta ese momento, como ocurría tiempo atrás en los Grand Slams, el campeón del año anterior esperaba directamente en la final, y a partir de esa temporada el defensor del título comenzó a hacerlo desde la primera ronda. 1993 sería la fecha en la que 100 países participarían en la competición. Actualmente, en la edición actual, han sido 124 los participantes, no siendo la edición que más tuvo (en 2001 la jugaron 139 países).

Los cambios de formato de tanteo también afectaron en la Copa Davis, que en 1989 implantó el tie break en cada set, no así en el último. La Copa Davis adquirió un tono especialmente épico en series apretadas en las que no existía tie break en el quinto set. Fruto de los tiempos, la ITF decidió, en 2016, implantar la muerte súbita en la quinta manga, después de sucederse el encuentro entre Leonardo Mayer y Joao Souza, de 6 horas y 43 minutos, el más largo de la historia de la competición.

Francia y Croacia lucharán por ser el útlimo en conquistar la Copa Davis con el formato actual. Y eso no implicará un nuevo campeón. Sólo 15 países han podido levantarla alguna vez.

32 USA

28 Australia

10 Gran Bretaña

9 Francia

7 Suecia

5 España

3 República Checa, Alemania

2 Rusia

1 Argentina, Croacia, Italia, Sudáfrica, Serbia, Suiza

En clave española, todo comenzó precisamente con la entrada en el siglo XXI. España juntó a una generación concreta de jugadores y una increíble fortaleza sobre tierra batida que la convertía en la mejor nación del mundo sobre dicha superficie. Creciendo en otras superficies gracias al avance de determinadas circunstancias y la aparición de talentos de clase mundial, España levantó cinco ensaladeras entre el año 2000 y el 2012 (2000, 2004, 2009, 2011, 2012).

Las connotaciones propias de la competición fueron basando su fortaleza en el sentimiento del jugador con su país, en las eliminatorias jugadas en casa o fuera, en la comunión entre jugadores y capitán, la variedad de los puntos: cuatro individuales y un dobles, la oportunidad competitiva de reivindicar un perfil de jugador que podía estrechar las diferencias de ranking por la singularidad emocional de la competición y por la tradición que durante tantos años, antes de su desgaste, hizo de la Copa Davis un torneo que hará reset la próxima temporada.