Se avecinan tiempos de cambio para un deporte tan tradicional como el tenis. Torneos, formatos, normativa, ningún estamento se libra ahora mismo de ser modificado o diseñado de cara a una nueva era en la que cada vez se apuesta más por la novedad, distintos ritmos para no quedarse atrás y cuidar al protagonista de este espectáculo: el jugador. La Copa Davis, una de las joyas de la corona, se ha visto en el ojo del huracán en los últimos meses debido a las continuas quejas que llegaban del vestuario y a las propuestas que, de manera interesada, aterrizaban desde fuera. ¿Qué implicaría modificar las bases de la competición más importante por equipos?
Uno de los hombres que más disfrutó con ella en este país fue Pedro Muñoz (Madrid, 1949), presidente de la RFET entre 2005 y 2009. Aunque envuelto en un final convulso con una guerra interna con los jugadores, Muñoz pasó a la historia por la conquista de unas de las ediciones más imprevisibles y heroicas que se recuerda, la famosa Ensaladera de Mar de Plata. Con su verso fácil y su dedicación permanente por este deporte, Pedro se sienta con Punto de Break para conversar acerca de los peligros que tendría perder la competición a nivel federativo y subrayar los intereses que mueven hoy en día al deporte de alta competición.
¿Qué pasa con la Copa Davis?
La Copa Davis es un sustento fundamental para el tenis de cada país, ha sido y es la competición por países más hermosa que hay. Es uno de los pocos soportes que le quedan al tenis federativo. Si nos la roban sería el golpe definitivo al tenis base. Ya nos dieron un golpe mortal creando la ATP con la hermosa disculpa de que era para defender a los jugadores, pero solo es un gran negocio donde se cubre a 7-8 jugadores que son los que tiran de todo.
¿Por qué se la quieren cargar?
No tienen nada contra ella, simplemente buscan hacer el negocio que ellos quieren hacer. La única competición que queda en manos federativas es la Copa Davis, así que, si lo que preocupa es el tema económico no deberían tocarla. Lo primero que perdemos es la sede y va a parar a un solo país. Segundo, no todos los países saben explotar bien la Copa Davis, aunque éste sigue siendo el elemento más promocionador. A mí siempre me ha importado mucho ver cómo se promociona la Copa Davis, ver que sin hacer grandes esfuerzos, todo el mundo va a ver a España, a la Armada. Ahí sí que hay unidad.
¿Cuál es la postura oficial de la RFET?
No sé la postura oficial, solo rumores. Lo que sí te puedo decir es que hemos hecho la Asamblea de la Asociación Española de Clubes de Tenis y hemos aprobado por unanimidad el hecho de mandar una carta a Miguel Díaz pidiéndole que España esté al lado de los países que defienden el formato actual de la Copa Davis.
Hay dos bandos y cada uno tiene una idea.
Hay muchas razones distintas, muchos intereses, pero todos lícitos. También hay intereses de negocio, por eso Piqué llega y propone su oferta. Luego otra postura que es la de los jugadores con sus managers. Cada empresa tiene sus intenciones, pero lo que hacemos es despojar al tenis del principal baluarte y sostén que tiene. Ahora las Federaciones, si quieren subsistir, van a tener que quitarles más a los jugadores, a los árbitros, su propio colectivo. Pierden promoción y financiación indirecta en cantidad.
Los apoyos son fundamentales.
Uno de los motivos por los que se llevó a cabo el gran contrato histórico de Mapfre con el tenis español, que por cierto, se consiguió durante mi mandato como Presidente de la RFET, tuvo un soporte fundamental para llevarlo a cabo: la Copa Davis y su entorno. Todo eso se pierde.
¿Corren peligro las Federaciones?
Hay muchas que están en riesgo, pero no quiero dar nombres. Países sin soporte que dependen de lo que les dé el gobierno. Pero vuelvo al tema de Mapfre, ¿qué relación van a querer con la Federación si no tenemos Copa Davis? ¿Qué le queda?
¿Qué más cosas habría que mejorar?
El tenis femenino, por ejemplo. Yo siempre quise potenciarlo y asentarlo. Igual que el Campeonato de España, cuando llegué pregunté: ¿cuanto se repartió en premios el año pasado? ¿64 millones? ¡Pues 32 y 32! No quiero recordar la que me montaron algunos, pero lo hice, lo llevé a cabo. Por primera vez en la historia de nuestro tenis, las chicas recibieron los mismos premios que los chicos. Con el contrato de Mapfre hice lo mismo, para que apoyaran a la Copa Federación.
En ocasiones se habla mucho de tu mandato como presidente, aunque no todas las cosas son positivas.
Aquí han sonado muchas cosas, pero a veces no fueron las importantes. Por ejemplo, el español como lengua oficial en la ITF, eso pocas personas lo saben, pero es un logro de mi mandato. No quiero decir que sea Dios, ni que sea mío, es algo del tenis español, pero fue bajo mi presidencia, cuando se consiguió.
Con los derechos de televisión también diste un giro importante.
Me dijeron que para mejorar la televisión había que entrar en subasta, pero yo lo tenía claro: mi televisión es RTVE. Llamé al que por entonces era director, fui a verle en Barcelona y le dije que no habría ninguna subasta, que el tenis iba a ser para Televisión Española. Renuncié a la subasta a cambio de que emitieran también la Copa Federación y los Campeonatos de España. Nos dimos la mano y firmamos una jugada maestra, aquello no era lo mejor para los managers, pero era lo mejor para nuestro tenis. Jugara quien jugara el Campeonato de España, siempre tuvimos televisión.
¿Y el factor económico?
El director de la ITF me avisó: “Vas a recibir la mitad de ingresos que los otros países de tu entorno, de tu nivel”. Luego salió todo a pedir de boca, sacamos prácticamente lo mismo.
Te veo volcado con la causa de mantener la Davis.
Las Federaciones pequeñas ya no tienen de qué vivir, muchas ya tienen la ruina y algunas cuando mejoran su financiación, crecen desproporcionadamente en sueldos y otros costes de personal, entonces no pueden ayudar al colectivo en la base. Es verdad que no todas tienen un Nadal en sus filas, pero si lo tienes y no lo aproveches, es como si no lo tuvieras. La Federación Española sí que lo aprovechó y ahora seguimos teniendo una Armada, vamos a seguir teniendo una Armada durante mucho tiempo. No habrá otro Nadal, pero el nivel medio nuestro se mantendrá en el top30 durante los próximos treinta años. Ahora hay que moverlo todo en colectivo, para que también se beneficie el tenis base y el tenis femenino. Por eso no podemos renunciar a la Copa Davis.
Sin embargo, luego les preguntas a los jugadores y todos apuestan por un cambio, dan luz verde al nuevo formato.
En democracia, el poder siempre lo tiene la mayoría. También hay que ver, de todos esos jugadores que han contestado, cuántos están en el top10 y cuántos no. Del cuarto mejor jugador de España para abajo, te aseguro que no piensan así, ellos sí quieren la Copa Davis y recuperar ese poder federativo. Cada vez se está mercantilizando todo más, esto puede traer peligros de cara al futuro. Hay que medir muy bien las connotaciones que rodean a estas decisiones, ahora con el tema de los clubes veremos un giro importante.
Imagínate que rescatamos la Copa Davis original pero sin Rafa Nadal, David Ferrer, Feliciano López… el torneo se muere.
No, eso no es verdad. La Copa Davis es el verdadero campeonato del mundo por equipos. Está por encima de los nombres, aquí el peso lo tienen las selecciones. A todos nos gusta que jueguen los mejores, pero el día que no jueguen el 1º y el 2º… pues el 3º pasará a ser el 1º. No quiero que suene mal pero, ¿cuántas eliminatorias ha jugado Rafa Nadal? Un 12% de las eliminatorias… y te aseguro que, en las que no jugó, no cabía una persona más en las gradas. En España me refiero, otra cosa es si bajábamos, ahí ya lo pasábamos peor. Lo importante es mantener el espíritu, yo he visto a 500 personas salir de España a ver una eliminatoria, esto es una barbaridad.
Pero no solo hablamos de Nadal, hablamos de que Federer ya no va con Suiza y Djokovic tampoco se deja ver mucho con Serbia.
Pero esos son tres. Mira Francia, no tiene ningún Nadal y suspira por uno, pero tiene la Federación más potente del mundo. Hay gente que me pregunta, ¿qué pasará cuando se vayan los Nadal, Ferrer y compañía? Yo me río, claro. En esta época de la gran Armada hemos pasado de 111.000 licencias, que fue el récord que llegamos a alcanzar bajo mi presidencia, a las 78.000 de ahora, y en descenso. Y ojo, que mis cifras en cuanto a licencias fueron tildadas por mi como malas, a pesar del record histórico, me seguían pareciendo pocas, pero en mis cuatro años de mandato conseguimos subir aquello que siempre fue mi asignatura pendiente. Luego ves que Holanda tiene 700.000 licencias, ¡Holanda! Con la gran Armada hemos bajado a 78.000, esa es la gran verdad. Francia, sin ningún Nadal, ni ningún Ferrer, representan la Federación más potente vendiendo unión y respaldados por un gran torneo.
Con el torneo de Madrid tenemos un debate similar, preocupa que el certamen se vaya a otro país.
Tiriac ha venido a España porque le interesa, no por el sol ni por nuestras sonrisas. España no puede permitirse un alquiler, esto es chantaje. Con todas las carencias que tenemos hoy en día, no podemos sostener algo así. Es su negocio, igual que el mío es otro. A mí me preocupa el día a día, el tenis base, el sueldo de los cientos de monitores que dependen de lo que movamos los clubes.
Parece imposible imaginar a España al mismo nivel que los países que tienen un Grand Slam del que abastecerse.
Nosotros no tenemos esos números, pero ya empezamos a funcionar en esa inercia de las grandes potencias, falle quien falle. La Copa Davis es sustancial y un elemento promocionador para que se abra otro flujo de mercado y de dinero.
Y del calendario, ¿qué me dices? Siempre es la primera razón que abogan los jugadores para el cambio de formato.
El calendario se puede estudiar, por supuesto, todo en la vida se puede mejorar. Ellos hablan de cambiar, pero no nos engañemos. El calendario hay que cambiarlo, pues venga, sentémonos. ¿Qué parte no ha querido sentarse? Justo la que defiende los intereses de los jugadores. Imagina que finalmente acaben solucionando el tema de las fechas… al día siguiente ya estarían repartiéndolas para ver qué torneos de la ATP se instalan en esas semanas. ¡No quedará una libre!
Los billetes mandan.
El problema es que los propios jugadores se enfrentan a sus propios managers, que son los que les consiguen luego todos los contratos. A Rafa y Roger no costaría nada convencerles, pero ellos dependen en buena parte de sus managers, les deben lealtad porque, ahora mismo, sin ellos no se mueve nada en el día a día.
¿Crees que ahora mismo importa más el dinero que cualquier otro factor?
A ese nivel, mucho. A ese nivel uno ya no está pensando en el tenis de base o en los clubes, no es su prioridad. Pero ahora se va a revolver todo, yo siempre he dicho que las Federaciones no deben llevarse lo que les pertenece a los clubes, pero tampoco los clubes deben quedarse lo que le pertenece al jugador. Todas las ayudas que salgan de este contexto irán a becas, siendo el jugador el principal foco. Se avecina un cambio extraordinario, como en la propia sociedad.
Por repartir también hacia otro ángulo, no podemos obviar que la Copa Davis también ha hecho cosas mal. Que en 2018 todavía estemos jugando a cinco sets…
Puede ser, es otro asunto que se puede tratar y negociar. Yo que soy muy ortodoxo en esas cosas, no lo cambiaría nunca, aunque entiendo que puede ocasionar otros daños. Los partidos que han hecho grande a la Copa Davis han sido los épicos…
Y los que terminan enterrando a los jugadores.
… de momento no se ha muerto ninguno. Llevan toda la vida jugando a cinco sets y nunca ha pasado nada. Hay partidos épicos y eso es lo que ha hecho grande esta competición, lo excepcional, ver cómo caían extenuados en la pista. Bueno, se puede estudiar, al final es mi opinión, puede que sea más lo que estropeo que lo que beneficio. ¿Quieren cambios? Nos sentamos, lo hablamos y lo vemos.
Imagina que yo fuera el hombre elegido para firmar el cambio de formato de la Copa Davis. Aquí y ahora, ¿qué me dirías para impedirlo?
Te diría que si firmas eso estás enterrando definitivamente el tenis federativo, que ya está muy tocado. Francia con Roland Garros no se va a caer nunca, pero nosotros estamos heridos, no tenemos capacidad de financiación. El entierro del tenis federativo llegará en el momento que les quiten la Copa Davis a las Federaciones.