Timea Bacsinszky: “Si no gano un partido en seis meses no pasa absolutamente nada”
La jugadora suiza habla sobre su regreso después de siete meses parada por una lesión en su muñeca. “Haré todo lo posible por llegar al 100% a Roland Garros”.


No solo el circuito ATP sufre de lesiones, bajas y largas ausencias en sus mejores filas. En la WTA, el caso de Timea Bacsinszky lleva sangrando en el calendario desde el pasado mes de julio, donde la suiza puso un punto y aparte en Wimbledon antes de afrontar una intervención en su muñeca. Pero el tiempo vuela y la tenista de Lausana ya está de vuelta a la competición. No puedo hacerlo en Australia, pero sí la semana anterior en San Petesburgo, donde empezó cayendo en primera ronda del cuadro individual y terminó saliendo campeona del de dobles.
“Esta es la prueba de que nunca podemos calcular de nuestro futuro. Cada momento es diferente, cada vida es diferente. No tiene sentido ir demasiado atrás o mirar demasiado hacia adelante. Debemos vivir el momento presente”, descubre la helvética en una entrevista concedida hace unas semanas en la Tribuna de Ginebra.
Su idea, como la de tantos otros jugadores, era la de regresar a lo grande, en el Open de Australia, pero los plazos de recuperación no se cumplieron como esperaban y hubo que esperar un par de semanas más. “La verdad es que no, no fue una decisión que me dejara particularmente triste. La operación de la mano me la hicieron hace apenas tres meses, así que todavía era un poco pronto. Haber estado presente en Melbourne hubiera sido un poco locura, todavía debía perderme algunas semanas”, confiesa antes de afrontar la serie de Copa Federación ante la República Checa.
Mucho tiempo alejada de las pistas que la suiza ha invertido en otros asuntos, como el de buscar mejoras en su tenis para sorprender en su vuelta. “Durante este tiempo he discutido mucho con Dimitri (entrenador) sobre mi juego, pero hay una gran diferencia entre estudiar nuevas opciones de manera mental a probarlas dentro de una pista de tenis. Desde que volví a coger la raqueta sí que he probado nuevas cosas que antes no hacía. Por ejemplo, intentar golpear a la pelota mucho antes, buscar un mayor acierto de juego en la red, cosas pequeñas que luego suman durante un encuentro”, analiza la que fuera número 9 del mundo.
Sin embargo, hay cosas que no han cambiado, como la filosofía impuesta en la vida de Timea. “Aquí mantendremos nuestra línea de siempre, la de mirar y juzgar todo a largo plazo. Francamente, si no gano un solo partido en los próximos seis meses, no sucederá absolutamente nada. Sé que voy a descender en la clasificación, pero también sé que en algún momento volveré a estar al 100%. Lo iremos viendo torneo a torneo, ahora mismo no quiero ponerme expectativas”, responde la de Lausana.
Una ilusión y una fe intactas que le hacen soñar con recuperar algún día su mejor ranking. “Siento que tengo los mismos brazos, las mismas piernas. Ser número 9 o número 39 cuando una está lesionada no cambia nada, es algo que ya hemos visto muchas veces. Si te centras demasiado en la clasificación, acabarás perdiendo más partidos de lo habitual. O si me pusiera ahora a pensar en si soy la primera o la segunda suiza del ranking… ya tenemos suficientes preocupaciones en este planeta como para añadir nosotros más estrés”, valora Bacsinszky.
Un momento especial de su carrera siempre será París, el segundo Grand Slam del curso, allí donde espera volver a rugir esta temporada. “Haré todo lo posible para llegar a París en plenas condiciones, pero hay otros torneos antes, como el de Lugano (Suiza) en tierra batida, donde me gustaría jugar. Luego también está la FedCup, incluso si pensamos en esa posible eliminatoria de abril o en la de ahora de febrero. Lo que siempre aconsejo a todo el mundo es que sueñen, que no dejen de soñar, sin eso sería imposible avanzar. Es muy triste no tener sueños. Si no gano Roland Garros pues se volverá a intentar en Wimbledon, o en el US Open, no pasa nada”, concluye.