Testimonios: ¿Qué pasó con el tenis Sudamericano?

Argentina. Brasil, Chile o Ecuador. ¿Por qué el top100 de la ATP no cuenta con más jugadores de estos países? Lo abordamos en este reportaje.

Inicios de siglo fue la “era de los Latinoamericanos” con un chileno (Marcelo Ríos) que venía de ser número uno del mundo, cediendo el trono a un brasileño (Gustavo Kuerten) que tocaban el cielo del tenis y fueron precursores de una verdadera “armada sudamericana” que imponía temor y respeto en cualquier cancha del mundo y ponía en jaque a quienes asumirían el recambio generacional de este deporte durante esa época (Roger Federer y Rafael Nadal).

Menciono a estos últimos porque ya Agassi, Sampras, Chang, Kafelnikov, Rafter y otros que protagonizaban y tenían hegemonizado el tenis, se vieron postergados con la llegada de nuestros primeros embajadores en la era abierta. Sin embargo, con el correr de los años aparecieron tenistas prominentes como Fernando González, Massú, Nalbandian, Coria, Cañas, Lapentti. Incluso, ganadores de Grand Slam como Gaudio y Del Potro, los cuales fueron extinguiéndose, dejándonos sin referentes en la élite.

“Delpo” fue el tenista que cerró esta generación dorada y que saca a la palestra un ejemplo de éxito y buenas prácticas: la escuela de Tandil, uno de los principales semilleros del tenis, el cual según su director, Mario Bravo, tiene como fórmula del éxito su metodología de trabajo y filosofía de enseñanza: “Respeto, disciplina y espíritu de superación. Repetir, repetir y repetir”.

El también tandilense Guillermo Pérez Roldán piensa que “Argentina tiene una unión o identidad tenística; Francia y todos aquellos países dentro de los top del tenis tienen su forma su método y su sello. España también. Sus metodologías son tan cerradas y trabajadoras que les ha dado resultados y ese es un modelo a seguir”.

Que Tandil se haya convertido en una de los principales semilleros de tenistas está fuera de toda duda. Lo que extraña es cómo semejante concentración de talento pudo haber surgido de una ciudad que tiene apenas 140 mil habitantes y sólo unas veinte canchas. Pese a ello, Mario Bravo tiene la convicción de que “la clave está en no fijarse tanto en los otros, sino en uno mismo y trabajar”.

Otro país de pocos habitantes y que también tiene casos de éxito (Pablo Cuevas ha sido número uno Latinoamericano durante el último tiempo), es Uruguay y uno de sus referentes, Marcelo Filipinni, siente que “influye la escasa cantidad de torneos en cemento, ¡en Uruguay no hay canchas de cemento ni proyectos formativos sólidos y sustentables!”.

Chile es uno de los países que más ha sufrido con este “vacío” tras los tres estandartes que hicieron historia y entregaron innumerables momentos de alegría a los fanáticos de ese deporte. Precisamente, quien fuera el preparador físico de Fernando González, Carlos Burgos, dice que “la ausencia de tenistas de elevado nivel mundial como los mencionados, obedecen a ciertos ciclos y generaciones que van llevando hacia adelante el desarrollo deportivo de los países. No se sabe si está generado a partir de una política o forma diferente de entrenar y hacerlos madurar a nivel rendimiento”.

Otro tema importante es el aspecto físico. En el caso de todos nuestros referentes, sus carreras se vieron truncadas por problemas físicos asociados a la sobrecarga y las inclemencias del calendario. Según la Kinesióloga y jefa de KinePro en Chile, Claudia Valenzuela Mazzocchi, “hoy las operaciones son menos frecuentes, ya no se utiliza la infiltración, la medicina ha ido avanzando y las patologías son tratadas de otra forma. Hay que considerar que desde siempre los tiempos de rehabilitación han sido acotados, pero hay que cumplirlos. El problema es que los jugadores y su entorno han sido reacios a evaluarse, llegan a nuestras manos cuando ya se encuentra complicado”. La profesional concuerda con el hecho de que, “no hay política ni pensamiento preventivo y físicamente estamos lejos de realidades como la europea por ejemplo”.



¿Y la mentalidad? La psicóloga deportiva especializada en tenis, Ana María Yavar, estima que “incide la precariedad a nivel política y gestión de desarrollo deportivo, abocadas a asignar un fondo que permita a los deportistas a nivel sudamericano poder gestionar una carrera con tranquilidad. El tenis requiere un proceso largo, desde el inicio con grandes montos y todo el concepto de marketing apunta hacia los deportistas consagrados. Por lo tanto, en esta parte del mundo no existen sustentos y es complicado que un chico pueda avanzar y eso les afecta a nivel mentalidad y concentración en la consecución de objetivos”.

En lo formativo, Punto de Break dialogó con dos importantes actores en sus respectivos países: Hans Gildemeister y Mariano Hood.

El argentino nos comentó que, “fue una época dorada, todos los tenistas que se señalan son increíbles, pero el deporte es así, las camadas a veces no dependen tanto de un trabajo de base de las federaciones, sino también del talento de ciertos jugadores. Ahora no es tan bueno el momento, pero hay que aceptarlo. La gente se acostumbró a ver a jugadores con puestos muy altos en el ranking, sin embargo, es difícil ser 100 del mundo. Cada país de la región deberá seguir trabajando de la mejor manera, con buena planificación, ayudarlos y potenciarlos para que lleguen a ser grandes tenistas”.

Por su parte el chileno concuerda en que “no es fácil que salgan jugadores en Sudamérica, pese a que históricamente en Chile al menos ha ocurrido, pese a los vacíos. Lo más importante en esta parte del mundo son los torneos, el real nivel está del lado de los juniors en Europa. En nuestra época estaban Vilas, Clerc, Pecchi, Andrés Gómez y yo, pero es necesario mejorar la parte técnica, los entrenadores, programas y ayuda para que los chicos puedan viajar”.

Gildemeister, quien fuera jugador y después capitán del equipo chileno de Copa Davis, precisamente teniendo a Massú y González en el equipo, cree que “siempre van a haber vacíos, es muy difícil que sea constante el nivel de jugadores, pese a que en Argentina siempre lo ha sido, Brasil antes o después de Kuerten no ha tenido jugadores de un nivel parecido. En Chile tuvimos la suerte de que después de mi retiro apareció Ríos (N°1 en Juniors, profesional y seniors) y nuestros medallistas olímpicos, generación que es muy difícil que vuelva a coincidir, incluso a nivel sudamericano con sus inmejorables resultados”.



Ecuador también tuvo un gran representante: Nicolás Lapentti, quien piensa que, “siempre se habla de un cambio generacional que es normal. Más aun, considerando lo difícil de mantener en todos los países constantemente figuras. Estoy de acuerdo en lo que señalas, respecto a que existe un vacío en nuestro tenis y en Ecuador específicamente son muchos años sin ningún representante entre los primeros del mundo”.

¿El por qué? “Creo que no hay una base de desarrollo, arrancando por las federaciones, ni estructura ni semillero de donde salgan tenistas que vayan mejorando y consolidándose con el correr del tiempo. Hay excepciones como Argentina que es un fenómeno distinto al resto. Me sorprende Brasil que tiene mayor apoyo económico y se quedó sin representantes entre los mejores. Es preocupante, pero esperemos que los chicos salgan, hay mucho por trabajar”, complementa Nicolás, quien fuera 6° ATP en 1999.

Su hermano Giovanni (ambos sobrinos del gran Andrés Gómez) cree que “son transiciones y en Sudamérica hay un hueco tras una camada de las más importantes de la historia en cuanto a títulos conseguidos y la cantidad de jugadores en todos nuestros países. Fue una época muy especial y será difícil de igualar, sin embargo, hay muchos jóvenes y nunca se sabe si volveremos a tener tantos representantes en lo más alto del tenis. Habría que esperar”.

A modo de contexto, ya en 2004 se contaba con 2 jugadores en el top 10 al finalizar el año (Nalbandian y Coria); 2005 con 3 (Nalbandian, Coria, Gaudio); 2006 y 2007 dos (Nalbandian y González); 2008 y 2013 con uno (Del Potro) y desde ahí nada más. Actualmente, los mejores jugadores son precisamente “Delpo” (23°); Diego Schwartzman (26º), Pablo Cuevas (32°); Leonardo Mayer (49°) y mucho más abajo, pero entre los top 100, Pella (65°); Zeballos (67°); Delbonis (70°); Dutra Silva (77°) Bellucci (90°) y Kicker (99°). En años de prosperidad, esa cifra hasta se triplicaba.

Uno de los referentes a nivel de comentaristas en Latinoamérica es Javier Frana, ex tenista argentino, hace unos años comentarista de ESPN y testigo de lo hecho por jugadores que pusieron en lo más alto a este deporte en el mundo. “Cuando esas figuras dejaron de jugar, quedó un tremendo vacío, en general hubo ciertas falencias, en cuanto a la generación de recambio. Eso tiene que ver con una cuestión estructural del deporte, ya sea en la nación o la federación respectiva, de todas las entidades que deben velar por el desarrollo del deporte y la promoción del mismo. En el tenis lamentablemente se cumple una constante, en general muchas veces dependemos de una cuestión casual o fortuita, que coincidan jugadores con gran talento, habilidad y capacidad para poder sobrevivir.



“Hay que señalar que los recambios son producto de un trabajo programado estructurado, pensando no solo en los que están, sino en los que tienen que venir, ese debe ser el foco. Los que ya están vuelan de manera independiente y los que vienen requieren de apoyo, de estructura y esa es la razón por la que el recambio generacional no se da”, agregó Frana.

Otro que siguió el mismo camino fue Pablo Arraya, quien fue uno de los íconos del comentario especializado en la cadena Fox. El ex tenista peruano cree que “es muy difícil ser un ídolo en el tenis, al no haber jugadores que llamen a grandes masas es complejo que las grandes marcas apoyen. Al no haber gente en las canchas, el negocio no pasa a ser tan bueno, las grandes compañías lo saben y no apoyan de la misma manera”.

Quien también fuera capitán peruano de Copa Davis manifiesta que “no se puede ser tan críticos con nuestros jugadores. No es fácil la situación, es cosa de ver la realidad de nuestros países en Sudamérica específicamente para corroborar esta aseveración”.

“Esto contrasta por ejemplo con temas como el formativo. Pienso de que en Perú la capacitación es muy buena a nivel infantil juvenil y recreativa ya cuando pasas a un nivel en el que quieres ser formador de un jugador profesional es mi opinión que tienes que haber vivido ese circuito también. El mayor problema en nuestros países es la comunicación y es imprescindible trabajar en ello”, concluyó quien hoy es Head Pro en Arraya Tennis Academy, en Key Biscayne, Florida.

Javier Frana también cierra con una reflexión: “La idea es desarrollar las habilidades necesarias para que en un futuro el chico que quiere dedicarse al tenis tenga deseo y capacidad de ser profesional. Pero no puede quedarse ahí, el objetivo es que lo pueda lograr. Nosotros como región tenemos un déficit en lo económico y eso tiene que ver con la falta de infraestructura en las diferentes superficies. Por otro lado, debemos pensar en la calidad y capacitaciones de los entrenadores, lo cual es primordial y lógicamente los recursos que se hacen tanto para el desarrollo y un proceso un poquito más avanzado, nos lleva al hecho de poder competir, que es una parte esencial en la etapa de desarrollo de un jugador”.

Comentarios recientes