
Fue un partido trampa que parecía hecho pero que todavía guardaba muchas trampas que abordar. Un NextGen como Karen Khachanov ponía a prueba este sábado a Roger Federer y el resultado fue una victoria del suizo en dos mangas con algo de sufrimiento para cerrar el encuentro. Ya con el triunfo en el bolsillo, el campeón de 18 Grand Slams habló en rueda de prensa sobre sus sensaciones a lo largo de toda esta semana en Halle.
“Siempre es una buena noticia volver a estar en una final, también lo hubiera sido en el caso de haber caído en semifinales y haberme quedado tan cerca del título. Ha habido momentos del partido en los que he tenido que aguantar más, que defender más, él le pegaba muy duro a la pelota. Ahora mismo estoy muy feliz por cómo está yendo la semana o al menos así es como lo valoramos en el vestuario. Apenas es mi segundo torneo desde que regresé después de mucho tiempo parado. Estar de nuevo en la final de Halle, uno de mis torneos favoritos, me causa una gran sensación. Espero hacerlo bien mañana”, confesó el de Basilea tras alcanzar la final número 140 de su carrera.
Pero llegar aquí después de su lesión de 2016 no fue coser y cantar. “Para mí es muy importante reflejar lo que hago en los entrenamientos luego en la cancha de tenis pero, sinceramente, no sabía en qué estado de forma iba a estar luego en la competición. No sabía si iba a volver a golpear con un gran servicio, si volvería a aguantar mucho tiempo en pista o si podría llegar en condiciones a disputar un quinto set. Eran muchas preguntas que hasta que no volviese no tendrían respuesta. Obviamente uno ya sabe dónde puede jugar mejor y donde puede jugar peor, eso te lo va dando la experiencia del tour, al igual que la capacidad de salir ahí a fuera a divertirte sin pensar en todo lo que puedes perder”, recuerda Roger.
La situación actual nos lleva cada semana a partidos entre jugadores de generaciones totalmente alejadas en el tiempo, como la de hoy. Pero incluso Federer fue en su día un junior. “Es un honor haber llegado a esta posición, aprendí mucho y muy rápido desde pequeño, no es fácil si empiezas a darte cuenta del oficio demasiado tarde. Por suerte conviví con un gran grupo de chicos: Safin, Roddick, Hewitt, Ferrero, etc. Todos ellos pertenecen a mi generación, jugué contra ellos desde junior y nos divertimos muchísimo, también me alegraba cuando veía que les iba bien a ellos”, analiza el helvético con nostalgia.
Uno de sus máximos rivales, Marat Safin, guarda algo de relación con su rival de hoy, Khachanov. Al menos eso dice la prensa. “Marat empezó ya siendo muy bueno siendo muy joven. Lo vimos desde el momento en que conquistó el US Open. Él tenía una actitud siempre ganadora, siempre preparado para darle la vuelta al marcador más peligroso en los partidos más importantes contra los mejores jugadores. Creo que hoy Karen ha hecho un gran partido y puede estar orgulloso de ello. Ese punto de set que ha tenido ha sido importante pero lo mejor era olvidarlo y que no te ocupe mucho sitio en la cabeza. Me ha gustado su actitud, ha seguido empujando e imprimiendo mucha intensidad. Es lo que esperaba de él y me ha gustado mucho verlo. Si me preguntas por la comparación con Marat, bueno, tienen reveses similares”, señala el actual número 5 del mundo.