
Si la perfección existe en el tenis, está encarnado en la figura del Roger Federer que se está viendo en 2017. A sus 36 años y tiempo después de que muchos le dieron por retirado, el tenista helvético está practicando un juego de otro planeta, un juego que deja boquiabiertos a aficionados y rivales y donde tan sólo conoce dos derrotas en lo que llevamos de año. Hoy en Halle, sumó una victoria más, ante el alemán y vigente campeón de Halle, Florian Mayer, al que venció por 6-3 y 6-4 en una hora y siete minutos de partido.
Indomable. Así se mostró Roger Federer en el día de hoy. Salió alerta, sabiendo de la peligrosidad de su rival, y cuando Federer juega con la máxima intensidad y con ese buen tenis que tiene en sus muñecas, se antoja realmente complejo inquietarle. El helvético quiere ir ganando sensaciones y confianza de cara a Wimbledon, y nada mejor que hacerlo en su torneo predilecto: Halle.
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Comenzó sacando Roger Federer, un primer servicio en el que el suizo demostró que seguía con la misma dinámica que en los partidos anteriores, muy sólido en su servicio y aprovechar los errores de su rival. Florian Mayer le empezó a costar desde el primer minuto aguantar las embestidas del tenista suizo. Fue un mero aviso para lo que se le aproximaba, y es que al cuarto juego, Federer iba a quebrar el servicio del tenista germano para colocarse con 3-1 a su favor en el electrónico, consolidando la rotura conseguida anteriormente en el siguiente juego, yéndose hasta el 4-1 de forma cómoda y rápida tras solo veinte minutos de partido.
Mayer logró solventar su saque sin problemas y buscó poner presión al resto, pero nada impidió que Roger siguiera mandando en el marcador y sufrir en exceso con su servicio. Algo que provocó que el alemán bajara los brazos en el primer set y caer por 6-3 ante el número cinco del mundo.
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Florian lo intentó todo para sacar a Roger de su zona de confort. Golpes cortados de revés y derecha, planazos, saques con todos los efectos posibles, dejadas, subidas continuas a la red, pero fue el alemán quien se acabó atrapando en la red tejida por él mismo. Cuando parecía que este segundo set podría ser más igualado que el primero, apareció el aura ganadora de Roger para conseguir una rotura y poner nuevamente tierra de por medio en el marcador. Dicha ventaja iba a quedar marcada hasta el final, cuando Federer consiguió llevarse el segundo set por 6-4 y por tanto cerrar el partido.
Un pasito más para sumar su noveno título en Halle, pero que no se confíe. Roger tendrá que seguir jugando a este nivel para conseguir vencer a Karen Khachanov en semifinales. No se podrá despistar ni un àpice el tenista suizo, viendo el buen tenis que está realizando el tenista ruso en este 2017.