Coco Vandeweghe: "Los tenistas solo tratan de decir lo correcto, no la realidad"

Ser diferente es un gran valor en la vida. No siempre se puede ser el mejor en lo que se hace en la vida, pero si se tiene un estilo propio y una personalidad diferente, hay mucho que decir. Coco Vandeweghe supone un aire fresco para el circuito WTA, tanto dentro como fuera de la pista. Y es que la estadounidense, nacida en Nueva York hace 25 años y afincada en California, ostenta un tenis agresivo capaz de ganar a cualquier cuando está inspirada.

Pero también tiene un desparpajo pocas veces visto con los medios de comunicación, haciendo gala de una gran sinceridad, gracia y honestidad en sus declaraciones. Genio y figura, esta jugadora está llamada a dar mucho de qué hablar en esta temporada si mantiene el nivel que demostró en el Open de Australia 2017.

"Nunca voy a ser tan querida como Roger Federer, ni aunque ganara 18 Grand Slams", comienza señalando la flamante semifinalista del primer Grand Slam del año en una entrevista para Tennis.com, que supone su primera comparecencia ante los medios de comunicación tras su hazaña en Melbourne. "Para mí es imposible complacer a todo el mundo, no voy a gustar a todos al igual que a mí no me gusta todo el mundo", afirma la estadounidense antes de criticr veladamente ciertas actitudes en el circuito.

"Los tenistas actualmente solo tratan de decir lo correcto. Quizá hablar con sinceridad me meta en problemas a veces pero es que cuando entré en el circuito no me creía que la realidad era tan distinta de lo que se veía en la prensa", afirmó la residente en California. "Sería bueno abrir los ojos a la gente y ser honestos en nuestras declaraciones". Y es que Coco no se muerde a la lengua a la hora de abordar temas comprometidos, como el de las apuestas deportivas.

La estadounidense es una de las jugadoras más implicadas en la erradicación de los insultos a tenistas por redes sociales. "Dicen esas cosas escudados en una pantalla de ordenador, sería irreal que se atrevieran a decir esas barbaridades a la cara. Esa gente no tiene cabida en el deporte", señaló la de 25 años que parece estar en un momento de plena confianza tras sus buenas prestaciones en el Open de Australia donde ganó a Angelique Kerber y Garbiñe Muguruza.

"Estoy muy feliz de ver cómo el trabajo duro y todos los sacrificios que he hecho están dando sus frutos", dijo una Vandeweghe cuya ambición no tiene límites, como demuestra el hecho de que soltara lágrimas tras perder en semifinales ante Venus Williams. "Fue muy decepcionante perder porque sentí que estaba muy cerca de lograr algo importante y no pude evitar llorar un poco", declaró la estadounidense.

"Mi familia y mis amigos están orgullosos de mí y no voy a cambiar mi manera de jugar ni de ser pase lo que pase", dijo una Vandeweghe que no dudó en afirmar que no pretende "el reconocimiento del mundo", pero también reconoció haberse emocionado con las muestras de cariño recibidas. "Fui a mi gimnasio y todo el mundo estaba abrazándome y felicitándome y eso es bonito". Pero Coco Vandeweghe es auténtica y es consciente de la realidad. "Este resultado no cambia nada, sigo siendo la misma, tengo una ortografía terrible y no cambio mi teléfono móvil antiguo porque soy muy tacaña". Siempre con una sonrisa en la boca una tenista que será protagonista si sigue jugando con confianza.