Nace la ‘Lozano-Altur Tennis Academy’
Pablo Lozano y José Altur unen fuerzas en un nuevo proyecto afincado en Valencia. Será una Academia donde primará la calidad antes que la cantidad.


Dos hombres y un destino. Pablo Lozano, entrenador durante doce temporadas de Sara Errani. José Altur, uno de los directores de TenisVal durante 18 años. Dos caminos cargados de éxitos que se unifican el próximo día 1 de enero para formar un nuevo proyecto: Lozano-Altur Tenis Academy. Una nueva academia residente en Valencia compuesta por gente de confianza, reconocimiento e ilusión por volver a empezar de cero. Aunque no exactamente. A sus espaldas, cientos de vivencias y experiencias que servirán de base para hacer realidad cada uno de sus objetivos. Ambos se reúnen con Punto de Break para explicarnos un poco mejor esta nueva idea.
“El proyecto nace a mediados de noviembre al ver que los directores de TenisVal iban a tomar caminos separados y José me contacta para tratar acerca del proyecto que tenía en mente”, comienza explicando Lozano en la cafetería del CD Saladar (Silla, Valencia), sede de la todavía existente TenisVal (hasta el 31 de diciembre). “Yo realmente quería estar un tiempo tranquilo y dedicarme a mí y a mi familia, pero al venir de José, un grandísimo profesional, todo cambió. Creo que era el momento de embarcarnos en un proyecto conjunto. Lo único que me preocupaba era que estuviéramos de acuerdo en el plano deportivo y lo estuvimos desde el primer momento”, explica con firmeza.
“No va a ser una academia al uso donde cabe todo el mundo, no daremos un servicio a granel”, amplía. “Para mí era vital enfocarlo hacia el tenis de máxima competición y enfocarlo a hacer un trabajo excepcional con los jugadores que tenemos. Queremos dirigirles estrechamente, siendo responsables de cada cosa que les ocurra, dando prioridad a cada uno con sus respectivas circunstancias. Contaremos con un equipo fuerte de buenos profesionales para ofrecer un servicio excelente con los atletas”, argumenta Pablo.
Para quien tenga la tentación de compararlo con TenisVal, Altur añade una explicación extra. “Lo cierto es que en TenisVal, en los últimos años, perdimos nombres y perdimos peso a nivel nacional. No digo que vayamos a disminuir drásticamente el número de jugadores, pero sí que cambiaremos el perfil para no tener 50 en verano y luego 10 en invierno, por ejemplo. Ahora igual tenemos 20-25 todo el año. Hay que buscar a gente fiel que crea en el proyecto y que estén cómodos aquí, que no se vayan”, valora el que seguirá siendo técnico de Dani Gimeno y Taro Daniel.
“No podemos albergar a 50 atletas y estar pendientes al dedillo de todos, necesitamos reducir y dar prioridad a un grupo de buenos jugadores y darles un servicio excelente”, continúa Pablo. “Mi prioridad no es tener 15 jugadores el día 1 de enero, mi prioridad es que dentro un año esto se convierta en un proyecto de garantías y que el jugador que venga sepa a lo que viene, por qué viene y estar seguro de que no se marchará”.
El lavado de imagen promete y no solamente a nivel deportivo y sistemático. En su cabeza tienen la intención de configurar las instalaciones para dotarlas de un gimnasio que se adapte a las necesidades más innovadoras, una zona de warm-up apta para el trabajo diario y una remodelación en pistas duras para que se asemejen lo máximo posible a las del circuito profesional. “La idea es llevar a los buenos arriba, es en lo que estamos especializados. La gente que juega bien, intentar que lleguen de verdad. Seguir los pasos que se han dado en el pasado”, subrayan ambos sin, de momento, anticipar nombres de jugadores, aunque las conexiones con las Federación Italiana, Kazaja y Australiana ya llevan varios días en marcha.
Sin duda alguna, el cambio más extremo será para Pablo, acostumbrado a viajar la mayoría de las semanas del curso, ahora verá menos aviones aunque quizá acapare más funciones. “Mi rol será el de viajar menos semanas para ser el responsable del trabajo que hagamos aquí, estar presente en toda la gente, que seguro que no serán 40, estar al tanto de toda su preparación, sistemas y equipos de trabajo. Simplemente, tratarlos a todos igual que traté a Sara (Errani) en el pasado, intentar dividirme para crear varias Saras”, sintetiza el valenciano.
“Yo necesito tener éxito”, señala con fervor. “Con Sara lo he tenido aunque igual me tocó la lotería, el tiempo lo dirá. Y José más de lo mismo. Ahora hay que seguir teniéndolo pero demostrándolo con hechos. Aquí vamos a recibir a todo el que quiera dedicarse al tenis profesional, nosotros buscaremos darle rendimiento y, por supuesto, ser responsables de ello. Si ellos no obtienen resultados, los responsables seremos nosotros. El que venga tiene que hacerlo con el objetivo de dejarse ayudar, con plena confianza en nosotros”.
Se conocen desde hace 25 años, poca gente lleva tanto tiempo como ellos en el profesionalismo, su experiencia es indudable y sus éxitos, incuestionables. Cuando les pregunto que definan el proyecto en una palabra, ellos me dan dos: rendimiento y responsabilidad. El propósito es evidente, menos cantidad y más calidad. Quien necesite de su ayuda, deberá confiar en su pasado para construir con solidez su futuro. ¿Objetivos? No perder más tiempo y empezar cuanto antes a confeccionar un trabajo de calidad formando tenistas de élite. Lo que siempre hicieron. Lo que todavía sueñan con hacer.