
Después de mucho luchar durante todo el año, Daniel Orsanic y los suyos están a unos pocos pasos de pasar a la historia del tenis argentino. Juan Martín del Potro, Federico Delbonis, Guido Pella y Leo Mayer serán los cuatro hombres que intentarán conseguir para la albiceleste la primera Ensaladera de Copa Davis de toda su historia. La Croacia de los cañoneros Marin Cilic e Ivo Karlovic, sus últimos oponentes.
Han tenido que batallar como nadie los argentinos, que se han metido en esta final después de tres eliminatorias fuera de casa (2-3 ante Polonia en marzo; 1-3 ante Italia en julio; 2-3 ante Gran Bretaña en septiembre) y pueden convertirse en los primeros en lograr la Ensaladera disputando toda la competición como visitante. El head to head habla a su favor, ya que en los tres enfrentamientos previos ante Croacia, Argentina siempre ganó (2002: 3-2; 2006: 3-2; 2012: 4-1).
Argentina lleva muchos años deseando sumar este trofeo a sus vitrinas. Se ha convertido en un objetivo común, de toda una nación. Con todo lo que mueve la selección albiceleste allí, vivirán este fin de semana la final de Copa Davis casi como si fuese la final de un Mundial de Fútbol. Los argentinos nunca han podido ganar la Ensaladera y han sido subcampeones hasta en cuatro ocasiones, tres de ellas en este siglo, siendo la selección que ha llegado a más finales sin ganar.
Aunque todo el favoritismo lo recoge Croacia, por jugar en casa y por tener a dos grandes jugadores como Cilic y Karlovic, los de Orsanic no se rendirán tan fácilmente y es que después de lo vivido en Glasgow las pasadas semifinales, donde derrotaron a Murray y los suyos, el sueño sigue más vivo que nunca. Para ello, todas las esperanzas pasan por lo que pueda hacer Juan Martín del Potro. El de Tandil, tras su regreso, se ha erguido como el estandarte de los suyos y ha programado su final de temporada a la perfección para llegar en las mejores condiciones posibles a esta cita.
Delpo tiene una historia con la Davis que bien podría dar guión a una novela. Cuando Juan Martín era todavía muy joven, tuvo la oportunidad de vivir una final en Mar del Plata, ante España. Una derrota ante Feliciano López, en cuatro sets, y una pelea con David Nalbandián, enturbiaron lo que podría haber sido una gran fiesta nacional. Luego, cuatro años después en Parque Roca, pudo haberse sacado la espinita ante República Checa pero sus molestias en la muñeca le hicieron no poder disputar su partido del domingo y Argentina perdía por 3-2. Las críticas hacia Delpo no cesaron en los meses posteriores.
Pero Orsanic juega aquí un papel crucial y tras unos primeros acercamientos, Delpo vuelve a la selección y lo hace por la puerta grande. Toda Argentina juega como equipo. Todos conocen su papel a la perfección y dejan sus egos a un lado. Mónaco y Delpo fueron juntos de la mano a pesar de sus diferencias para derrotar a Italia en cuartos de final. Delbonis, a pesar de ser el tenista con mejor ranking, se tomó de buen grado no disputar ni un sólo punto en la semifinal ante Gran Bretaña. Todos reman en la misma dirección. Todos aportan la misma ilusión para llegar a su destino: ganar la Copa Davis.
Así pues, toda Argentina estará pendiente del televisor este fin de semana y otros tantos miles tendrán la suerte de vivirlo en Zagreb, apoyando a los suyos dentro del estadio. Es el sueño de una nación, que lleva muchos años deseando poder decir que son campeones de la Davis. Para ello, no dejarán de cantar una y otra vez:
"Vení, vení, cantá conmigo, que un amigo vas a encontrar, que de la mano de Orsanic todos la vuelta vamos a dar"