Las claves de la derrota de Novak Djokovic

Novak Djokovic fue ampliamente superado por Stan Wawrinka en la final del US Open. El serbio dejó entrar en el choque al suizo demasiado pronto

Alejandro Arroyo | 12 Sep 2016 | 02.34
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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La final del US Open repitió patrones muy similares a la final de Roland Garros 2015. Stan Wawrinka volvió a ejecutar la mejor versión de sí mismo para desarbolar a Novak Djokovic. El serbio, que se hizo con el primer set, fue dominado durante casi todo el encuentro, sin encontrar el juego concreto con el que mantener a Wawrinka lejos de su tenis incandescendente. Estas fueron las claves de la derrota de Novak en Nueva York.

- Aprovechamiento en bolas de rotura: si en 2015 Federer maldijo realizar un 4 de 23 en bolas de rotura para caer en cuatro sets ante el balcánico, en esta ocasión, el 3 de 17 fue lastimando a Nole, que no pudo marcar puntos de inflexión en la final con los que recuperar terreno o crear dudas en el encendido jugador helvético.

- Impotente tácticamente: el serbio cometió el error de, tras hacerse con el primer set, jugar demasiado constructivo y ordenado. Sin agresividad, invirtiéndose muy poco para herir con su drive antes de que Wawrinka entrara en combustión, Novak metió a 'Stanimal' en el encuentro. Jugándole liftado, a ritmos largos y esperando el fallo antes de buscar el acierto, Djokovic ya no tuvo poder de reacción. Ocurrió algo muy similar a lo acontecido en París 2015.

- Falta de sensaciones para cambiar el guión: seguramente venir sin la inercia y la confianza necesaria para intentar cambiar las cosas penalizó a Djokovic, que nunca encontró ni las piernas ni la cabeza para contrarrestar a un jugador que se mueve como pocos en finales y en grandes escenarios.

- Mentalmente inferior: la rivalidad que Djokovic y Wawrinka mantienen en Grand Slam hace que la diferencia en momentos concretos, la concentración y la capacidad psicológica de dominar al adversario pasa a ser de una tremenda importancia. Si además el ritmo de pelota sobrepasa al balcánico, las dudas crecen. Wawrinka altera el sistema nervioso del número 1 como seguramente ningún jugador en el circuito.