
Stan Wawrinka completó las semifinales de este US Open 2016 con una notable victoria ante un Juan Martín Del Potro que terminó mostrando síntomas de agotamiento en el cuarto set. Wawrinka fue de menos a más y mantuvo un nivel generalmente alto durante toda la noche, en un partido ciertamente largo y disputado en sus tres primeros parciales (76 46 63 62).
Como si el último enfrentamiento entre ambos, abrochado por Del Potro en Wimbledon, tuviese aún impacto, Wawrinka salió muy frío al encuentro. Y pocos jugadores necesitan tanta mecha y concentración como Stanislas para rendir. Sin realizar nada extraordinario, el argentino rompía el servicio del suizo, se colocaba 2-0 y sostenía hasta el 4-1 posterior. En esas, Stan pidió el fisio, que lo trató en tiempo récord, y el encuentro giró por completo. El número 3 del mundo entró de lleno en el partido.
Stan siempre ha descrito su juego por no atender en exceso a una táctica enfocada al rival, de ahí que en los primeros compases fuese complicado de entender que jugara tanta derecha cruzada hacia la zona del drive de Juan Martín. Irregular a la hora de enfilar un planteamiento con constancia, Wawrinka siempre quiere depender de sí mismo, y eso ocurrió desde el sexto juego de la primera manga hasta su desenlace. El suizo entró en combustión. Y ahí es imparable.
Mejoró al servicio, redujo los errores y se mostró superior desde el fondo. El tie break, muy significativo. A pesar de un error de bulto con 6-4, Stan cerró la muerte súbita a un gran nivel de juego. La batalla psicológica de obtener el parcial de apertura tenía ganador. Pero Del Potro es diesel. Y en el segundo set incrementó su rendimiento defensivo, metió más bolas en pista y actuó con esa frialdad característica suya. A pesar de un error de apreciación, pidiendo el challenge con 5-4 y 30-30, el de Tandil igualaba el partido. Todo abierto.
Sin embargo, los dos últimos parciales serían claramente para el de Lausana. Las sensaciones del argentino dirigían sus decisiones hacia el error no forzado, abriendo su ratio de ganadores y errores hacia el saldo negativo, con Stan creciendo en dicho aspecto. En un octavo juego del tercer parical disputadísimo entre el deuce y las ventajas, Stan asestaba un golpe tremendo al encuentro, que posteriormente no tendría mayor respuesta.
En el cuarto, Juan bajó los brazos. La derecha desapareció, y las piernas antes. Delpo dejó de tener la frescura en los pasos que le otorga ponerse de frente y enganchar su drive, lo que favoreció el control del centro de la pista a un Wawrinka que volvió a señalarse la cabeza con el dedo índice en varias ocasiones durante el choque. El suizo, jugador transformado en las segundas semanas, en la versión Stanimal, crece en este US Open en el momento de la verdad. Vuelve a ser un peligro.