Era cuestión de tiempo

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"Era cuestión de tiempo", es lo que me dije a mí mismo cuando vi que Lucas Pouille derrotaba a Rafael Nadal anoche, en el US Open. Días antes, me sorprendía el ver a Kyle Edmund y Daniel Evans llegar tan lejos y hacerlo tan bien en Flushing Meadows. Su mejora es más que evidente, así como la de los chicos estadounidenses, Fritz, Tiafoe, Donaldson, Rubin, Opelka, Paul... Esto no es simple casualidad. Cuando una Federación hace su trabajo como debe y las cosas bien, los resultados acaban llegando. El que no existan españoles de edades entre 17 y 22 años que despunten como sí lo hacen estos chicos de estos países no se debe a otra cosa que al pésimo -o nulo- trabajo de la Federación Española de Tenis.

No sé si recuerdan mi conversación con Guillermo Alcaide en las Navidades pasadas. Me hablaba justamente de las buenas ayudas que en Francia daban a los chicos jóvenes que tenían potencial, algo que les facilitaba su aprendizaje. El éxito de Pouille, así como el del tenis francés, que cuenta con hasta 19 jugadores en el top 200 (4 de ellos con edades entre 17 y 22 años), se debe sin duda al trabajo de su Federación y al correcto e inteligente uso del dinero recibido por ella. Estados Unidos, país con un amplio campo de ayudas económicas a través de becas a tenistas, cuenta con 27 tenistas en el top 200, siendo 9 de ellos jugadores de edades entre 17 y 22 años.

¿Saben cuántos tenistas tiene España en el top 200? 19. ¿Y saben cuántos de ellos tienen menos de 22 años? Ninguno. La edad media de esos 19 jugadores es de 32.1 años. Más que llamativo y preocupante.

¿Qué quiere decir esto? Que España lidera cualquier tipo de clasificación en el mundo del tenis de jugadores con más de 30 años, tanto en ranking como en títulos. Pero estamos a la cola en lo que a trabajo de cantera se refiere. Es cuestión de tiempo que tenistas franceses, estadounidenses y británicos nos pasen por la izquierda a una velocidad que casi ni nos atrevemos a pensar. Para ser más directos y para que todo el mundo lo entienda, en España pasaremos del todo a casi la nada en cuanto a tenis de aquí a unos 5 años.

El éxito de Gran Bretaña en la Davis es fruto de un trabajo bien hecho en su base. Que Francia esté siempre ahí dando guerra, más de lo mismo. Mientras sus Federaciones usan el dinero para lo que se debe, en España, todo el dinero recaudado con el paso de los años en los últimos 15 años con nuestros éxitos en Copa Davis y demás, sólo ha servido para que unos personajes se rieran de todo y todos en nuestras propias caras (y me muerdo la lengua para no decir más). Esto no puede ni debe consentirse.

Los torneos Futures y Challengers, así como los ITF femeninos que existen en España se cuentan con los dedos de una mano. ¿Cómo se pretende crear escuela si no existen torneos de este tipo en nuestro país? ¿Cómo pretenden que una familia se costee ella sola el que su hijo viaje a otras partes de Europa para formarse y ganar experiencia si en España no hay donde jugar? Como me decía Alcaide, "en España, si quieres ser tenista, o eres muy, muy bueno o eres rico". No queda otra.

La RFET debería ponerse YA a trabajar con las distintas territoriales. A arreglar sus propios problemas internos y dedicar esfuerzos a generar una cantera, a ayudar a chicos que puede que lleguen a ser buenos (se me viene a la mente el caso de De Miñaur y es que todavía no me lo explico) y a empezar a organizar torneos pequeños para que los chicos puedan jugarlos y ganar experiencia y puntos. En definitiva, a hacer las cosas de manera inteligente.

Porque si no, se corre el riesgo de que Madrid deje de acoger un Masters 1000, de que la gente acabe perdiendo el interés del todo en nuestro país por el tenis, de que los chicos se decidan por un deporte más accesible para ellos como el fútbol, de que ninguna cadena en nuestro país dé tenis y vaya usted a saber qué cosas más.

Que comiencen a trabajar y hagan uso del refrán "Nunca es tarde si la dicha es buena", para que no acabemos lamentándonos y recordando ese otro que dice que "Cualquier tiempo pasado fue mejor".