Rafa Nadal cumplió con los pronósticos y manejó con notable soltura su debut en el Conde de Godó tras doblegar al catalán Marcel Granollers por 6-3 y 6-2. Con un gran primer set y un segundo más templado y conservador, dominando con break arriba, el reciente campeón en Montecarlo mostró por momentos el potencial de su juego y principalmente de su drive, especialmente inspirado en el arranque del partido.
Aunque fue Granollers quien golpeó primero, rompiendo el servicio de Nadal en el primer juego del encuentro, Rafa pasó al frente con su derecha invertida, caminando para encontrarlo con continuidad, e imprimiendo una potencia característica cuando sus golpes contienen la confianza propia del mejor Nadal. Los golpes de transición de Marcel servían al número 5 del mundo para entrar de frente y comenzar a dominar con convicción por las dos alas de la pista.
A wave from #Nadal after ousting #Granollers 6-3 6-2. pic.twitter.com/pFPHJtM4LW
— TennisTV (@TennisTV) 20 de abril de 2016
El primer set discurrió bajo esa premisa: Nadal estaba tirando muchísimo. El marcador avanzaba con rapidez y la derecha de Rafa tomaba cuerpo sobre la central del Godó. Sin perder pista y con los dos pies siempre firmes, plantados y sin echar el cuerpo haciá atrás, la pelota corría de esquina a esquina como en los buenos tiempos. Granollers no podía más que intentar mezclar con dejadas o subidas que no revirtieron tal tendencia.
En el segundo parcial Nadal bajó la marcha, pero con break arriba tuvo un 0-40 a favor para romper por segunda vez, situación que Granollers salvó para prorrogar el desenlace. Con más errores de la cuenta, Marcel terminó cediendo un nuevo turno al saque y Nadal caminó hacia octavos de final con buen sabor de boca. No hubo dudas a la hora de cerrar ni sustos en forma de remonada del rival. El español enfrentará a otro compatriota, Albert Montañés.