La noticia nos golpeó tan fuerte que todavía no nos hemos recuperado. Roger Federer no estará en Indian Wells debido a que la recuperación de su rodilla, pese a que va por buen camino, todavía no está preparada para el primer Masters 1000 del año. Tampoco sabemos si participará en Miami, algo que tampoco parece muy viable. Donde sí jugará, salvo alarma de última hora, será en Montecarlo, torneo que en principio no entraba en sus planes a principio de curso pero que, tras los sucesos de las últimas semanas, se ha visto obligado a inscribir en su camino para no perder más ritmo.
“La rehabilitación de la rodilla va muy bien. Ahora estoy teniendo un montón de grandes prácticas en la pista y en el gimnasio. Al tratarse de un año tan largo, no quiero apretar muy duro y volver demasiado pronto. Así que, por desgracia, yo no podré estar listo para disputar el gran evento de Indian Wells pero sí que planeo jugar en el desierto la próxima temporada. Tras consultarlo con mi equipo, he decidido inscribirme en el torneo de Montecarlo. Gracias por todo vuestro apoyo y espero veros pronto por el circuito”. Así lo explicaba el suizo en su red social de Facebook a última hora del día de ayer.
En resumen, la operación de menisco ha ido bien, ya que no se trataba de una ejecución demasiado complicada, pero esto a los 34 años puede complicarse si no se cumplen los plazos. Todo ellos, sumado a que estamos en año Olímpico y que Federer tiene claramente marcadas cuáles son sus prioridades (Río y Wimbledon), hace que el helvético prefiera mantenerse unas semanas más en casa antes de acelerar su regreso y pagarlo con una dolorosa recaída. Buen ejemplo tiene con lo que ocurrió con su espalda en el verano de 2013. En la nota, por cierto, va incluido un vídeo de Roger realizando un servicio, por lo que el movimiento en pista, sobre todo al sacar, está trabajándose de manera correcta.
Serán casi tres meses sin el campeón de 17 Grand Slams en el circuito, a quien no vemos desde su derrota ante Novak Djokovic en semifinales del Open de Australia, el único torneo que ha disputado en 2016 junto al de Brisbane en la primera semana del curso. Desde entonces, dos presencias tachadas en Rotterdam y en Dubái, dos ATP 500 que se quedaron sin el lujo de uno de sus principales cabezas de cartel. En los Emiratos, donde su amigo Stan ha alcanzado la final, dejará escapar el de Basilea 500 puntos tras su conquista hace ya doce meses. Al igual que los 600 que no podrá defender en California dentro de dos semanas debido a esta prórroga en su recuperación.
El ranking, obviamente, ya no es primordial en la figura de Federer, aunque sí será interesante ver cómo los rivales acechan el número tres del mundo cuando el ranking le reste más de mil unidades. Nunca antes en su carrera se había perdido el suizo los dos primeros Masters 1000 de la temporada, como tampoco se había quedado colgado por una lesión durante tanto tiempo oficial de la temporada. Por cosas de la edad y por cosas del calendario, el aficionado de tenis deberá cambiar la fecha marcada a rojo del 10 de marzo y retrasarla hasta el 10 de abril, plazo donde Roger volverá a sacar su Wilson a pasear. ¿Y Miami? Es la única incógnita sin resolver. Parece improbable, pero quizá una evolución en las próximas semanas nos traiga esa buena noticia que anoche se nos negó.