
Novak Djokovic y Roger Federer protagonizarán un choque de leyendas en la final del US Open 2015. Otro duelo con importantes consecuencias históricas en el legado de ambos que levantará pasiones en todo el planeta.
El tenista serbio aspira a lograr su décimo título individual de Grand Slam, una cifra que sólo han alcanzado siete hombres en la historia de este deporte. Federer, a sus 34 años, lucha contra el paso del tiempo. Desde que el suizo reinara en Wimbledon 2012, cada torneo de Grand Slam ha supuesto un reto con el título nº 18 como objetivo, la posibilidad de fijar un nuevo techo histórico que le distanciara de otros tenistas legendarios.
La meritoria trayectoria de Federer en este US Open se entiende a partir un dato: en caso de victoria, Roger sería el campeón del US Open de mayor edad en los últimos 45 años. Y el tenista de Basilea afronta esta oportunidad con una inercia arrolladora. Desde su derrota ante el propio Djokovic en la final de Wimbledon, Federer ha ganado los 28 sets que ha disputado. Pero los extraordinarios números del suizo encuentran respuesta en el serbio, presente en todas las finales de Grand Slam de la temporada.
Desde que Roger y Novak se enfrentaron en la tierra de Montecarlo en 2006, su rivalidad ha atravesado distintas fases con un resultado global ligeramente favorable para Federer (21 – 20). Su brillantez deslumbró a Djokovic hace sólo tres semanas en la final de Cincinnati. Sin embargo, un partido al mejor de cinco sets como el de este domingo requiere un análisis diferenciado.
El veterano tenista suizo, amante de un tenis rápido y ultraofensivo a estas alturas de su carrera, encuentra en la capacidad atlética del serbio un enorme obstáculo para imponer su ritmo vertiginoso en duelos de larga duración. De hecho, en los cuatro últimos partidos entre ambos que han ido más allá del segundo set, Djokovic siempre ha sido el vencedor. Sin duda, la edad juega a favor de Novak.
A pesar del extraordinario palmarés de ambos, la final de este domingo esconde cierta necesidad. La sequía de Federer como campeón de Grand Slam supera los tres años, mientras Djokovic mantiene una deuda histórica en las finales del US Open, en las que acumula un triunfo y cuatro derrotas.
Si la lluvia no lo impide, Roger Federer y Novak Djokovic abrirán otro capítulo de la historia del tenis a partir de las 22:00 horas en España. En Nueva York, cuna de los rascacielos, dos gigantes insaciables colisionan en busca de más gloria.