Jeremy Chardy superó a David Ferrer en la tercera ronda del US Open: 7-6(6), 4-6, 6-3 y 6-1. El corazón del tenista español resultó insuficiente ante el repertorio y el poderío del francés.
Tras dos meses de inactividad competitiva y de lucha por la recuperación de su codo derecho, Ferrer ganó la batalla de llegar a Nueva York, pero la realidad del presente le castigó ante un rival inspirado que apenas le permitió tomar la iniciativa.
Chardy, con un esquema de juego basado en un potente saque plano, un resto agresivo y una derecha dominante, se adueñó de la pista durante la mayor parte del encuentro disputado en el estadio Louis Armstrong.
Mientras, Ferrer, reconocido como un excelente restador, encontraba muchas dificultades ante el servicio del francés. Además, la presión que éste ejercía en cada raquetazo invitaba al alicantino a retroceder su posición en la pista.
El carácter combativo de Ferrer le concedió una valiosa ventaja en el desempate del primer set (3-0). Sin embargo, el jugador entrenado por Francisco Fogués no pudo contener la reacción de Chardy, ni una rabia que exteriorizó en diversos momentos de la noche.
El francés acusó intermitencias, traducidas especialmente en dobles faltas, que levantaron a Ferrer, pero el transcurso del duelo evidenció la superioridad de Chardy y la inactividad del tenista de Jávea en los dos meses anteriores.
Con la posibilidad de representar a España en su próxima eliminatoria de Copa Davis en Dinamarca (18 – 20 de septiembre), Ferrer se despide de Nueva York en la primera semana del torneo, pero con el consuelo de haber dejado atrás una pesadilla en su codo derecho.
Este resultado implica que tres tenistas franceses (Jo-Wilfried Tsonga, Benoit Paire y el propio Chardy) y el vigente campeón (Marin Cilic) luchen por un puesto en las semifinales del US Open.