Djokovic respeta su ley

Novak Djokovic alcanzó ante Andreas Seppi los octavos de final de Grand Slam por 26ª vez consecutiva en su carrera (desde Wimbledon 2009). El número 1 completó un encuentro notable ante un jugador de marcado juego de fondo, al que sometió con su habitual combinación de calidad, ritmo ofensivo y defensa sólida para golpear con precisión en cada momento álgido de cada uno de los dos primeros sets. 6-3, 7-5 y 7-5 dibujó el electrónico al terminar el choque.

Seppi arrancó la cita poniendo sobre la pista todo lo que puede ofrecer. Ni más ni menos. Ni menos porque se asegura un buen ritmo de pelota, seguridad en los intercambios, pasando bien la red y produciendo profundidad en sus tiros desde el fondo, sin salirse un ápice de su plan de juego. Ni más porque ante Djokovic el encaje de su tenis no daña al balcánico. Un estilo similar pero sin la capacidad ofensiva suficiente para desequilibrar o variar. Los ritmos del encuentro estuvieron en posesión, en todo momento, del lado del serbio.

Djokovic volvió a demostrar que su condición de prócer aparece en los momentos en los que se inclinan los parciales. Con 4-3 -primer parcial- y 5-5 -segundo set-, Novak obró la rotura de servicio. En el octavo juego de la primera manga Seppi dominaba 40-0... y terminó con un 6-3 que se caracterizó en su último tramo por el color facial de Novak: enrojecido por el esfuerzo y el calor, Nole subió un peldaño su desempeño, abrió las piernas en cada golpe desplazado y quebró la respiración de Seppi hasta el fallo. Ley Djokovic.

En el segundo, únicamente la duración fue la variable. Se alargó más pero al borde del desenlace, Novak puso tope al italiano y cerró el parcial en la red, un lugar en el que sigue invirtiendo tiempo y entrenamientos. Más allá del acierto, fueron varias las veces que el número 1 acudió a la malla y miró a Becker con cada definición correcta. En general el encuentro transcurrió con la paradójica sensación de igualdad, siendo Seppi un perfil que obliga a labrar los encuentros. Sin embargo, en los momentos de pesarlo en la balanza, Novak echaba mano de toda su calidad e intimidación para marcar distancias.

Similares números de ambos en winners y no forzados, Seppi fue castigado donde más palidece su juego: el servicio. Djokovic percutió en su primer y segundo servicio cuando más lo necesitaba, mientras su primer golpe quedaba a buen recaudo -10 aces, 78% de puntos ganados con primer servicio-. Fue a la hora de cerrar donde vino el único contratiempo del encuentro para los intereses del balcánico. Con 5-4 y servicio, Novak no supo cerrar. Un contrabreak rapídisimo echó la manta al partido. Novak se jugará el pase a cuartos ante el español Roberto Bautista Agut o el belga David Goffin, ante el que tuvo serios problemas en Cincinnati, donde deberá dar un paso adelante necesario con respecto a lo ya ofrecido.