
Ha pasado poco más de un mes desde que Serena Williams se corona en Wimbledon levantando su 21 Grand Slam. Nada nuevo en la oficina para una tenista acostumbrada a copar todas las portadas. Muy diferente es la historia de la subcampeona, Garbiñe Muguruza, envuelta en una espiral de fama con tan solo 21 años donde las emociones y la presión no siempre dan buenos resultados. La española habla abiertamente en WTA.com sobre su nueva situación profesional y encara con muchas ganas el resto de la temporada.
"Yo di todo en Wimbledon, terminé vacía. Fui al mar un tiempo para relajarme y recuperarme, y luego empecé con la rutina habitual. La verdad es que he cambiado mi enfoque para jugar sobre hierba. Cada día descubro cosas nuevas, hace tres años pensé, 'No voy a llegar jamás a la final de Wimbledon', y lo hice. Todo depende de cómo se está mentalmente, ahora trato de ver las cosas de una manera diferente. He demostrado que puedo estar entre las mejores”, afirma una Muguruza antes de despedirse en primera ronda del torneo de Toronto.
“Nunca he estado en esta situación, ahora todo el mundo te está mirando, pero es normal. Sientes la emoción y te das cuenta de que tienes que empezar de cero. Es muy complicado llegar al torneo con un buen nivel de juego desde el inicio, y aquí hay que empezar desde la primera ronda, segunda ronda, tercera ronda. Estoy tratando de ver a otras personas que han estado en esta situación para entender cómo se comportan. Por ejemplo, como cuando Sara Errani hizo alcanzó una final de Grand Slam e ingresó en el Top10. Me gustaría preguntarle qué debo hacer. Hay muchas personas que hacen grandes cosas y luego se colapsan, yo no quiero pertenecer a esta categoría”, declara la actual número nueve del ranking WTA.
"No voy a cambiar mis objetivos de cara al resto de temporada. Obviamente tengo más posibilidades, pero no creo que deba pensar de manera diferente que antes de Wimbledon", responde con contundencia la hispano-venezolana cuando le preguntan sobre el posible incremento de sus aspiraciones. Natural y sincera, así se muestra Garbiñe, aceptando que lo ocurrido en Wimbledon no es algo que vaya a repetirse en cada Slam y aceptando que todavía queda mucho trabajo por delante.
La verdad es que a partir de ahora todos los ojos estarán puestos en sus pasos, ya sea en una nueva final de Grand Slam o en una primera ronda de un Premier. Es el precio a pagar por ser una de las promesas más ilusionantes de los últimos tiempos. Muguruza encarará esta semana que comienza el torneo de Cincinnati donde, como ya pasara en Toronto, debutará ante una jugadora de la fase previa. Tras el tropiezo canadiense, es momento para volver a levantar la cabeza y recuperar las mejores sensaciones sobre la pista.